martes, 3 de mayo de 2011

Plugged

Túuuuu!.- rugió, mirándome a los ojos con su mirada nadando en la ira.
Mis ojos se abrieron como platos y como acto reflejo los achiqué, torciendo la boca.
No podia ser verdad; joder…no….
-Llevo un maldito mes sin poder dormir; por tu culpa, Edward Cullen. No digo que no folles; pero por lo menos tapa la boca de tus amiguitas para respetar el descanso vecinal….conmigo lo hacen….
Me giré en redondo y caminé hacia mi habitación, cerré la puerta con tranquilidad y suspiré.
Era victima de aquel hombre por todos los frentes.
En la oficina…
En mi propio hogar…
Al recostarme, vino a mi mente el enorme paquete del semental Cullen y sonreí….
Aquella noche, dormí como hacia tiempo que no lo hacia…
Por lo menos el maldito, respetó mi sueño….
…aunque dudaba mucho que pasara otro dia mas trabajando en Cullen Ltd.
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PLUGGED
Capitulo 5
Aquella mañana a levantarme, me dispuse a tener en cuenta mi aspecto.
Sabia a ciencia cierta que Edward Cullen tendría la carta de despido en la mano y lista para ser firmada.
Mientras me daba una ducha; me calenté la cabeza pensando en la reacción del abuelo y la de Jacob.
¿Pero era tan obstinado el destino? ¿Por qué no podia desprenderme del odioso de mi jefe, ni por las noches?
Bufé mientras secaba mi cabello y me ponía las medias; no sin antes propinarme un golpe con el radiador del lavabo en la rodilla.
Me cagué en todos los muertos del arquitecto que tuvo que ponerlos allí y me calcé los tacones de hebilla que habia comprado semanas antes.
Tras coger un taxi y caminar por el vestíbulo de la empresa; casi me quedo anclada en las dos colosales letras ornamentadas “C&V.Ltd” que habia inscritas en el centro del vestíbulo.
Pude ver el perfil de mi abuelo, caminando con un hombre rubio, bien parecido y con una bella mujer que sonreía como si estuviera en un anuncio dentífrico.
Anclada, paralizada, shockeada….
Esperé a que alcanzaran el ascensor y respiré hondo unas diez veces.
Mi vista fue hacia el mostrador de información y pude ver como los ojos azules y enormes de Jane me miraban con fijeza; pude distinguir una pequeña sonrisa en sus labios y me acerqué a ella pareciendo indiferente.
-Hola Jane…
La muchacha se apoyó en el mostrador y acercó su rostro hacia el mio.
-Eres como un libro abierto; Bella. He visto la sombra del terror al ver a los jefes…no te preocupes. Hay junta de accionistas. Es por la venta de Shioquin. Parece que todo es mas complicado de lo que se esperaba.
Negué con la cabeza. Todo en Shioquin estaba bastante controlado. Era mi trabajo y no habia saltado ningún tipo de alarma con aquella empresa.
-¿Quiénes eran?.- pregunté intentando parecer tranquila.
-La señora es la esposa de Carlisle Cullen; el hombre rubio y alto. El anciano que los acompañaba es Aro Vulturi; la otra parte asociada, es tan importante como el señor Carlisle. Quizas los conozcas hoy, se van a pasar por todos los despachos.
-Hum.
-¿No pareces muy ilusionada?.- Jane achicó los ojos y me evaluó con su mirada de no haber roto un plato en su vida.-¿Algun problema, Bella?
-No. De momento.- mentí.-Bueno voy hacia arriba; antes de que llegue, tú sabes quien.- giré mis talones y alcancé el elevador en un segundo.
Mientras las puertas se cerraban miré mi aspecto en el enorme espejo del ascensor. Tenia un aspecto magnifico; gracias al sueño reparador de aquella noche y al traje de chaqueta azul marino entallado.
Me giré en seco al ver unos fuertes brazos que sostenían las dos puertas intentando abrirlas.
Las puertas se abrieron parcialmente y la persona en cuestión entró.
Menuda suerte la mía….
-Buenos días….- su voz algo melódica, llegó a mis oídos como el sonido de los angeles. Vaya…parecía que aquella mañana aquel jodido hijo de puta estaba de buen humor.
-Buenos días.- espeté sin mirarlo y alzando la barbilla.
Tragué en seco por la situación en la que me encontraba y apreté el malentin que descansaba en mi mano derecha; me sudaban las manos. “ Bella tienes todo bajo control; no dramatices”
-¿Has dormido bien?.- noté claramente la mofa en sus palabras y me giré para alzar la cabeza y mirarlo a los ojos.
Las palabras se quedaron atoradas en mi garganta y tuve que intentar no hiperventilar allí mismo.
Vestia de una manera casual; parecía mucho mas joven que con aquellos trajes confeccionados a medida. Las jodidas Rayban descansaban en su cabeza y habia un brillo especial en sus ojos. Su boca me sonreía, enseñando todos sus perfectos y blancos dientes.
-No es su problema.- dije alucinada por su belleza. Se podia decir que aquella mañana Edward Cullen parecía un estrella de cine.
-Yo diría que si, es mi problema.- dijo rascando deliberadamente su mandibula fuerte; dominante.
Las puertas del ascensor se abrieron. ¡Gracias a Dios! Y salí en estampida, adelantándolo con aquellos tacones de vértigo que parecían tener vida propia y hacérmela imposible.
Me resbalé a medio camino y no me estampé de morros contra el suelo porque alcancé una fuerte columna y me sujeté en ella.
Pude oir perfectamente una risilla petulante pasar por mi lado; el maldito se moria de la risa por mi incapacidad de ir en tacones.
Alcé la cabeza nuevamente y respiré con fuerza.
Anduve hacia el despacho de manera regia; procurando no meter la punta de los zapatos en las juntas de las baldosas; porque seguro que también tendría que agarrarme a las paredes como una maldita garrapata para no caer.
El vigilante me dio la bienvenida y pasé al despacho que compartía con Tanya.
Allí estaban los dos…..y parecía que no iba a empezar con muy buena nota el dia de hoy.
-Sabes que es importante para mi; Edward. Me lo debes.- Tanya hablaba con Edward de igual a igual, e incluso pude ver un atisbo de ira en sus ojos. Estaba enfadada. Me miró un momento.- Hola Bella.
-Hola.- susurré.- Me iba a comer una de aquellas conversaciones de solo para dos….por la puta cara.
Quité mi chaqueta y la colgué en el perchero ; como si estuviese sola en el despacho. Me senté en mi mesa y puse en marcha el portátil…
-Sabes que la quiero. Pero no estoy por la labor de hacerme cargo de la niña…no ahora….- su voz sonaba algo baja; pero pude escucharlo todo a la perfeccion.
-No hagas que te patee el culo; Edward. Elizabeth, es tan hija tuya como mía. Ser padre no es asignar una pension al mes y descartar otras cosas…
Me quedé a cuadros…Tenian una hija en común…
-En una semana yo también salgo de viaje. No me puedes dejar tirado. Sabes que te necesito…
-Eres un egoísta de mierda, Edward. Yo te estoy hablando de Elizabeth , y tu me sales con el trabajo…siempre con el trabajo….me da igual lo que pienses hacer. Me debes tres semanas de vacaciones y estoy en pleno derecho a cogerlas. Me marcho en dos días. Tú te quedaras con Elizabeth. No está muy entusiasmada con la idea; pero al fin y al cabo eres su padre y te quiere…no sé porque ; pero te quiere.
Hubo un silencio prolongado, y carraspeé. ¿No podían marcharse al despacho de él a solucionar sus problemas domesticos?
-Pasate por mi apartamente esta noche. Entonces hablareremos.- dijo algo mas duro.- Tú; Isabella.- El imperativo de aquella orden, me puso de los putos nervios.
-¿Sí?.- le contesté; mirando la pantalla del ordenador.
-¿Tienes el pasaporte en regla?.- preguntó hosco, malhumorado.
Giré mi rostro para mirarlo y achiqué los ojos.
-Si. Por supuesto. ¿Por qué?
-Me basta con saber que lo tienes en regla.- dijo despectivo.- Ahora señorita Platt, haga el favor de pasar a mi despacho, tengo algo que solucionar con usted…en privado.- Habia algo empalagoso en aquella invitación que me hizo enervarme de una manera incontrolable.
No pude contener mi lengua.
-¿No esta contento con mi trabajo, señor Cullen?.- le dije alzándome de mi silla y encarándolo abiertamente.
-Venga a mi despacho.-siseó entre dientes y abrió la puerta continua; para darme paso.
Caminé hacia ella con paso lento y cuando ya estuve en su despacho, me giré para contemplar como tiraba suavemente de la puerta y se dirigía lentamente hacia su mesa.
De una manera completamente informal; se sentó en la mesa y me dirigió una mirada triunfal…aquello me olia muy, muy mal…
Levantó una mano; muy teatralmente y sonrió el muy descarado.
-Prometo tapar la boca de mis amantes; no quiero que mis empleados no rindan lo suficiente. No tenia ni idea que eras tú la solterona frígida que vivía en el departamento continuo.
Mordí mi lengua y decidí , seguir haciéndolo…
- Ha sido una sorpresa…agradable, creéme. Cuando necesites, cualquiero cosa.- su voz fue cambiando de tono; haciéndola mas sugestiva y agradable, casi una promesa sensual.-,ázucar, huevos…leche…¿los vecinos hacen eso, no? Ese apartamento ha estado vacío siempre…nunca he tenido que preocuparme por mis excelentes artes amatorias….- se rió levemente y yo me sentí al limite de estallar.- y de tampoco de contener a mis chicas…
-¡Eres un cerdo!
Sus cejas se alzaron y su boca se abrió levemente.
Tardó unos segundos en recomponer su rostro; se levantó de la mesa y caminó hacia mi con una mirada que me hacia estremecer.
Unos golpes en la puerta, me salvaron y carraspeó severamente para responder; alzando levemente la voz.
-Pase.
Me quedé empotrada en la pared; al ver a las tres personas que habia visto en el hall. Queria desparecer en aquellos momentos. Giré sobre mis talones lo mas despacio que pude y cogí el pomo de la puerta para intentar escabullirme de aquello victoriosa.
-¡Bella!
La voz de Jake, me hizo poner los ojos en blanco y volverme para ver cuatro rostros que me sonreían de manera tierna.
-Hola Jake…
Mi abuelo me miró de arriba abajo y luego sonrió orgulloso.
Carlisle Cullen, su esposa y Jake sabían perfectamente quien era…pero Edward…
-Hola Bells…- miró a Edward y lo saludó con camaradería.- Hermano….
-Ella es mi segunda secretaria de dirección.- dijo Edward en tono cansado, sentándose en su enorme silla de piel.- ¿No es la junta a las cuatro, que haceis aquí tan pronto?
-Eres un impresentable. Edward.- la voz de la madre de Edward parecía salida de una de aquellas películas antiguas. Perfecta.
-Mamá….- siseó entre dientes.- Haz el favor de no desprestigiarme frente a mis subordinados.
Miré al el abuelo y pude ver la vena de su frente palpitar…se estaba cabreando. ¡ji!
La mano de Jake asió la mía y en un gesto de lo mas jovial se volvió hacia Edward.
-¿Me prestas a Bella unos minutos, Edward?
Pude ver el ceño marcado de Cullen, y su mirada se posó en mis ojos.
-No. Lo que tengas que decir díselo aquí. La necesito ahora.
-Bien.- Jake pareció no importarle aquello.- ¿Quedamos esta noche? ¿Pizzas? ¿Comida china? ¿Qué prefieres?
Una idea colapsó en mi mente como un meteorito.
-Cualquier cosa Jake. No importa.
-Estupendo. Dame tu dirección.
-Si quieres te la doy yo.- la voz de Edward, hizo que nos volviéramos ambos y lo miré con un destello de ira en mis ojos.
-Tiene el departamento en el mismo edificio que yo, Jake.- dijo muy pagado de si mismo.- Pared, con pared; para ser mas exactos.
-Maravilloso.- dijo Jake, con una sonrisa de oreja a oreja.- Lo pasaremos bien. Seguro.
Lo imité, tenia un plan maravilloso para aquella noche.

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-¿Y dices que no te ha dejado dormir en un mes?.- Jake comenzó a carcajearse y yo; que no le encontraba la gracia por ningún lado, hice un mohín de disgusto.
-Esto es serio Jake. Es horrible y terriblemente vergonzoso, ser participe de ese tipo de cosas sin quererlo. De verdad….
Jake me ofreció su mano y caminamos hacia mi habitación. Puso uno de sus oídos en la pared y alzó una ceja.
-Parece que no se oye nada.
-Es pronto para el festin.
Él miró el reloj.
-Me pregunto cuando descansa…..
Me acerqué a Jake con total confianza y lo agarré por la cintura.
-Oye…¿me ayudarías a vengarme?
-¿A vengarte? ¡Oh, Bella, eres cruel! ¿Qué estas pensando?
El rubor tiñó mi rostro y bajé la mirada. Jake alzó mi barbilla con sus dedos y miró mi boca; mas serio de lo que lo habia visto jamás.
-Quiero que tu hermano pruebe su propia medicina…
-¿Quieres que hagamos el amor…Bella?.- el sonido ronco de la voz de Jake, me paralizó y dí dos pasos hacia atrás para separarme de él.
-No…tonto.- sonreí, intentando parecer indiferente.- Podemos gritar, zarandear el cabecero de la cama…gemir.
Esperé la reacción de Jake, sin respiración.
Pero atropelladamente, fue emitiendo carcajadas cada vez mas altas, al comprender.
-Ok…Bella….¿Es buena hora para esto?
-Estupenda.- sonreí.- mirándolo complice.
-Pues venga. Vamos a gemir y a mover la cama; te aseguro que Edward, no dormirá en unas cuantas horas…..
Continuará…..

1 comentario:

  1. holaaaaa estuvoo muy bueno el capiii edward tieneee una hijaa ahh con taniaaa uff y el no se hace muchoo cargoo hayy que darle un buen golpee a edwardddd...jeee...yy la venganzaaaa de bellaa mmmm yo mas bien creo que va a poner a edward de un pesimo humorrrr el pensar que ella se acostoo con jakee...y edward le preguntooo si tenis le pasaporte en reglaaaa mmmm seraque ira de viaje con el...besossss!!!!

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