jueves, 14 de julio de 2011

My Love Is Over.

MY LOVE IS OVER.


Edward me dirigió una mirada rápida, de tristeza y abrió la boca de nuevo, pero esta vez para romper en pequeños trozos mi corazón.
-Bella…espero que me perdones algún dia por esto. Pero debes de ir a ver a la madre de Tanya al psiquiátrico. Por favor. Te ruego que lo hagas. No hagas nada de lo que puedas arrepentirte toda la vida.
No sabia que me pasaba. ¿Qué quería decir con aquello?
-¿Qué tiene que ver Reneé en esto… Cullen?
Miré horrorizada el rostro de Gerald y luego alternativamente el de Edward.
Desolada.
-Ve a ver a tu padre Bella. Insistió en venir a contártelo él mismo. Pero yo le quité esa idea de la cabeza. ..
-Yo te acompaño Bella.
-¡No!.- bramó Edward, dando dos pasos hacia nosotros.- Ni se te ocurra. ¿Quieres terminar de matar a Charles Swan?
Gerry soltó mi mano como si quemara y me miró como si hubiese visto un fantasma.
-¿Eres hija de Charles Swan?
-Si….
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Capitulo 10.

La voz de Tanya me sacó del estado de trance en el que me hallaba sumida.
Mis ojos estaban vidriosos y un agujero enorme se me habia formado en mi pecho.
Toda aquella información quería decir algo y yo sabía que Edward no daba punzadas sin hilo.
Busqué su rostro y me sentí desfallecer. Antes de caer como una muñeca rota al suelo, sus brazos me albergaron con cuidado y me llevaron hacia el asiento del copiloto de su coche.
Habia podido oir durante el trayecto hacia éste, el murmullo de la gente y la voz nasal de Tanya, increpando a Edward por marcharse de aquella manera conmigo. Exigiéndole explicaciones, que él omitió.
Encogida; me tapó con su chaqueta ,y noté su mirada preocupada.
-¿Estas bien?.- preguntó, con un matiz dulce. Un matiz que no recordaba haber oído nunca.
-No lo sé, Edward. Ahora quiero ir a hablar con papá. ¿Papá conoce a Gerard?.- pregunté por inercia. Aunque aquello me había quedado lo suficientemente claro.
Edward apretó el volante y miró hacia la carretera, arrancando automáticamente.
-Si.
-¿Desde cuando lo sabes?.- mi mente perdida; volvía a recolocarse como un cubo de Rubik.
-Desde que comencé a verlo interesado en ti. Al principio pensé que eras un simple capricho; pero iba pasando el tiempo y te veía mas y mas encandilada. No me hubiera perdonado jamás que hubieras hecho una locura, de la que seguro te arrepentirías toda tu vida.
Lo miré con insistencia mientras conducía.
-Cuando hablas de locura. ¿Te refieres a acostarme con él? ¿A ser suya?
Edward pegó un frenazo en seco y me miró tenso.
-No solo es eso. Creo que no he podido evitar que te enamores de él…..
Cerré los ojos y me dí cuenta de cuanta verdad había en las palabras de Edward.
Volví a encogerme en el asiento y gemí. Unos segundos después; los brazos de Edward, me cobijaban por completo y sus manos acariciaban mi cabello.
-Ahhhh…Bella.- susurró.- He sido un imbécil. Debía de haberte abierto los ojos de alguna manera. Aunque todo esto es mejor que te lo cuente tu padre.- Levanté la cabeza y lo miré con los ojos vidriosos. Habia tanta ternura en aquellos frios ojos verdes que me estremecí.
-¿Mi padre? ¿Desde cuando sabe Charlie que salgo con Gerard Denalí?
-Desde que yo se lo he dicho.- Sus ojos no abandonaban los míos y sus brazos lejos de separarme de él; hacian el agarre mas duro y fuerte.
-¿Y quien te da derecho…Edward?.- intenté zafarme de su abrazo; pero no pude.
-Él no merece tu amor. Bella. No lo merece, creéme.
-¿Y quién lo merece? No ha habido nadie que me haga sentir lo que ha hecho él. Nadie. ¿Ahora que va a ser de mí?
Edward se despegó de mí lentamente y suspiró.
-Vamos a tu casa. Charlie te está esperando. Debe estar preocupado.
Arrancó el motor y volamos hacia mi casa.

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Al llegar al jardín de mi casa, pudimos ver con sorpresa como habia otro coche aparcado enfrente de la casa.
Ambos. Edward y yo, reconocimos rápidamente el coche de Gerard y avanzamos cogidos de la mano.
Con todo el amasijo de pensamientos que azotaban mi mente, me había dado cuenta que Edward me protegía como su fuera algo de su propiedad. Como si realmente le importara.
Ese pensamiento no curó el agujero que se habia instalado en el centro de mi pecho; pero si lo hizo mas liviano. Aquel que yo creía un enemigo natural por años, estaba acompañándome en aquellos duros momentos en los que no sabía si quiera lo que iba a ocurrir.
Le cedí las llaves a Edward y él abrió la puerta de la casa con sigilo.
Se oían voces increpándose y Edward me soltó la mano y avanzó a grandes zancadas hacia el lugar donde se hallaban las personas que emitían dichas voces.
A mi, el terror me paralizó. Pero como una pequeña muñeca automatizada, caminé lentamente por el gran pasillo pintando de amarillo.
Todavía seguía igual que Reneé lo habia pintado. Intentando traer consigo luminosidad solar de Phoenix aquí, a Forks.
Papá no habia cambiado el color y éste ya rozaba el marron mas que el amarillo.
-¡Como hayas tocado un pelo a mi hija, te juro que se te va a caer el pelo. Gerard Denalí. Lo juro!
Las voces se oian cada vez con mas fuerza; no sabia si por mi acercamiento a ellas o por que los propietarios de ellas; alzaban mas su timbre de voz.
-Desde luego si ha sido así, ella ya es lo suficiente mayorcita para saber lo que se hace. Si hubiera sabido quien era….no me hubiese fijado en ella nunca. Te lo aseguro.
-De todas maneras es una aberración. Deberias haberlo sospechado al menos.- Ahora era la voz de Edward la que se oia perfectamente, increpando.
-¿Y tú? ¿Desde cuando lo sabias, tú? Podias habérmelo advertido al menos. Tanya y Bella son hermanas. Debería matarte. Sé perfectamente como has tratado a mi hija, y ni mucho menos es como yo he tratado a Bella. Así que no vengas ahora de héroe conmigo. Podias haber hecho las cosas de muchas maneras; manteniendo una confidencialidad conmigo y decirme la verdad. Yo…me hubiera apartado de ella. Quizás lo que me haya hecho fijarme en esa muchacha haya sido su semejanza a su madre…Reneé.
Me paré en el umbral de la puerta. Estaban tan acalorados los tres, que no depararon en mi presencia.
Dios mio…Tanya es mi hermana, Mamá es la madre de Tanya….ella es la mujer que está ingresada en el psiquiátrico…aquello que Edward me dijo era cierto. Deberia de haberle hecho caso desde un principio…pero ahora…ahora todo era demasiado tarde para mi.
En aquellos momentos mi dolor se convirtió en un odio descomunal hacia la figura de mi madre. Ella nos habia abandonado para marcharse con Gerard, ahora lo comprendía todo. Papá siempre me habia dado evasivas con respecto a ese punto, pero ya todo el pastel estaba descubierto.
Y habia tenido una hija…otra hija que habia colmado de cariño y no le habia faltado de absolutamente nada; gracias a la posición de su padre.
En cambio Charlie y yo nos habíamos quedado con las migajas de una breve convivencia y en el presente con la repugnante verdad que me palpitaba en las sienes ; La mujer de Gerard era mi madre….y yo amaba al marido de mi madre.
-Tú…- la voz no salía de mis cuerdas vocales. Miraba a Gerard con intensidad. En su rostro; la fatiga y la decepción habían hecho mella en él. Su mirada verde, se perdió en la mía y por unos segundos maravillosos, creí ver algún atisbo de amor, pero creo que todo fue una maldita ilusión. – Tú eres el hombre por el que mamá nos abandonó. Tú….
-Bella…-susurró. Paseando nervioso su ancha mano por la frente.
Noté la presencia de Edward a mis espaldas y sus largos y atléticos brazos me rodearon la cintura desde atrás.
- No indagues mas en el dolor, Bella. No merece la pena. Ya sabes todo lo que debes saber. ¿Qué sientes ahora?.- Sus palabras; en un cálido murmullo, me hicieron cerrar los ojos y divagar.
Habia perdido a Gerard para siempre. Me había enamorado del hombre equivocado; como hizo mi madre y ahora mi alma estaba hecha trizas por su culpa.
-Mañana me marcharé de Forks; me llevaré a Tanya. No te preocupes por tu hija Charles; ella no ha tenido nada irreparable conmigo. Debes de estar tranquilo. Ahora; me marcho.
Ví como mi amor caminaba hacia el umbral de la puerta y al llegar a mi lado, me miró con tristeza. Mis ojos lloraban desconsolados y mi alma rota…herida, sangraba de una manera tan lacerante que al sentir los últimos pasos y el ruido de la puerta de la calle, gemí de dolor y me apreté al torso de Edward.
-Llévala a su habitación; hijo. Te agradezco todo lo que has hecho, sobre todo en lo referente a Bella. Estaba equivocado contigo chico. Siempre te lo agradeceré.

Edward no dijo nada. Me cogió entre sus brazos y yo escondí mi rostro en el hueco de su cuello. Abrió la puerta de mi habitación y me tendió cuidadosamente en la cama.
-Shhhh…no llores mas; preciosa. Por favor.- susurró, apartando el cabello de mi rostro. Su mirada intensa recorrió todas líneas y las depresiones de mi rostro. Suspiró y dejó escapar una sonrisa que no le llegó a lo ojos.- ¿Qué podría hacer yo, para aliviar ese dolor…Bella? Dime. ¿Qué podría hacer?
Estaba tan rota y desconsolada que no pensé con el raciocinio suficiente.
Alcé los brazos alrededor del cuello de Edward y lo acerqué a mi rostro. Nos miramos unos segundos y él pareció comprender. Sus manos viajaron hacia las mias; que rodeaban su perfecto cuello, e intentó desenredarlas de su nuca.
Hice una mueca de dolor.
-Por favor Edward….por favor…. Bésame….
Noté como se tensaba y cerró los ojos fuertemente. Parecía librar una batalla interna descomunal. Los abrió de repente y sus ojos viajaron a mis labios. Los capturó y me besó con toda la pasión que yo requería en aquellos momentos.
Continuará…

martes, 5 de julio de 2011

Demon Prince

DEMON PRINCE.

Cuando se desmaterializó delante de su casa y vió la sensual figura que dudaba en el umbral de puerta de entrada, quiso abalanzarse sobre ella y quemarla de ardor…era Jo..no podia ser otra.
Aquellas formas y aquel cabello. Los gemelos endurecidos al llevar aquellos tacones y la falda adherida a sus caderas como una segunda piel.
La deseaba, la amaba, la esencia era magnifica y creyó morir. ¡Era ella! El fantasma de la esencia de Isabella muerto para él….mordió sus labios porque si no la hubiera mordido a ella..
Pero entonces se giró y desapareció todo…
Aquellos ojos…
Aquella boca….
Todo habia cambiado para perfeccionarse y la miró sin reservas.
Embobado ante aquella mujer; escuchó su nombre…
-Edward…
La miró inquisidor.
-He venido en busca de Jo….- le dijo; dedicándole una intensa mirada.
Entonces ella se abalanzó hacia él y comenzó a pegarle en el pecho y a llorar…
Maldiciéndolo y embriagándolo de su esencia maravillosa.
-¡Maldito! ¡Ahora no! ¡Ahora ya es demasiado tarde!.-
Edward se dejó vapulear por Isabella Swan; sin entender el porqué de los impulsos de ella. Dejó que se calmase y entonces; la cabeza de ella que reposaba en su pecho se alzó; haciendo una conexión electrizante con los ojos de él….
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Capitulo 14,

Bella hizo caso omiso a la contracción acalorada que emitió su vientre al contemplar los verdes ojos de Edward. Su cuerpo comenzaba a vibrar de una manera extraña al entrar en contacto con el fuego de sus ojos. Unos ojos que le eran completamente indiferentes.
-Suéltame.- le susurró, desmadejada.
Él emitió una suave risa y alzó las cejas provocándola.
-Eres tú, la que te has echado a mis brazos .-él cambió la expresión de su rostro y la miró intensamente.- ahora debes de explicarme eso de que ahora es demasiado tarde. Hace días que dejé a Jo en esta casa, en espera de que viniera a buscarla…
Bella lo miró con horror.
-¿Te has dado un golpe en la cabeza o qué…?
Edward achicó los ojos y negó con rápidez.
-¿Dónde has estado estos siete años, Edward?.- la voz de Bella ahora era enérgica y llena de reproches.
Él jadeó y dio dos pasos hacia atrás; pareció tambalearse y entonces miró a la castaña, mas detenidamente.
Sí. Ella parecía ahora mas mayor; quizás tuviese la misma edad eterna que él tenia.
Su cabello habia crecido y el ovalo de su rostro se habia alargado levemente.
Se llevó ambas manos a la cabeza y comenzó a maldecir comprendiendo todo lo que habia sucedido en realidad.
-Himrum….-siseó.- ¡Maldito bastardo! ¡Me vas a joder toda mi maldita vida..hijo de mala madre! …
Bella avanzó hacia él rápidamente y lo hizo callar apretando fuertemente el suéter negro que vestía.
-¿Quieres que te oigan?.- siseó ella.- Lo que debes hacer ahora mismo es largarte. ¿O es que no entiendes?
Él apresó la mano de ella entre las suyas y notó una corriente devastadora que le hizo estremecerse; se separó de Bella dando dos pasos hacia atrás y apretó la mandíbula.
-No me toques.- le increpó seco.
Ella lo miró de arriba abajo y casi sonrió con altanería.
-Ha sido un impulso. No me muero por tocarte, te lo aseguro. Ahora marcharte. No eres bienvenido a esta casa.
-Y tanto que lo soy. Vengo a buscar a Jo, me es indiferente si han pasado siete o cien años. He venido a buscar a mi futura compañera y es lo que voy a hacer. – Caminó junto a ella en dirección a la puerta de entrada y Bella se interpuso.
- Ni lo sueñes. No voy a dejar que rompas una familia………



De repente, la puerta se abrió y apareció el rostro triste y solitario de Carlisle.
Deparó en Bella y seguidamente en el individuo que estaba cerca de ella: Edward. El antiguo novio de Jo.
El rubio se tensó y apretó los puños.
-Bella. He oído voces y he pensado….
Edward caminó hacia la entrada, apartando a Bella bruscamente, subió los dos escalones para enfrentarse al hombre que estaba parado en el umbral de la puerta.
Bella caminó deprisa y se interpuso entre ellos.
Miró a Carlisle con ternura y luego miró a Edward.
-No tienes nada que buscar aquí. Este es un hogar feliz y aquí todo el mundo te ha olvidado. Márchate.-le dijo ella, clavando sus ojos chocolates en él. Desafiándolo.
Edward oyó las risas de los niños que habitaban en aquella casa y comprendió en seguida la situación. Bella y el humano se habían casado y habían tenido descendencia. Aquello lo hirió sintiéndose momentáneamente abatido; pero de seguida pensó en Jo.
-Carlisle….Edward ya se marchaba. Ha sido un error. ¿verdad Edward? Él….él…- la voz de Bella cada vez era mas tensa.
-Jo. Quiero sab….-comenzó a decir el demonio.
-¿Qué demonios pasa, Carlisle…? ¿Quién….?
Jo se paró al lado de Carlisle agarrándolo por la cintura y luego miró a Bella con desprecio y altanería; apresando a su marido con posesividad contra ella. Oyó un rugido y se topó con la mirada de él…..de Edward.
Unos pasos agitados corrieron hacia el umbral de la puerta y entonces dos niños de apenas 5 y 3 años se colgaron de las piernas de su madre.
-¡Tía Bella!.- gritó el mayor.
-Tía Mella..-lo imitó el mas pequeño.
Bella miró a Edward con ojos suplicantes y el demonio perdido en en sus pensamientos observó los dos pequeños vástagos de cabello color miel que se abalanzaban a los brazos de la castaña sonrientes.
Sus ojos volvieron a Jo y ésta, que se habia desmayado, yacía con los ojos cerrados en el suelo, en la entrada de la puerta.
Todo habia ocurrido demasiado deprisa y ni si quiera se habia dado cuenta del desmayo de la mujer que habia creido suya.
Quiso abalanzarse, y cogerla entre sus brazos, pero fue su marido el que lo hizo en vez de él.
Se quedó petrificado mirando la escena y se sorprendió cuando su vista comenzó a nublarse.
Estaba llorando. Habia perdido a Jo.
Ella, se habia cansado de esperarlo y habia unido su vida a aquel hombre que fue el novio de su hermana…
Bella…la miró a ella y suspiró.
-Id hacia dentro amores. Ahora entro yo. Voy a hablar con este señor.- les dijo ella, amorosa.
-¿Es tu novio tia Bella?.- le preguntó el mayor, mirando a Edward con curiosidad.
-No. Es un antiguo amigo, ahora id con papá y mamá….
Los niños asintieron, y volvieron a mirar al desconocido que se mantenía inmóvil en uno de los escalones de la entrada.
Bella se irguió y agitó su melena con despreocupación.
El olor autentico y característico de la esencia de ella, sacudió a Edward como un relámpago, tensándose tanto que comenzó a notar como el musculo de su entrepierna crecía y crecía haciéndose notar debajo de sus pantalones.
Se sintió incomodó e intentó tirar del suéter negro que lo abrazaba.
Carraspeó nervioso.
-Debes marcharte. Sabes que es asi, no hagas esto mas difícil Edward. Te lo suplico.
Él no parpadeaba, perdido en aquella voz y su cadencia.
-Tengo que hablar con ella. Aunque sea solo una vez. Tuvo que ser tremendo para Jo, que pasaran los días, los meses y yo no diera signo de vida alguno.
Bella bajó la cabeza y sobre pesó decirle la verdad.
Quizás era mejor que él pensara que Jo, lo habia esperado como se prometieron en un primer momento.
-Sí. Fue duro para ella.-mintió Bella bajando la mirada.- Para todos en realidad. Por eso no tienes derecho en presentarte ahora como lo haces. Hace daño tu presencia….
-¿Y tú…tú como lo soportas?.- La voz de Edward era tensa, pero amigable.
Ella sonrió.
-¿Qué es lo que debo de “soportar”?.- ella intentó sonreir y mostrarse indiferente.
Edward chasqueó la lengua y siseó una maldición.
-No mientas. Sé que amabas a ese hombre. No puedes estar serena, no cuando ves lo que he visto yo…
- Se aman…- susurró ella casi sin aliento, caminando hacia un pequeño claro en el jardín.
Edward la siguió, sin darse cuenta y se posicionó detrás de ella.
-Exacto….pero no me voy a rendir. Jo es mía y siempre lo será. –sentenció Edward.
Bella se giró y encontró el cuerpo del demonio mas cerca de lo que pensaba. Lo miró a los ojos y luego sin saber porqué contempló la boca del hombre, entreabierta y sensual. Como embrujada, se apresó el labio inferior entre sus dientes. Edward hipnotizado y correspondiendo a aquel gesto, sacó muy despacio su lengua y se lamió el labio superior.
Avergonzada y sin saber que le habia ocurrido, apartó la vista de su boca y dio dos pasos hacia atrás, intentando crear mas espacio entre ellos.
-Nada puedes hacer. Desde luego. Debes rendirte, es lo mejor.- dijo ella, apretando sus manos nerviosa.
Edward iba a responder cuando los faros de un vehículo lo interrumpieron.
Vió bajar a su hermana Alice, lentamente y con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Cuando llegó a su lado, rodeó con los brazos su cuello y lo besó cariñosamente en la cara.
-Hermanito. Me alegro de verte. ¿Qué tal tus vacaciones forzadas?.- dijo sin perder la sonrisa.
-Alice…- siseó Edward.- Me gustaría hablar contigo en privado.
-¿Tiene que ser ahora? .- Alice parpadeó divertida.- Estamos invitados a un festejo. ¿sabes Edward? El aniversario de Carlisle y Josephine…..
Edward apretó tanto los puños, que las venas se veian claramente en sus manos.
-Alice.- rogó Bella.
-Edward….¿Has visto lo hermosa que esta Bella?.- Alice no dejó que Edward respondiera; ya lo hizo ella por él.- Si, si lo está. Es un total contrasentido que no tenga pareja ni nada que se le parezca. ¿Qué diferencia entre las hermanas verdad?...La una, comedida hasta aburrirse y la otra :zorra desde el minuto uno….
Edward se acercó a su hermana rápidamente y levantó su mano para propinarle un bofetón.
-Ni lo intentes Edward. ¿La verdad duele, eh? Pregúntale a Bella. Ella sabe lo que es eso. No tú. Ha tenido que ver como el hombre que pensaba amar se casaba con su hermana y tenia hijos con ella. Haciendo trizas sus ilusiones de adolescente….
-Josephine se cansó de esperar. Es lógico que buscara a otro hombre….- la disculpó Edward.
-¡Pero hermano, esa mujer te sorbió el cerebro o qué! Eres un imbécil si crees que ella te esperó por años, ni por meses, ni siquiera por días…
Edward cogió a su hermana de la nuca y tiró de sus cabellos haciendo que Alice inclinara la cabeza y sus ojos se enfrentaran con los de él.
-¿Qué quieres decir, Alice? Dí lo que sabes si no, te juro que te arranco la cabeza. Me importa una mierda que seas mi hermana o no, están injuriando a la mujer que amo y eso se paga con la muerte. Lo sabes bien.
Alice curvó su boca y miró por el rabillo del ojo a Bella, quien observaba la escena con las manos apresadas en el corazón y la cara agonizante.
-Bella los encontró follando como animales dos noches antes de la fecha en la que debías de venir a buscar a” tu inmaculada mujercita” .- Edward soltó a su hermana de golpe, lanzándola hacia atrás, varios metros.
Giró la cabeza rápidamente y en un segundo llegó a Bella a la que agarró de la mandíbula con una mano y elevó con brusquedad su rostro; para mirarla.
-¿Eso es cierto? ¡Y habla! ¡no te voy a permitir que encubras al malnacido ese del que estas enamorada! ¡Habla maldita estúpida!.
La voz de Edward era casi un rugido y Bella se estremeció de autentico horror. Parecia una bestia….un demonio.
Comprendió lo que esa furia podia desatar sobre su amado Carlisle y sus ojos se empañaron de lagrimas, cayendo de rodillas al césped verde. Edward la acompañó y la agarró de la nuca, echando su cabeza hacia atrás.
-¡Habla! Maldita si no….
-Si. Es cierto.- susurró ella cerrando los ojos. No podia mirarlo.- Pero fue ella la que fue a buscarlo. Carlisle no es el único culpable. Josephine lo buscó y él respondió ….- Bella abrió los ojos de golpe y miró a Edward con severidad.- Tú eres el autentico culpable. Debiste venir a por ella cuando cumplió el plazo, pero no. No lo hiciste y ella tejió su telaraña alrededor de él. De mis labios nunca se hubiera sabido lo que ocurrió en casa de Carlisle entre ellos dos. Pero al no regresar…..- Bella se secó las lagrimas con rabia.- Ella lo enredó hasta quedarse embarazada de él….estuve haciéndome la desentendida unos meses, esperando como una loca tu aparición, pero tú maldito, nunca apareciste. ¡Sueltame!.- Le gritó ella y él lo hizo, como hipnotizado, analizando cada una de las palabras de ella.- ¿Ahora que piensas hacer? ¿Llevartela? ¿Privar a esos niños de su madre?
Edward tensó la mandíbula y se irguió.
Buscó a su hermana con la mirada y luego sus ojos volaron de nuevo hacia Bella.
-La deseo y quiero tenerla, aunque sea para hacer de su vida un autentico infierno…..- Edward dejó escapar el aire lentamente por su boca y sonrió de una manera tan cruel que a Bella se le erizó el cabello de todo su cuerpo.- El humano….simplemente morirá…
Bella negó repetidas veces con la cabeza y caminó hacia él ,cayendo de bruces y cogiendo las rodillas de él.
-Por favor….no. No me dejes sin él….no podría soportarlo. Por favor…- Bella comenzó a llorar desconsolada.
-Quita, mujer. ¿Tan sacrificada eres que prefieres verlo con la puta de tu hermana antes de muerto?.- Edward rió de manera gutural.- Nunca me equivoqué contigo, santa Bella…..te rodea un aire de santidad que me repugna.- Edward volvió la cabeza hacia Alice.
-Agarra a esta mujer, debo marcharme. Tengo que ver a nuestro padre. Pero volveré. Debo de acabar lo que he venido hacer a esta casa.
Bella que estaba sujeta a las piernas de él, limpió sus lagrimas sobre sus rodillas, miró su rostro anguloso desde aquella perspectiva y se soltó, quedando tirada en el césped. Desmadejada.
-Calma Bella….calma hermana. Esto era necesario, tenia que pasar… -Alice abrazó a su amiga y vió a hurtadillas como Edward se desmaterializaba.
-Alice.- Bella miró a su amiga, apresada en un llanto sin medida.- Por favor…-balbuceó.- Impide que tu hermano le haga daño a Carlisle…
Alice no supo que responder, y la abrazó con mas fuerza.
El autentico Edward habia regresado. Lo habia visto en sus ojos. Despues de que la verdad estallara en sus ojos , de la manera que lo habia hecho….
Edward volvia a ser el demonio cruel y sanguinario al que temian todos…el que nunca debió dejar de ser.
Continuará….