Edward le besó la coronilla con el impedimento de aquella fina capa de blonda blanca y ella alzó la cabeza para mirarle los ojos.
Se sonrieron ambos…
-He venido a oficiar tu boda ¿recuerdas?.- dijo él de manera divertida.
-Si.- le dijo ella imitándolo.
Edward se separó de ella y caminó hacia el pequeño estrado.
Isabella se quedó parada mirándolo.
Habia engordado levemente y se veía mas musculoso; aun mas hombre de lo que recordaba.
Su piel estaba mas bronceada y con esto sus ojos se veian aún mas verdes e insolentes.
Aquel cabello cobrizo suyo se veía salvaje y terriblemente sexy. Bella tragó en seco y giró su rostro para contemplar a su futuro marido….Emmet….
THE PRIEST
Capitulo 4.-
Edward ofició la boda con el alma hecha trizas.
Habia vuelto para encarar la verdad; para que ya de una vez por todas; con la crueldad de lo físico; su mente desterrara la posibilidad de que Isabella pudiese ser algún dia suya…
Habia abandonado el sacerdocio; y ahora era Pastor.
Un secreto que con el tiempo irira arraigando en seno familiar.
Su amor por Bella era mas fuerte que el que innegablemente debia de dar a Nuestro Señor y de manera tajante, ante de marchar a Sierra Leona; colgó los habitos.
Nunca abandonaría sus creencias y podia ejercer libremente en bodas, bautizos y comuniones…
Mientras los convertía en marido y mujer; el nudo que tenia en la garganta; se desató y tuvo que dar media vuelta para enjugarse las lágrimas.
Aquello partió en dos a su madre; que lo miraba con los ojos entornados desde el primer banco de la parte derecha.
¡Cuánto la amaba! Ni aquellos casi tres años fuera de casa; habia dejado de pensar en ella un momento.
Sus ojos y su risa le acompañaron en los malos momentos y el cálido recuerdo de su voz, lo hacia sonreir y soñar por las noches.
Habia vuelto para verla feliz y para romper de una maldita vez, el vinculo que lo ataba a ella.
Ella iba a ser de otro hombre; cara a su Dios magnánimo, y ya,no habia vuelta atrás.
Los felicitó haciendo de tripas corazón; como pudo.
Y mientras abandonaban el lugar de la ceremonia, él se quitó el habito de gala y lo dobló pulcramente.
-Edward.
Se volvió con una sonrisa en los labios. Era su madre.
-Mamá..corre, ve tras los novios….-señaló él; con su musical voz.
-¿No vienes al banquete con nosotros?- le preguntó su madre; que ya estaba de frente a él y lo analizaba intensamente.
-No; la verdad. Estoy cansado del viaje y tengo ganas de descansar. Hasta que me asignen una parroquia nueva… he alquilado la casa de los Barnett. Allí estaré bien.
-Pero…- quiso decir Esme; pero Edward, la interrumpió.
-Soy un hombre mamá y necesito vivir solo. Sabes perfectamente que no iria a vivir con ustedes.
-¿Y quien no quiere estar junto a su familia en estos momentos hijo, el hombre o el párroco?
Edward la miro sin parpadear. Asintió y bajó la cabeza, dibujando una sonrisa que no llegó nunca a sus ojos.
-Siempre lo supiste….
-Desde antes que tú mismo te dieras cuenta; Edward. Hijo mio.- se aferró a él; fuertemente , acariciando su ancha espalda y sus mejillas durante el recorrido.- No tendrías que haber vuelto. No para sufrir; no quiero verte colmado de dolor. Estoy destrozada por ti Edward…¿Qué puedo hacer?
-Amar a Bella; apoyarla, guiarla….ser como su verdadera madre…como has hecho hasta ahora.- le dijo él tomandola de las manos y acariciándolas.- Yo no importo. Esto nunca ha tenido sentido; pero yo no mando sobre mi corazón. Y mi corazón esta loco de amor por ella….
-Edward.- le silenció su madre.- Ella es feliz. Ahora tú debes serlo también. Olvidate de ella. Tienes que verla como lo que en realidad es; un pariente tuyo. Tú no eres un hombre; por encima de eso está tu celibato como párroco y tu unidad al Cristo….
-Si. Todo lo que me estas diciendo, lo sé. Pero te repito que no mando en mi corazón; Dios me ha mandado una prueba dura ; pero prueba al fin y al cabo…..- Edward pensó en sus adentros que él ya habia tomado una decisión; pero aquel momento no era el apropiado para hacérselo cómplice a su madre.- Si sigue poniendo a Bella en mi camino; pensaré que quiere que la siga por algún motivo. Estaré ahí cuando me necesite. Siempre… y si se marcha con su marido y no la veo mas; pensaré que El Altisimo ha creido justa esta opción.
-Hijo mio…
-Ve, mamá. Te esperan. Diles que estoy descansando. Hasta mañana.
Edward cogió una inmensa mochila de montaña y caminó hacia el hogar de los Barnet; aquel que iba a ser el suyo por algún tiempo.
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DOS SEMANAS DESPUES…
-¡Nena! ¡Que feliz estoy de volver a verte! ¿Qué tal tu nueva vida de casada?.- Zafrina ; la llevó hacia el salón, mientras Emmet y Aro se saludaban efusivamente en el umbral de la gran casa.
Bella miró con reservas a Zafrina y le sonrió.
-Bien..aunque algo diferente a lo que imaginé.- Quiso zafarse del tema y pestañeó varias veces, como solia hacer Rosalie, cuando quería evadir algún tema .- ¿Dónde esta Rose?
Zafrina hizo un gesto con el brazo y suspiró.
-Ha salido hace un rato. Tiene un novio nuevo; un tal Royce. A mi particularmente no me gusta nada. Pero ya sabes como es Rose; cuanto mas le dices; peor es. Ósea que ella misma. Si se da de cabeza; que se atenga a las consecuencias.
-Vaya…- siseó Isabella.- Me gustaría tratar de algunos temas con ella. ¿Cuándo vuelva le dices que me llame, si?
Zafrina asintió y comenzó a contarle todo lo acontecido, desde el momento en que ellos abandonaron Forks y se marcharon de Luna de Miel a España.
Mientras Zafrina hablaba como una cotorra; Bella podia escuchar la voz bravucona de Emmet hablando con Aro.
Los vellos se le pusieron de punta.
Todo habia sido tan diferente…todo….
¿Por qué creía que habia cometido el error mas espantoso de su vida?
No; no lo creía. Lo habia cometido.
Despues de dos años de noviazgo; justo después de dar el si quiero, ella; Isabella Swan se habia dado cuenta de que no sabia, absolutamente nada de los hombres.
Que era una asignatura pendiente en la que habia suspendido con horror.
Sonrió a Zafrina y continuó asintiendo; como si escuchara la conversación.
Su mente vagó hacia España y también hacia aquella noche en la que se suponía iba a ser la mas maravillosa de su vida.
Despues de abandonar el banquete y tomar un avión hacia Madrid; España.
Se alojaron en un céntrico hotel a pasar su noche de recién casados.
Y todo resultó ser un fiasco duro y cruel.
Emmet , la desnudó y la besó, pero a la hora de penetrarla; su músculo le hizo tanto daño que tuvo que parar antes de llegar a la barrera de su virginidad.
La consoló aquella noche. Arropándola como una niña y mimándola; quitándole importancia al hecho que habia acaecído aquella noche.
Los días sucesivos, viajaron hacia la costa Mediterranea: Benidorm, Alicante, la Manga…y todas las noches después del preludio de besos y abrazos; Emmet intentaba hacerla suya y le era técnicamente imposible.
A la semana y media de viaje; su recién estrenado marido ya no intentaba ni tocarla.
Se escabullía antes que ella del comedor de los hoteles, y se metía en la habitación.
Cuando Bella subia; lo hallaba dormido y roncando.
¿Cuándo habia comprendido que su matrimonio se habia roto antes de haber comenzado?
Hacia pocas horas.
En el avión.
Al notar la falta de Emmet a su lado, en las butacas del avion; fue hacia los lavabos y allí vió lo que le hizo caer la venda de los ojos.
Emmet se estaba tirando a otra mujer en los servicios.
Cuando caminó hacia su asiento a duras penas, podia mantenerse en pie.
Una azafata se acercó a ella para preguntarle si se encontraba bien y ella solamente pidió un vaso de agua y una almohada para descansar.
Giró su rostro hacia la ventanilla y cuando Emmet volvió, se hizo la dormida.
¿Quién podia culparlo?
La tarada era ella.
ÉL solamente era un hombre que se habia casado con una mujer que nunca podría ser suya…porque sufria dolores espantosos cada vez que intentaba penetrarla…
Lloró amargamente y se durmió.
Poco antes de llegar a Washington se dijo a si misma que debia de solucionar aquello fuere como fuere.
Hablaria con Edward. Él era un hombre y aunque su vida estaba consagrada a Dios , podría sugerirle cosas al respecto. Se volvió a repetir una y mil veces que Edward la ayudaría y una sonrisa se dibujó en su rostro.
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-Edward vive en la casa de los Barnet.- dijo Zafrina; en aquel descarado monólogo.- Espera que le asignen parroquia.
La atención de Bella volvió hacia ella.
-¿Ah si? Tengo ganas de ver a mi tio.- dijo sonriéndole a Zafrina.- Es mas; creo que si no le importa a Emmet; voy a acercarme ahora mismo
-Si quieres te acompaño.
-Si. Será estupendo.- dijo ella levantándose y caminado hacia la puerta.
Buscaron a Emmet y Aro en el patio, y después de decirles donde iban; se dirigieron hacia el camino de la casita de los Barnet, que no quedaba muy lejos de casa de Zafrina.
-Yo te dejo aquí; querida. Tomate tu tiempo. Ya sabes estos hombres, cuando tratan de un negocio no tienen fin. Ósea, que disfruta de la compañía de tu tio.
Ella le sonrió y la vió marcharse.
-¡Digale a Rose que me llame cuando vuelva!.- le gritó Bella
Zafrina asintió y caminó hacia su casa; con paso firme.
La casita de los Barnet no era muy grande; pero lo suficiente para albergar a unas cinco o seis personas.
Conforme iba avanzando se dio cuenta que habia un pequeño huerto y al ir acercándose mas y mas, vió la silueta de un hombre desnudo, de cintura para arriba cavando aquellas tierras.
La espalda ancha y tonificada; hizo que a Bella se le acelerara el puso, el individuo se agitó y Bella tuvo que tragar saliva porque de repente se encontraba sendienta.
Sin duda su tio habia contratado a algún jornalero para lavarle la cara a aquellas extensiones de terrero.
Ella carraspeó.
-¿Oiga….? ¿Edward Cullen esta en casa?
El hombre que estaba de espaldas a ella se tensó; marcando todos los músculos en sus omoplatos y cintura, dejó la pala clavada en la tierra y volvió el rostro enmarcado en una desbastadora sonrisa.
-Hola Bella.
Bella pensó que iba a explotar. Su rostro debia tener toda la sangre acumulada en él.
Aquel hombre que habia admirado maravillada era su tio Edward…sonrió algo turbada y se acercó a él para abrazarlo, sin importarle que tuviera el torso desnudo y empapado de sudor.
-¿Tan pronto volviste de tu Luna de Miel, pequeña?.- le susurró él al oído.
Bella cerró los ojos maravillada.
Tenia una voz tan y tan sensual.
Se separó de él y le sonrió.
-Debemos de hablar tio Edward. Tienes que ayudarme.
Él frunció el entrecejo y la miró intensamente.
-¿Qué ocurre pequeña?
-Ven.- lo cogió de la mano.- Vamos dentro; es un tema privado.
Edward pensó que habia muerto y estaba en el infierno.
Su niña estaba allí.
Y estaba tan bonita….
Enloqueció al sentir su mano y se dejó guiar hacia el interior de su casa.
Continuará…..
Bueno…bufff!! Que les pareció????
holaa ahhhhh pense que no se ibann a casarrr ufff... igual a emmett no lo soportooo que se acosto con otraa y bella se hecha la culpaaaa por mas que le pasara que no pudieran tener relaciones no esperoo nada para tirarse a otraa uff emmett me cae mal jeee....y edward esta muerto de amor y bella le va a hablar de temas privados a edwardddd ohh por diooss..aunque bella se siente algo atraida por el jee..me ecantoo!!! nos leemos!! besos!!
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