Capitulo 4
Bella pov
Allí parada, con la espalda al desnudo y las ansias de el que no sabe de que va el cuento, miré a todos con terror.
-Os exijo que expliqueis la mierda esa...que vosotros tan bien comprendeis.
Una mano conciliadora, puso un prenda encima de mis hombros y suspiró levemente, giré mi rostro hacia el álito y pude comprobar que era la hembra rubia del fortachón.
-Preparate, hermana. Porque si en realidad tú eres la elegida, es como aquello que dicen que el último que se entera de la historia es el propio protagonista. No podemos decirte nada.
Miré a Carlisle, que se hallaba cabizbajo y entristecido.
-Si fuera ella, Rosalie. ¿No crees que Aro ya la hubiera matado?.- preguntó a la vampira rubia que se hallaba a mi lado.
- O no. Si es tan poderosa como nos ha contado Edward, debe de tenerle miedo. Es mejor aliarte con tu enemigo. Piensalo Carlisle.
Comencé a pasearme con recelo delante de toda aquella familia de vampiros. Metí los brazos por la guerrera que me habia puesto la hembra rubia y noté un estremecimiento en la espalda...El tatuaje estaba comenzando a crecer de nuevo. Intenté por todos los medios hacerme la valiente. Pero aquello era mas doloroso de lo que estaba dispuesta a soportar. La crecida de la zarza, como yo la llamaba, era doloroso, hasta el punto de desmayarme. Siempre ocurria cuando pasaba cuando iba a ocurrir algo crucial en mi vida. ¿Seria todo aquello que estaban contando aquellos semejantes mios?
Me llevé la mano a la frente abatida y noté como todo se desvanecia de mi vista... mierda, no...toqué el final de espalda y allí es cuando lo vi todo negro
. Sangre, la marca crecia...
Edward POv.
- Cojedla, ¡Edward, se cae!.- Los pensamientos de Carlisle, llegaron a mi como como una corriente de electrica, moví mi cuerpo agilmente y cogí a la mujer aquella que habia puesto nuestra vida de cabeza.
Teniendola en mis brazos no pude reprimir un gemido de agonía al cogerla por la cintura y oler la fragancia tan perturvadora que ella ofrecia. ¿Era posible? .Sangraba y olia como si fuera humana. El olor de su sangre fresca hizo que la ponzoña se agolpara en mi garganta y cerré los ojos fuertemente.
-Alice, coje tu a Bella, Edward no puede hacerlo.- La voz de Carlisle, hizo que mis institos desnaturalizados volvieran a regir con total cordura.
Alice llegó hasta mi y me miró para que me apartara.
-Ya lo hago yo, Edward, tú ve con Tanya.
-Subela a una de las habitaciones que ahora iré yo a verla. Quitale la chaqueta antes de que la sangre comience a coagular y se quede pegada a la prenda. Su sangre es de una aleacion rápida y volveriamos a abrirle la marca si se la arrancaramos con ella. Rápido, hija.
Mi hermana Alice, subió con la mujer y todos nos miramos inquietos.
-¿Que es exactamente?.- preguntó Jasper.- He intentado apaciguar su ardor cuando se enfureció con Edward y no he podido. Es inmune a nosostros, y por los visto a todos nosostros...¿Tienes idea de lo que es en realidad?
-Creo que tenemos que ceñirnos a lo que dice la profecia. La verdad es que nunca he hecho mucho caso a ese tipo de leyendas, tan viejas como los tiempos...pero por lo visto es tan real como todos nosotros.
-¿Osea que es ella...?- susurró Emmet.
-Sí.
-Pues Aro, Cayo y Marco tienen que estar meandose en los pantalones.- sentenció Emmet en tono burlon.
-Voy a verla... esa idea es muy sufrida para ella. Aunque es una guerrera valiente, es como un estigma que la persigue.
-"Despues quiero hablar contigo hijo" , me dijo mentalmente mi padre antes de marcharse escaleras hacia arriba.
Tanya cogió mi mano y sonrió con calidez.
-¿No es maravilloso Edward?. Me reitero en lo que dije anteriormente, nunca pensé que viviria lo suficiente para esto.
La miré interrogante, con el ceño fruncido, aún tenia el olor de su sangre en mi cuerpo y éste se convertía en una fiera sedienta cada vez que hacia el ejercicio de repirar. Estaba tan acostumbrado a este gesto, aunque no lo necesitara que era como un acto reflejo.
-¿No sabes mucho de ella no?
-Lo suficiente para darme escalofrios.
-¿Porqué?- preguntó Tanya batiendo sus pestañas.
- Somos mostruos. Ya sabes que siempre lo he pensado. No concibo la idea de una mujer que pueda parir seres como nosotros.
Tanya me miró como si no comprendiera lo que decia..
-No sabes nada Edward...
-Bueno en realidad, casi nadie sabe la historia real a pies juntillas. Creo que oficialmente es asi ¿no?
- Hay algunas partes que fueron arrancadas del libro sagrado y no se saben. Pero la esencia si deberias saberla como parte de esta raza.
-No somos una raza, Tanya, somos un castigo divino.
-Hablas como si no fueras feliz, Edward, pensaba que despues de nuestra unión, hubieras cambiado de tipo de impresion; frente a esta vida nuestra.
-Ni un ápice.- dije secamente.
-¿Y qué reprento yo en tu vida entonces?
La cara entristecida de Tanya me encogió el musculo seco que yacía en mi pecho, le acaricié las mejillas con premura y le dí un suave beso en los labios.
-Tú me haces soportar esta carga, Tanya. No lo dudes.
Ella abrió más sus labios para mi, y entrelazó su lengua ávida de respuesta a la mia. Profundizamos tanto en el beso, que nos despegamos jadeantes.
-Te amo. Edward.- me dijo ella.
¿Porque yo no podia decirle lo mismo?
¿Porque cuando queria que mis labios pronunciaran aquellas mismas palabras, se quedaban inmoviles y la miraban con suficiencia.
Nunca esperaba respuesta. Estaba ya muy acostumbrada a aquellos silencios por mi parte.
Queria amar a Tanya, si, necesitaba amarla con pasion y dulzura, como lo hacian, mis hermanos y mis padres; pero ella por lo visto no despertaba aquellos sentimientos en mi. La habia elegido a ella,o ella me habia elegido a mi; aquello aún no lo tenia muy claro. Pero era asi, estabamos juntos, me hacia compañia y saciaba mi hambre de sexo. Hambre que habia descubierto hacia relativamente poco tiempo.
-Vamos a nuestro nido Edward, necesito que me poseas.- me dijo ella mirandome con celo.
Mis instintos sexuales hicieron mella en mi, y le sonreí benevolente.
Subimos rápidamente hacia nuestro nido y allí no nos dió tiempo si quiera a llegar al camastro que habia allí para nuestros seguidos encuentros sexuales.
Carlisle Pov
Cuando entré en la habitacion donde Alice habia metido a Bella, tuve que contener una exclamación.
La marca se habia extendido por casi toda las espalda, y formaba un compendio de letras, ramificadas las una a las otras como el tallo de una rosa con espinas. Las heridas estaban todas abiertas, aunque por lo que veian estaban comenzando a cicatrizar para formar de nuevo el tatuaje. Aún esta incosnciente y Alice la miraba con preocupacion, estaba sentada a lado de la cama junto a ella y la miraba con tristeza.
-Esta chica ha debido de sufir mucho, Carlisle.- me dijo con los ojos aún clavados en ella.
-Todos lo hemos hecho, Alice.
Me senté al otro la cama y miré más cerca las marcas.
-Pero ella, por ser lo que es, tiene que haberlo hecho mucho más. Puedo verlo en sus ojos. No tienen apenas vida. No sabe lo que es el amor de sus semejantes. No hay nada mas que odio. Hoy he podido vislumbrar tambien,celos, envidia... de nosotros.
-Quiere formar parte de nuestra familia Alice. ¿Tú que ves ?
-No puedo ver nada.- bajó la cabeza, nuevamente entristecida.
Yo le puse una mano en el hombro y le guiñé un ojo.
-Tranquila, Alice. Todo esta por llegar.
-¿Quien le dirá a Edward que esta chica puede hacer que se invierta el proceso de conversion?
Continuará....
holaaa que buennn capitulooo...jeee pobre bellaaa ..y edward no ama a taniaaa...y el olor de la sangre de bellaa lo llamaa jaaj!!!! con lo ultimo me dejaste con muchaa intrigaaa...bueno noss leemos en el proximo capii!!!!! me encantaa!! besoss!!!
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