PLUGGED
Abuelo. Me acabo de despedir. No aguanto mas al malnacido ese, que esta al frente de la empresa. Es una mierda. ¿Qué quieres que me ponga a estudiar? ¡Lo haré! Pero no quiero ver ni en pintura a un ser tan mezquino como ese….
La risa del abuelo me dejó estática mientras caminaba.
-Nena….nunca hubiera pensado que Edward te causaría esa impresión. No “esa” desde luego….¿Y bien?
-Esta mañana me he dormido. He dejado todo en el departamento. No tengo dinero para un taxi . Y no tengo la llave para entrar a por mis cosas. …
-Dime donde estas. Mandaré un auto. Por el departamento no te preocupes. Lo arreglaré todo para que te hagan una copia…
-No. Quiero mi antiguo apartamento. No quiero vivir allí.
-¿Es por Edward?
-¿Tú sabias que se alojaba allí?
EL abuelo parecía hasta divertido. Tenia los nervios de puta punta.
-Por supuesto.
-No quiero verlo nunca mas en toda mi vida…
-Sabes que eso es técnicamente imposible.
-¿Por qué? Hasta ahora no tenia ni puta idea que existía ¿no?
-Bella…Controla esa boca.
-Vale. Está bien. Estoy en el cruce de Amblington con Nerks.
-En cinco minutos, mando un coche.
Me colgó.
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Capitulo 8
Metí el mobil en el bolsillo trasero de mi pantalón de pitillo y caminé de un lado a otro de la acera; esperando que hiciera acto de presencia el auto que habia mandado el abuelo.
Suspiré metiendo los dedos por mi cabello seriamente enredado y mis ojos focalizaron a una muchacha con el cabello rubio fresa que vagaba por las calles en dirección hacia mí.
La muchacha iba sola y me alarmé; aunque no parecía perdida. Su edad me hizo pensar por acto reflejo, que no podia andar por la aquella gran avenida sin la presencia de un adulto que la acompañara.
Me acerqué a ella con una sonrisa en los labios y la paré en seco.
-Hola.- le dije sin perder la sonrisa.- ¿Dondes están tus papas; preciosa?
La niña me miró con gesto malhumorado y me rodeó para no dedicarme ni un maldito segundo de su existencia.
-¡Oye!.- le grité; retrocediendo en mis pasos y yendo hacia ella de nuevo.- Eres muy pequeña para ir por la calle sola. ¿puedo hacer algo por ti?
Ella ni me miró si quiera y siguió avanzando.
-Mis padres me dicen que no hable nunca con extraños. Y tú lo eres. Déjame.- Su voz de niña retumbó en mis oídos. Se me hacia repugnadamente familiar.
-Yo….¿Donde vas? Yo me puedo acompañarte.- Me sentía “una buena samaritana” y no iba a permitir que aquella niña vagara sola por aquellas calles.
Ella se paró en seco y me miró de arriba a bajo ; valorándome con la mirada.
-Voy a Cullen Ltd.
Mis ojos se abrieron como los de un sapo y ella rió; como lo que era. Una niña de alrededor 7 años.
-No te rias.- le dije seria.- No tiene gracia. Dime tu nombre. Quizas te pueda ayudar. Yo trabajo….yo trabajaba allí….
Achicó los ojos la muy mamona y un claxon nos hizo volvernos a ambas.
El Audi negro; ultimo modelo, esperaba en un paso de cebra….¿Por mí?
Ví como la puerta del piloto se abría y bajar a mi abuelo de él me hizo casi saltar de alegría.
Caminó hacia nosotras y su rostro se volvió hacia la niña que estaba a breves centímetros de mi cuerpo.
-Bella…….- Sus ojos me miraron con suspicacia y luego viajaron a la pequeña compañera que me acompañaba.-¿Elizabeth?...¿Que haces aquí con Bella?.- El abuelo se puso de cuclillas para mirar a los ojos a la pequeña demonio sorda y le ofreció la mejor de sus sonrisas.
¡Un momento! ¡Elizabeth! ¡Maldita mi suerte, aquella era la Elizabeth de Tanya y Edw….y el ogro?
Me sentí lívida. ¡Oh genial….Bella!
-Me he escapado del colegio. Quiero ver a papá.- dijo ella dulcemente hablando con el abuelo.- Mamá se marcha y tengo que quedarme con él. Estaba nerviosa. ¡Quiero que tia Alice viva con nosotros!.
El abuelo comenzó a reir echándose las manos a la cabeza; incrédulo.
-Ven con nosotros pequeña. Te llevaremos con tu padre. ¿Sabes? Bella también trabaja en Cullen Ltd.
Los ojos azules de la niña vagaron hacia mí, con desconfianza.
-¿Ella?
-Si.- dijo el abuelo rotundo.- Vamos; te dejaré ir de copiloto. ¿Pero no se lo digas a nadie, eh?
La niña rió y abrazó al abuelo con fuerza.
-Al abuelo Carlisle tampoco…¿eh? Si no se enfada conmigo y no me deja que juegue con él a Barbies…
El abuelo rió de nuevo con ganas y yo sin entender el chiste , bufé.
-Bella.- me dijo, una vez que Elizabeth entrelazó sus dedos con los de él.- Vamos a llevar a Elizabeth con sus padres…luego hablaremos tú y yo.
Dudo mucho que el color hubiese vuelto a mi rostro después de saber que aquella niña repelente era la hija de Tanya y Edward. ¿Pero volver a la empresa? Aquello debia de haberme puesto verde; ya que un retortijon de narices hizo que mi estomago se contrayera.
Caminé detrás del abuelo y me subí en los asientos traseros de Audi. La pequeña enana parecía llevarse estupendamente con “ mi abuelo” áquel que habia tenido la genial idea de meterme en la guarida del león .
No tardamos ni dos minutos en llegar al parking de la empresa.
Al aparecer de nuevo por recepcion, acompañada de la pequeña arpía y mi abuelo; Jane me miró con los ojos bañados en sorpresa y saludó a mis acompañantes como si fueran el Marajá de Capurtala.
Cogimos el ascensor y noté la mirada de la pequeña monstruita como dagas.
-Aro. ¿Quién es ella? Me ha s dicho que trabaja aquí. Tú la conoces. ¿Quién es?
Giré la cabeza rápidamente en busca de mi abuelo y él respondió.
-Ella en esta empresa es como papá. Ella es mi nieta, es hija de mi hijo.- dijo el abuelo con la mayor naturalidad.
-¿Cómo papá? ¿Ella es para ti , como yo para Esme y Carlisle?
-Exactamente.- le dijo el abuelo serenamente; mientras las puertas del elevador se abrían y caminábamos hacia el despacho de el desquiciado de mierda de mi ex_jefe.
La niña repelente se paró en seco y se paró frente a mi, cogiéndome las manos.
-¿Entonces somos iguales?
El abuelo respondió por mí. Yo tan solo sonreí.
La pequeña se abrazó a mi cadera y un sentimiento de protección me embargó.
Pensé en la situación que la sostenía y en la amargura que vivian sus padres. Recordé la mía propia y me sentí como ella. En realidad eramos tan iguales….Dos semillas partidas por la mitad.
La niña al separarse de mí, me ofreció una sonrisa que me conmovió .
-¿Vamos?.- preguntó mi abuelo; mientras el vigilante de seguridad se quedaba perplejo al ver a Aro, Elizabeth y la ex asistente de dirección caminando juntos hacia el despacho del “gran jefe”.
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-¡Edward!.- La voz de mi abuelo, dura y energica, me hizo recordar quien era en aquella empresa.
Esperamos unos segundos en aquella puerta ; de la que yo habia salido hacia casi una hora.
Al abrir Edward; sus ojos impactaron en mí y luego, breves segundos después los focalizó en mi abuelo y en su pequeña trasto.
-Aro. Elizabeth…….¿Que ocurre? ¿Y tu que haces aquí pequeña?.- La pequeña abrazó los muslos de su padre y emitió una dulce carcajada.
-Bella me encontró en la calle. Papá;.- Se separó de su padre y lo miró seria.- Quiero que tia Alice viva con nosotros, mientras mamá esté fuera….queria decírtelo. Me escapé del colegio…
Edward maldijo entre dientes y nos dio paso, dando un fuerte portazo sin dejar de mirar a su hija.
-Voy a meter un puro al colegio que se van a cagar. ¿Cómo te escapaste?
La niña tragó ; avergonzada.
-Por la puerta.
Me reí y rápidamente me llevé la mano a la boca. El ogro que miraba con todo el odio que me procesaba, con aquellos ojos verdes de leopardo.
-Tú. No sé como tienes la poca vergüenza de volver. ¿No te despediste? ¡Pues a la calle! Me importa un bledo que me hayas traido a mi hija de la mano….
-Edward….-La voz del abuelo se escapó de sus labios como un gruñido.
-Aro. Perdona. Pero no estoy en el mejor de mis dias. –Edward caminó hacia la gran mesa que coronaba la sala de juntas y cogió el teléfono mirándome.- ¿Seguridad? Si. Hay una visita no grata. Deseo que se ocupen de ella.- Colgó.
Miré al abuelo….su vena. Aquella vena hinchada no estaba de muy buen aspecto. ¿Estaba a punto de estallar?
-Me marcho.- dije en un susurro.- Espero abajo.
Edward miró a mi abuelo con una mueca de incredulidad.
-¿Les has ofrecido dinero o algún tipo de incentivo por hacerse cargo de mi hija…?Por que si es asi , yo mismo te diré que esta mujer es…
-Papá.- interrumpió la niña.- ¿Vendrá tia Alice?
Edward miró por un momento a su hija y le sonrió asintiendo.
El abuelo apretó la mandíbula . Miraba a Edward como un contrincante en la arena de los duelos. Recordé que ambas familias llevaban el emporio sin ningún tipo de contratiempo y ahora yo no iba a crear ese lastre.
Me giré sobre mis talones y caminé hacia la puerta.
-Isabella.
La voz del abuelo me hizo quedarme estática.
-Aro. No sé quien es ella… pero creo que alguien la ha metido aquí para hacernos espionaje industrial. No he encontrado nada en su ficha. Es una completa desconocida. Isabella Platt como tal, no existe. No pasó por Recursos Humanos…creo que alguien la ha infiltrado por la compra de Shioquin.
-Isabella; ven a mi lado.-la voz del abuelo me hizo estremecerme y caminé de nuevo a enfrentar la poderosa mirada de Edward Cullen.
Sentí el rostro del abuelo pegado al mio y su mejilla arrugada me rozó; dándome un beso cariñoso al que yo le correspondí con una sonrisa.
Edward nos miró con desagrado y una mueca de repulsión hizo mella en su boca.
-Vaya….apuntas alto… jovencita….
La vena del abuelo……
estaba al borde de la explosión.
-¿Qué has querido decir con ese comentario, Edward?
Edward Cullen caminó muy seguro de sí mismo hacia mí y retuvo uno de los mechones despeinados que adornaban mi estúpida cabeza.
-Bueno. Es muy hermosa. Demasiado joven para ti, quizás. Pero no voy a entrar a valorar eso. ¿Como te ha ganado? Por que conmigo es una gata con las uñas afiladas en todo momento….
-Edward Cullen….Eres hijo de mi mejor amigo Carlisle Cullen, y por eso no voy a tener en cuenta las palabras con las que estas haciendo veredicto sobre esta mujer que ha traido a tu hija hasta aquí. Pero dedicar hacia ella esas palabras; no te hacen ningún favor. ¿Qué puesto desempeñaba Isabella?.- preguntó el abuelo, encarando a Edward como un igual.
Noté su mirada fiera unos segundos y luego volvió sus frios ojos hacia Aro.
-La segunda asistenta de Direccion. No entiendo como….
-¿Ha desempeñado bien su trabajo?
Una risa cruel asomó a sus labios.
-Si….Debo decirte que también se ha ganado los favores de Jacob.- me guiñó un ojo y los colores subieron a mi rostro; recordando el desagradable incidente de la noche anterior.
-No me interesa a quien se haya ganado Isabella o no. Ya veo que contigo no lo ha hecho y eso habla muy bien de ella….
-¿Qué quieres decir?.- increpó Edward molesto.
-La ultima asistente de dirección que compartió despacho con Tanya y contigo salió de Cullen Ltd. Muy mal parada. ¿crees que no se el efecto que tienes sobre las mujeres?
Edward chasqueó la lengua y el abuelo me sonrió; cogiéndome la mano con fuerza.
-Contestame Edward. Isabella …¿es buena para Cullen Ltd.?
-No. No lo es. No mientras no sepa nada de ella. Todavía estoy asimilando que esté discutiendo esto contigo, Aro. Te estoy diciendo que no sé nada de ella…nada…
-Edward. ¿Ibais a salir a Francia en unos días no?
-Si.- achicó los ojos y bajó la vista; revolviendo su cabello nervioso.
-Irá contigo.
-¿Queeeeee?.- dijimos Edward y yo al unísono.
El abuelo rió y entonces se rascó la cabeza.
-Es una orden. Una para los dos. Tranquilo Edward. Isabella no es una infiltrada ni nada parecido…
-¿Entonces que es…tu amante?
Aro elevó una ceja Y sentí toda la tensión que habia en el ambiente. El pulso me abandonó y ví como el abuelo comenzó a reir a carcajadas como si el maldito imbécil aquel, hubiese contado el mejor de los chistes.
Focalizamos nuestra atención en mi abuelo y luego nos miramos retadores.
Caminé los breves pasos que me separaban de él y lo miré de arriba abajo con repulsión.
Alcé mi mano y la estrellé con gusto en su mejilla derecha.
-Imbécil.- le siseé. -¡Amante!....¡Es mi abuelo, maldito gilipollas! ¿Ves todo lo que te rodea? Pues también es mío….tanto como tuyo.- recordé la presencia de Elizabeth y la miré; pero a la niña no le preocupó lo mas minimo que yo estuviese poniendo a su padre como un trapo. Es más; yo diría que hasta podia ver una sonrisilla que asomaba por las comisuras de su boca.
-¿Qué?.- La voz de Edward sonó ronca ; casi desesperada. Su mirada de odio habia pasado por varias fases. De sorpresa ante la torta y a otra completamente desconocida. Imposible de analizar.-¿Tú…..tú …eres Bella…Isabella Swan?
Alcé el rostro orgullosa.
-Si.
Unos golpes en la puerta ….Edward caminó hacia ella , abrió. Era el vigilante de seguridad.
-¿Señor?
-Perdona; Felix. Ha sido un error. Puedes marcharte.
El guardia se marchó ; contrariado y Edward caminó hacia mi abuelo con la mirada baja.
-Lo siento Aro. Pero debías de haberme informado sobre la presencia de …ella en la empresa.
- Tus padres y tu hermano lo saben.- espetó el abuelo; duro.
-Ellos no me han dicho nada…-siseó Edward entre dientes.
-Ese nos es mi problema; desde luego. Y tampoco el de Isabella. Os marchareis a Francia como se decidió desde un principio…
Iba a increpar al abuelo y él alzó su mano para detenerme.
-No quiero oir una palabras mas. Ya he tenido suficiente por hoy…Vamos nena. Te llevaré a tu apartamento. Ya he mandado que hagan una copia de tu tarjeta….
Nos giramos y caminamos hacia la puerta; la voz de la pequeña Elizabeth nos hizo volvernos.
-Adios Bella. Le gustaras a tia Alice. Si…le gustaras mucho…
-Adios.- le dije; intentando sonreir.- Nos vemos…
Cerramos la puerta y el abuelo rió con ganas.
-Se ha quedado mudo. Desde luego…..hacia años que no recordaba a Edward así…..-volvió a reir y yo; que debia estar haciéndolo con él. No tuve ganas.
Ahora seria oficial.
Isabella Swan.
La enchufada.
Continuará…..
holaaa jajajaj edward se quedoo callado y vana tener que ii juntos a francia no les va a quedar de otraa que pasara alliii ...y elizabethhh se conocio con bellaa jeeee....noss leemos en el que sigue!!
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