jueves, 2 de junio de 2011

My Love is Over.

MY LOVE IS OVER.
No volví a ver a Bella Swan , depues de mucho tiempo después.
Mamá necesitaba alguien que la ayudara en la casa y yo estaba finalizando la carrera.
Ya estaba liado con Tanya y cuando la ví saludar a todos los miembros de mi familia con efusividad excepto a mi; todo me quedó bien claro. No habia olvidado aquello.. después de cinco años, todo seguía igual.
Todo menos ella; sus formas se habían vuelto mas voluptuosas, su cabello estaba mas largo y su rostro se habia vuelto el de una mujer extremadamente bella…..
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Capitulo 9.

Viernes noche.
La loca de Alice está detrás de esa puerta aporreándola como una posesa. ¡No pienso dejar que me toque un pelo!
Despues del altercado con Edward; casi no le he visto el pelo.
Cosa que es de agradecer. Cada vez que recordaba el ardor de sus labios en pos de los míos; sentía mi piel arder; como una lujuriosa de mierda.
Intentaba pensar en Gerald y en aquella noche. Lo pasaría genial y quizás…sólo quizás y si todo salía como lo habia previsto, me entregaría a la pasión, mucho más allá de aquellos besos que me dejaban extasiada.
-¡Bella!
Bufé. ¿Era tan difícil que Alice Cullen entendiera un “no”?
Abrí la puerta y puse los ojos en blanco. Tenia unas tenacillas en una mano y el cofre completo de la Señorita Pepis en la otra.(Utensilios de maquillaje, brochas, borlas…)
-Te lo voy a decir sin herir tus sentimientos. ¿vale Alice? ¡NO!.
La muy malvada hizo un puchero con su boquita impecablemente maquillada y yo la miré con una ceja alzada.
-Quiero que estes perfecta….¿no lo entiendes? Eres la chica que sale con el padre de Tanya y hoy es su cumpleaños. Debes dar una buena impresión Bella. No puedes ir de cualquier manera. ¿Quieres dejar mal a Gerry?
Me quedé mirando a Alice y ella asintió con una perversa sonrisa. ¿Tanto se notaba que habia derribado todas mis barreras? Por lo visto si. Asi era.
Comenzó a reir. Y me ofreció con su brazo, que sentara mi trasero en uno de los taburetes de el servicio.
-¿Va a venirte a buscar?.- preguntó la pequeña, mientras separaba mechones del nido de pájaros que tenia en la cabeza.
Negué y ella sonrió.
-Vendrás con nosotros. Hoy seras como la Cenicienta…..pero la magia no se acabará a las doce de la noche…..
Bufé.
-Alice. Mañana tengo un dia muy duro aquí. ¿Crees que me voy a quedar hasta que salga el sol con Gerry? Me es técnicamente imposible.
La risa de Alice dio un vuelco a mi corazón.
-Hemos hablado los chicos y yo….Creemos que te mereces esto y lo tendrás. Mañana no tienes que venir Bella. Puedes bailar hasta que te duelan los pies esta noche, porque la magia no se acabará..
Sonreí a la imagen del espejo que me peinaba y me dejé hacer.
Era maravillosa…mi pequeña y dulce Alice….
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-¡Guau Bells! Yo sé de alguien que se le van a clavar los dientes en el suelo cuando te vea….estas increíble. Sonreí a Emmet y dí una vueltecita para exhibirme delante de él y de mi amiga Rosalie.
-Todo el mérito lo tiene Alice…..Ha sido un trabajo arduo; pero al final ha logrado su objetivo.
-¿Objetivo, Bells?.- Rosalie miraba el vestido ceñido a mi cuerpo de palabra de honor azul marino y suspiraba.- Pareces una Diosa. Muy en el estilo del pavellon de deportes; en la fiesta de hace unas semanas; cuando conociste a Gerry. Creo que lo dejaras impresionado…muy impresionado.- Se acercó a mi y susurró en mi oído.- ¿Lista para perder la virginidad?
Le sonreí abiertamente.
-Lista.
Comenzamos a reir como dos adolescentes, bajo la atenta mirada de Emmet. Mi cabello marcado en suaves ondas. Recorría mi espalda y mi escote, haciendo los rasgos de mi rostro mas dulces.
Alice habia enmarcado mis ojos y pómulos de una manera intensa. Dejando los labios en un segundo plano, dándole un pequeño toque con brillo labial.
Las sandalias; como dos estiletes, hacian mis piernas interminables y casi rozaban la sensualidad. Me encontraba cómoda y lo mas importante; sexy. Muy sexy para Gerry.
Las pisadas de Alice nos hicieron volvernos y vimos su graciosa figura en el umbral de la puerta de la entrada, ya que todos estábamos esperándola en el jardín.
Su ceño se frunció y buscó a alguien con la mirada.
-¿Y Edward?
-¿Edward?.- casi salté cuando oí su nombre.-¿No está con Tanya?.- pregunté intentando sonar indiferente.
-No. No quedamos en eso con él. Decidimos salir todos juntos de casa…no entiendo como no está aquí todavía…
-Lo llamaré.- Emmet buscó el mobil en su bolsillo y se apartó un poco del grupo.
-Estas monísima, Alice. Ese conjunto de traje pantalón te queda espectacular.- La halagó Rosalie.
-Gracias.- dijo despreocupadamente.-Espero encontrarme con el hombre de mi vida esta noche.- dijo con petulancia.
Rosalie y yo nos miramos y sonreímos abiertamente.
Emmet llegó con el mobil en la mano y con gesto enfadado.
-Edward irá después….- espetó hosco mirando a su hermana Alice.
Ella corrió hacia él, dando pequeños saltitos y pudo escuchar como le susurraba “ ¿Qué ocurre?” La contestación de Emmet me la perdí. Pero tampoco debia de interesarme demasiado. No tendría que soportar estar en un pequeño espacio con Edward Cullen y eso ya era lo bastante bueno para mis nervios, como para preocuparme de lo que ocurría con él.
Subimos al auto y nos dirigimos a casa de Gerry.
Yo con la sonrisa en los labios en el asiento de detrás del Jeep de Emmet y Alice a mi lado, seria y taciturna. ¿Qué le ocurria?
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Al llegar a la casa de Gerry, la tensión acumulada en el coche desapareció.
El aire llegó a mis pulmones y la suave brisa que ondeaba las ramas de los arboles me envolvió.
Era como estar en casa.
Suspiré al ver las lucecitas que colgaban entre los arboles del jardín y el bullicio de la gente que allí se hallaba.
Las mesas circulares adornadas con unas pequeñas velas en el centro; daban un aire de bosque animado. Esperando ver en cualquier momento algún tipo de duende o alguna ninfa dorada.
Caminamos hacia el jardín y las caras se volvieron para sonreir a los Cullen, que iban detrás mío.
Busqué a Gerry con la mirada. Con el corazón encogido y aquella mariposas en el estomago que volaban nerviosas cada vez que lo veía o pensaba en él.
Sonreí de dicha al distinguir su cabeza entre varias.
Era alto. Debia alcanzar el metro noventa. Casi de la misma altura que Edward. ¡Edward! ¿Quién se acordaba ya de Edward?.
Perdí la nocion del tiempo y el espacio. Cuando giró su rostro levemente y sus ojos se encontraron con los míos; sonrió complacido. Muy complacido. Repasó mi cuerpo al detalle y por ultimo sus ojos verde oliva descansaron en los míos; dejando con la palabra en la boca al que le hablaba y dando grandes zancadas hacia mí.
Sus manos envolvieron las mias y las llevó a su boca; y sentí la caricia previa de aquella barba suave que mantenía perfecta. Sus lengua invadió sus labios para lamerlos y entonces besó mi mano con autentica adoración.
-No podias estar mas perfecta.- Susurró; sin dejar de mirarme.- Eres el sueño de un hombre convertido en realidad…
Me sonrojé y bajé la mirada. Aquello me sobrepasaba. Estaba en una maldita nube y aquel hombre me tenia en un puto pedestal.
¡Era feliz! ¡Muy feliz!
Su mano viajó hasta mi cintura y caminamos sorteando a varios invitados. Vislumbré a Tanya que yacia en una de las mesas fumando y con la ira temblando en sus ojos.
Al verme se levantó rápidamente y fue hacia nosotros tirando el cigarrillo con nerviosismo.
-¿Han venido contigo los Cullen, Bella. Ha venido Edward?
La miré con precaución y acerqué mi rostro al suyo para darle un beso y felicitarla por su aniversario.
- Felicidades Tanya. No. Edward no ha venido con nosotros. Si quieres saber mas. Habla con Emmet.
Ella me sonrió y dio un saltito, haciendo que sus bucles color fresa danzaran divertidos.
La seguí con la mirada y mis ojos viajaron hacia los de su padre; que la miraba con preocupación.
-Mi hija está ciega si cree que ese hombre la ama. Pero quiero que aprenda de su errores y se haga fuerte. No quiero tenerla en una jaula de cristal; quiero que vuele. Pero lo que no estoy dispuesto a permitir es que nadie le corte las alas.
Lo miré seria y comprendí enseguida lo que aquellas palabras envolvían.
-Ven.- dijo.-Quiero enseñarte la casa.
Me apretó mas entre sus brazos y me guió con orgullo hacia el interior de la casa.
Apenas habíamos ascendido varios peldaños hacia el interior de la gran casa, cuando el fuerte sonido de unos neumáticos en el asfalto, nos hicieron volvernos.
Gerry soltó mi cintura, para hacer posesión de la mano y avanzar hacia el dueño del coche que habia hecho tanto sonido en el pavimento.
Yo antes de llegar a la altura del principio del jardín; ya no tenia ninguna duda. Habia sido Edward Cullen. Con aquel volvo plateado que llevaba a paseo como si fuera un puto loco y quisiera desparramar sus sesos por cualquier carretera colindante a Forks.
La grácil figura de Tanya fue hacia él .
Sentí como Gerry se tensaba a mi lado. Edward habia despreciado a Tanya, apartándola a un lado y buscaba como a un poseso a alguien entre la multitud.
Miré a Gerry, esperando su reacción; pero se quedó allí parado, apretando la mandíbula fuertemente.
-Te está buscando a ti.- dijo con la voz ronca.
Yo lo miré con diversión y casi reí ante aquella afirmación tan tajante.
-¿A mi? No….no lo creo…
-Bella mi amor….¿No te has dado cuenta?
Lo miré profundamente a los ojos y pude ver sufrimiento en ellos.
Sentimos una presencia a nuestro frente y unos jadeos cansados y molestos.
-Suéltala.- Aquella voz….
Gerry dejó de mirarme y plantó cara al inmaduro de Edward que….
Tragué en seco al mirarlo.
Su cabello despeinado aún lo estaba mas que de costumbre, sus mejillas estaban arreboladas de rubor, sus labios abiertos, inquietos, por respirar también por la boca y aquella manera de vestir, que era un pecado para cualquiera que tuviera ojos y fuese una mujer.
Los pantalones se le ceñían a los muslos y caderas; dando fuerza a su personalidad, camisa blanca, tan pegada que podia estallar y aquella corbata fina que cualquier fémina soñaría con arrancar.
Tragué mas de dos veces con la garganta seca, al inspeccionar su cuerpo por completo; y de repente como si fuera un recortable lo recordé en pelotas en su habitación. Me sentí arder y mi vista se nubló.
-¿Quién eres tú para decirme que la suelte? ¿Eres el novio de mi hija, no? ¿Qué derecho tienes sobre ella?
Edward me dirigió una mirada rápida, de tristeza y abrió la boca de nuevo, pero esta vez para romper en pequeños trozos mi corazón.
-Bella…espero que me perdones algún dia por esto. Pero debes de ir a ver a la madre de Tanya al psiquiátrico. Por favor. Te ruego que lo hagas. No hagas nada de lo que puedas arrepentirte toda la vida.
No sabia que me pasaba. ¿Qué quería decir con aquello?
-¿Qué tiene que ver Reneé en esto… Cullen?
Miré horrorizada el rostro de Gerald y luego alternativamente el de Edward.
Desolada.
-Ve a ver a tu padre Bella. Insistió en venir a contártelo él mismo. Pero yo le quité esa idea de la cabeza. ..
-Yo te acompaño Bella.
-¡No!.- bramó Edward, dando dos pasos hacia nosotros.- Ni se te ocurra. ¿Quieres terminar de matar a Charles Swan?
Gerry soltó mi mano como si quemara y me miró como si hubiese visto un fantasma.
-¿Eres hija de Charles Swan?
-Si….
Continuará….

1 comentario:

  1. holaaa ahhh dioss Rosita mi mentee es unaa locuraa de ideas que se me cruzan acerca de lo que va a pasar en el proximo bella no sera hija de gerry o salia con la mama de bella o quee .....ah eress mala como medejas asii aunquee me encanta por que no quiero que bella tenga nada con gerry es mas tal vezz puedaa buscar consuelo en los brazos de edward ajajj ...yaaaa quieroo leer el otroo capii....jajaj besoss!!!

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