CAPITULO 6
-¿Cuándo teneis decidido salir?.- pregunté nervioso.
- En cuanto Bella se sienta mejor de la reacción ante la marca.- dijo Carlisle en un gesto pensativo, que hizo que volara hacia sus pensamientos.
-Ni se te ocurra, hijo. Hazme caso cuando te digo que no querras oir lo que barrunta mi mente.
Torcí la boca; malhumorado y salí del despacho de Carlisle, subiendo hacia la habitación donde estaba Alice con la ejecutora.
Dí dos breves toques con los nudillos y me dispuse a entrar.
Cuando levanté la vista, quise volverme invisible o salir de allí pitando.
Alice, ayudaba a aquella mujer a colocarse una sencilla camisa color azul de satén. Su espalda, en una tonalidad hermosisima, trazaba líneas que se enredaban las unas a las otras formando jeroglíficos incompresibles para cualquier mente humana o vampira. Parpadeé un par de veces y ambas se giraron, advirtiendo mi presencia.
-Alice, quiero hablar con ella.- dije a
mi hermana, en tono serio.
Bella se giró y me miró con un gesto arrogante, evaluando mi aspecto desde la punta de mis pies hasta el último cabello de mi cabeza.
-No tengo nada que hablar contigo, niñato.- dijo cogiendo lo poco que quedaba de la vestidura que había rasgado para enseñar toda aquella maraña de trazos sin significado.
-Si vamos a ayudarte, hay que crear alianzas. Perdona si en algún momento te he hecho sentir mal.- ella me miró y su gesto duro se suavizó, le ofrecí mi mano, en señal de paz.- Edward Cullen.
Ella me miró, intensamente a los ojos y pude atisbar una sonrisilla travies en su perfecta boquita.
-Bella Swan.- dijo ella, apretando fuertemente mi mano.
En aquel momento, el mundo se paró en mis pies y todo adquirió una tonalidad diferente para mi. Su mano en contacto con la mia, me envolvió en una serie de sensitivas emociones, que me hizo soltarla con rápidez y jadear ¿Excitado?
-¿Qué pasa Cullen? ¿No soportas mi contacto?.- dijo altanera.- Esa no es buena manera de firmar la paz.
Me llevé las manos al cabello confundido. ¿Qué había sido esa sensancion?
¿Por qué deseé que me mordiera? Que se alimentara de mi. Siendo aquello, totalmente inusual en nuestro mundo.
Necesitaba salir de allí con urgencia. Mi miembro se había endurecido sin previo aviso y luchaba por salir de mis calzoncillos con una urgencia, nunca sentida.
-Yo….- miré a Alice y ella bajó la cabeza y dio suaves pasos hacia la puerta.
-Os dejo solos chicos.- sentenció.- Lo necesitais.
Cerro la puerta despacio y contuve la respiración nuevamente. La olor de su sangre fresca aún me perseguía de manera implacabel.
-¿Y bien, Cullen? ¿Qué quieres saber?
Carraspeé de manera involuntaria .
-Quisiera saber, que tipo de poderes tienes.
Ella se tensó. Y paseó a lo largo de la habitación de manera segura; mirando mis ojos.
Suspiró y se tocó aquel cabello frondoso, haciéndola ante mí, sensual y seductora.
-Tengo un aprendizaje inato, para la lucha. Sé manejar todo tipo de espadas, desde tiempos inmemoriables…
Tragué en seco y volví a suspirar. Su olor me envolvía de una manera hipnotica, me perturbaba y me excitaba hasta el punto de marearme. Deseaba salir de aquella habitación por mi propio bien, ya que lo que deseaba hacer era estrecharla entre mis brazos y hacerla mia, como minutos antes había hecho con Tanya.
-Soy inmune a los demás. Me explico.- dijo ella altiva.- Tengo un escudo protector para mi misma y para quien yo deseo en según que casos. Por eso no puedes leerme la mente. Aro tampoco puede ver nada. Eso lo exaspera hasta el punto de ponerlo nervioso, pero creo que ya a aprendido a vivir con eso.
-¿Tu relaccion con ellos es buena?.- pregunté, notando que mi voz había adquirido un tono ronco, como un arrullo después de hacer el amor.
-Sí, se puede decir que sí. Aunque no soporto su manera de “vivir”.
-¿No has tenido nunca compañero?.- aquello lo pensé, pero involuntariamente, salió de mi boca sin previo aviso.
Ella se paró en seco y de nuevo me evaluó el rostro.
-¿Muchas preguntas, no Cullen?
-Necesitamos saber si eres la elegida.- dije, acercándome a ella.
-No. Nunca he tenido compañero en mi vida inmortal, si a eso a lo que te refieres,
-¿Entonces lo tuviste, cuando eras humana?- seguía acercándome a ella, lentamente.
-Sí, estuve casada.- bajó la mirada.- Pero fue la peor experiencia de mi vida. Los hombres no sois nada para mi. No necesito compañero. No lo quiero, y pensar que Carlisle me ha dicho que …
Me detuve,ya a escasos centímetros de ella, observándola con detenimiento.
-¿Qué te ha dicho Carlisle, Bella?
Ella se revolvió incomoda e hizo un gesto de fastidio.
-Mi compañero, tiene que ver algo con todo esto. Por eso no me he unido a nadie todavía, la verdad no tengo curiosidad ninguna…
Yo también sabia algo sobre aquello.
El compañero de la elegida, debia ser una alma pura y honesta como ella. De ellos saldrá un heredero al trono de Volterra que derrocará a los Tres Reyes por siempre jamás.
El amor seria un suplicio para él, puesto que en ningún momento ella se sentirá atraída por él, hasta el momento que se haga clara, la marca en su espalda. Marca en la que se verá claramente el nombre del vampiro que será su compañero .
-Oí a Carlisle con mente y entrecerré los ojos con ira. No quería largarme de su lado. Queria estar con ella.
-Lo siento.- le dije.- Debo de irme.
Ella me miró con un gesto de burla.
-¿Tu compañera Cullen?
-No, mi padre.
-Debe ser un incordio, saber lo que piensa la gente en todo momento¿Cómo lo haces para no volverte loco?
-He cogido mucha practica al respecto.- sonreí.- Sé vivir con ello.
Dí media vuelta y camine hacia la puerta. Ella con una velocidad vampirica, sujetó la puerta con una mano y me preguntó mirando fijamente a mis ojos.
-¿Tú sabes algo mas …Cullen?
-No.- mentí.- Y aunque lo supiese, creo que es necesario que te prepares antes para ello. Es una dura carga la que habrás de soportar.- dije mirando sus labios, sonrosados. Me relamí ante la idea de tenerlos entre los míos y cerré los ojos fuertemente.
Ella apartó la mano de la puerta y me dio paso.
-Gracias Cullen. Queda firmada oficialmente la paz.- me sonrió
Le sonreí con las mejor de mis sonrisas y le besé fugazmente la frente.
Ante esto ella dio dos pasos hacia atrás y frunció su rostro en una expresión de enfado.
-No me toques Cullen, no soporto que ningún hombre me toque. Te lo diré con palabras de momento. La próxima vez no seré tan respetuosa.
Me marché de allí extrañado por mi propia reacción y si hubiera tenido sangre en mis venas, Creo que estaría colorado como la grana.
Carlisle me esperaba el pasillo. Inmobil y con gesto preocupado.
-¿Has hablado con ella?
-Sí,.- le dije mordiendo mis labios.- Necesitaba tener una pequeña charla con ella. Cada vez tengo menos dudas al respecto. Es la elegida, Carlisle.
-Edward, hay algo que no te he dicho….
-¿El que?.- dije sin aliento.
-¿Tienes idea lo que puede hacer esta muchacha, Edward?
Las palabras de Carlisle, tenían deje de alegría contenida. Sus ojos brillaban de manera especial, mientras me hablaba y una sonrisa nada incomoda; sobresalía de su rostro.
-¿Hay algo que yo no sepa, Carlisle?
-Bella puede invertir el proceso de transformación, Edward, nos puede hacer humanos.
Sentí que me quedaba sin aire; aunque aquello era imposible. Me llevé la mano a mi oscuro corazón y apreté con fuerzas la camisa que llevaba puesta, arrugándola hasta hacerle un agujero en ella.
-Eso era algo…con lo que no contaba…Carlisle.
holaaaaa cadaa vez estoy mas convencida de que es edwardd su compañerooooo...me tienee superr intrigadaaa yy ansiosaaya quieroo leer el capii que siguee estoy ansiosaa jaaja!!! buenisima la historiaa...buenoo por lo menos entre ellos hicieron las pacess peroo bueno bella no quiere saber nada de los hombress jeee...nos leemos en el que siguee besoss!!!
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