martes, 22 de febrero de 2011

My Love Is Over

MY LOVE IS OVER
CAPITULO 3


-¿En serio, Bella?.- Alice me propinó un beso en las mejillas y me enseñó todos los dientes en una magnifica sonrisa.
-Bueno…la verdad es que no. No tengo pareja, Alice.
La muchacha me hizo un mohín de disgusto.
-Pero si me has dicho que…
Me llevé las manos a la cabeza y cerré los ojos enormemente cabreada conmigo misma.
-Mentí…
-¿Por qué…? Espera…¿mentiste por Edward? ¿Mentiste por el imbécil de mi hermano?
-Joder, Alice; me dio rabia que se riera de mi…siempre lo hace y estoy hasta las narices. Es un gilipollas.- Miré a Alice a ver la expresión de su rostro. Me estaba explayando con su hermano..y claro; era su hermano.- Perdona pero es un cafre.-le dije.
Alice bufó y sonrió.
-Corroboro todo lo que dices; Bella. Es un mierda…absoluto.
La puerta de la calle se abrió y por ella como una aparición hizo acto de presencia Esme Cullen la dulce mamá de cuento moderno.
Sonreí al mirarla y ella me imitó cariñosa. Caminó hacia mi con los brazos abiertos y me abrazó.
-Bella hija…¿Cuándo has llegado?
-Hace media hora mas o menos.- contesté mirando el reloj.
-Le dije a Edward que no hicieras nada, quiero hablar contigo. ¿no te lo ha dicho?
Negué con la cabeza. “Maldito cabrón”
-Bueno, mira…Voy a necesitar que vengas mas a menudo. Tengo mucho trabajo en la agencia y no doy abasto. Me gustaría que fueses tú y no otra la que se encargara de la casa; Bella. Yo me marcho después de la fiesta de mañana y no sé si los chicos se van a apañar solos. Si te quedaras de interina…te lo agradecería. De verdad. Si no…tendré que buscar a otra, porque esto se va a repetir en el tiempo…- Esme me habia sentado en uno de los sofás del amplio comedor y me acariciaba las manos cálida.
Cerré los ojos, empapándome de todo aquello que me habia soltado.
¿Interina?
¿Debia de dormir, allí?
¿Pero si no eran bebes?...”Joder….mierda Bella, piensa en el dinero..seguro que te llevas una buena pasta.”
-Está bien señora Cullen; pero tengo unas cuantas cosas que tratar con usted.
Esme me miró seria y asintió para que comenzara a puntuar…y puntué con determinación.
-¿Ha entrado en la leonera de su hijo? Porque querida señora debe de serlo…Estoy harta de que me deje pañuelitos de papel tirados por el suelo, algún que otro condon liado en el envoltorio y la verdad, con todos mis respetos señora Cullen…su hijo es un cerdo.
Alice que estaba contemplando nuestra conversación soltó una carcajada y se marchó escaleras arriba.
La señora Cullen adquirió una tonalidad carmín en su rostro y bajó la mirada avergonzada.
-Hablaré con él. Te lo prometo. Edward es como es, pero no es mal chico…
-No voy a hablar con usted de cómo es su hijo. Usted mejor que nadie lo sabe.Esa es mi única objeción. No entraré a limpiar la habitación de su hijo.
-Muy bien Bella…lo siento…de verdad.
Le dí un apretón en la mano y le sonreí.
-No se preocupe. Tan solo es ese detalle, por lo demás estoy muy contenta..
-¿Entonces accederas, Bella?
-Sí, siempre claro y hable con Edward y le diga que respete mi trabajo.
-No lo dudes.- dijo seria. Suspiró.- Y ahora vete…quiero que te prepares para mañana…ya empezaras tu tarea de aquí a dos días. ¿Supongo que iras a la fiesta?
-Si.
-Buscame. Yo y Carlisle estaremos muy orgullosos de sentarnos contigo.
-No sé…
-Bella…eres de casa prácticamente. Alice te quiere como si fueras su hermana y Emmet igual…
-Está bien señora Cullen. La buscaré.
La voz de Alice atronadora desvió nuestra atención.
-Bella, Bella..¿No te importa si voy contigo a Port Angeles esta tarde?
Fruncí el ceño e hice un mohín.
-Alice, tengo suficiente gusto como para comprarme un vestido mas o menos adecuado; no te preocupes.- dije tajante.
-Venga Bella…seguro que puedo ayudarte…- se arrodillo para estar a mi altura y me puso los ojitos vidriosos.
-Está bien. Iremos en mi auto. Angela también vendrá. Te espero a las cinco, en mi casa.
Alice miró a su madre .
-Edward tiene que llevarme a casa de Bella mama. Diselo tú. A mi no me quiere abrir la puerta.
-¿Cómo?
-Tiene la música a todo volumen y no me abre la puerta. Está como loco.
Me levanté, intentando pasar completamente de aquella conversación familiar y guardé el carrito en el patio. Me quité la bata y me puse la chaqueta para salir de la casa.
Me despedí con las manos y agradecí no tener que ver mas a Edward Cullen hasta días mas tarde…


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-Es guapísimo, Bella. No digas que no..mira,mira. Esta mirando hacia arriba.
Angela babeaba literalmente por Edward; bueno en realidad medio pueblo lo hacia, porque el otro medio pueblo eran tios.
El ruido del volvo aparcando en el jardín de Charlie nos dio el aviso que Alice ya estaba allí.
Angela se acercó a la ventana de mi habitación para observarlos, y pues eso…babeaba por el absurdo de Edward Cullen.
-No me parece para nada guapo.
Angela se volvió para encararme y sonrió.
-¿Acaso estas ciega, o qué?
-No, no estoy ciega. Conozco lo maravilloso que puede ser y te digo que si lo conocieras…te daría asco, es repugnante.
Bajamos en busca de Alice y la pequeña duende nos saludó a ambas con un abrazo.
Me despedí de papá y salimos al jardín a buscar la chevy. El maldito todavía no se habia marchado y estaba repantigado en su coche, observándonos.
Angela se habia quedado medio embobada y no podia quitarse de encima una risa absolutamente gilipollas que se habia quedado aplastada en su cara.
-Hola Edward.- le dijo con ojos de cordera degollada.
-Hola preciosa.- le dijo él de una manera seductora.
Me dieron ganas de vomitar; literalmente. Puse los ojos en blanco e insté a las chicas para que subieran a la camioneta.
Alice se puso a mi lado, en la camioneta y Angela ocupó el asiento trasero.
Me dispuse arrancar mi destartalada chevy y él tocó en el cristal de la camioneta.
Volví a poner los ojos en blanco y no pude reprimir una mueca de repugnancia.
-¿Qué, Cullen?.- pregunté sin mirarlo.
-¿Estas segura que esta mierda, llegue a Port Angeles?
Bufé.
Estaba diplomado en tocarme las narices.
-Ni puto caso, Cullen.
-Por tu propia seguridad. Espero que me devuelvas a mi hermanita sana y salva.- No lo miraba; pero podia adivinar que me estaba hablando con una sonrisa sardónica en su rostro.
-Ni puto caso, Cullen.
-¿No me miras, Swan?¿Tan nerviosa te pongo?
Giré el rostro, muy, muy encabronada y achiqué los ojos.
-Eres el ultimo hombre en la tierra en que miraría en calidad de mujer. ¡Que mas quisieras!.- Giré la manivela del cristal para subirlo; pero sus manos me impideron hacerlo.
La tensión dentro del auto era tal, que las manos me temblaban.
-Edward eres tonto ¿o que? Deja a Bella en paz. No la atormentes. Porque mamá te haya puesto en tu sitio, eso no quiere decir que tengas que dedicarte a molestarla.- Alice, alzó la cabeza para mirar a su hermano.- Saca la mano, si no , te faltará una para meterle mano a Tanya.
Arranqué el automóvil, sin esperar si quiera que él sacara la mano y comencé a manejar el coche. Su mano despareció rápidamente y tocó levemente mi cabello, lo miré con ira y él me dedicó una de esas sonrisa de cerdo; puramente sexual.

No dijimos nada durante el trayecto. Estaba terriblemente cabreada.
Al llegar a Port Angeles nos fuimos a la tienda de modas que vestia a Alice y allí Angela se probó varios vestidos.
Yo me dedicaba a mirar los precios desorbitados y a bufar. Nada de aquello estaba dentro de mis posibilidades.
-¿Qué miras Bella?.- preguntó Alice acercándose a mi.
-¿Qué voy a mirar? Pues el precio. Esto es una fortuna.
-Yo me encargo; no te preocupes. Mamá me ha pedido que te compre el vestido.
-¿Qué?.- estaba asombrada.
-Sí. Quiere de alguna manera soliviantar un poco tu problema con mi hermano. Ya sabes, el imbécil…
-No lo puedo permitir.
-Si, si que puedes. Y lo permitiras. Esto solo es un adelanto ¿ok? Es un regalo de todos…bueno ya sabes. Queremos que mañana vayas preciosa a la fiesta ;aunque sea sin pareja…
-Alice…
-Por fis….
-¿Pero no le dijiste a Edward, que iba con pareja, Bella?.-Angela salía de uno de los probadores y me miraba consternada.
-No; Angela no lo entiendes. Mentí…Jacob si me lo pidió pero yo me negué. No tenia intención de ir con pareja…
-¿Entonces? ¿Por qué engañaste a mi Edward?.- espetó Angela.
-Me supera…
-No importa…en realidad, es fantástico….- soltó Alice, enigmática.

Bueno…pues al final, Alice elegió el vestido. Me lo probé y la verdad me gustó. Era un vestido para una situación especial y esta así lo requería.
Pegado a mi como una segunda piel con un gran escote en v; parecía sacada de una de aquellas películas italianas que tanto le gustaban a papá.
Cuando me ví en el espejo ; me vino a la mente las curvas de Sophia Loren o Monicca Belucci.Claro que yo no tenia nada que ver…pero estaba …estaba bella.



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-Me voy a matar.-Intentaba calzarme los tacones ligeramente abiertos en la punta que me habia elegido Alice; mientras miraba mi imagen en el espejo.
Bella la fregona habia desaparecido y parecía otra…otra que no reconocía y me daba miedo…porque me gustaba.
El claxon me alentó para bajar con mucho cuidado las escaleras para no matarme y busqué a mi padre que se hallaba en la cocina comiendo ensalada.
-Papá..me marcho…
Papá levantó la vista y parpadeó un par de veces.
-Bella..¿Que has hecho con tu pelo?
Toqué levemente la melena de leona que me habia dejado Alice, dejando ver los pendientes de aros dorados que también me habia elegido la duende.
-Nada de lo que ves es real; papá.
-Ya lo creo…estas preciosa, hija…
Me ruboricé levemente y bajé lacabeza.
-Gracias papá.
Otra vez el maldito claxon.
-Me esperan.- dije moviendo los brazos.
-Vé hija ve, pasalo bien…
-Te quiero papá.- me acerqué a él y le dí un suave beso en la mejilla; dejando el carmín marcado en su cara.
Giré sobre mi misma y abrí la puerta.
Alice me esperaba junto con Emmet y Rosalie que abrieron la boca asombrados.
-¡Dios mio! ¡Bella!.- Emmet se frotó los ojos y sonrió abiertamente.
Me lancé al descapotable de Rosalie y lacé besos al viento.
-No os beso porque he visto lo que puedo hacer con estos.- dije señalando mis labios.- Mi padre tiene la evidencia en su cara.
Todos sonreían y Alice me miraba orgullosa.
Al llegar a la carpa del instituto, estaba a rebosar.
Buscamos un sitio para aparcar y nos bajamos intentando vislumbrar a los padres de Emmet y Alice.
-Creo que tendremos que entrar…- señaló Rosalie.
Alcé las cejas y miré a Emmet, negando.
-No. No tengo pareja.
Comenzó a reir sonoramente.
-¿Se le ha pegado la tontez de Edward o que?.- pregunté a Rose.
-No…no es eso..creemos tanto él como yo que no acabará la noche sin que se arrastren tios hacia a ti como leones en celo.
-Vete a la mierda, Rose.- Me giré y caminé sola para hacer cola en la entrada.
Miré la noche estrellada y sentí que la brisa fresca me erizaba el vello.Miré hacia atrás y ¡Mierda! Allí estaba e Edward y su novia la multiorgasmica.
Casi podia oir lo que estaban hablando.
-Estamos apostando Edward.
-¿Qué apostais?.- sonaba divertido el muy cerdo.
-Que no pasaran mas de cinco minutos que Bella esté si pareja.
-¿La han plantado? No me estraña..
“Hijo de puta!
-Nena…¿Estas sola?.- Una voz sugerente se perdió en mis oídos y giré el rostro hacia atrás.
Un chico enormemente guapo de cabello rubio y ojos azules me miraba delirante de deseo.
-Soy Jasper. ¿No tienes pareja?
-No.
-Yo tampoco. ¿Quieres ser mi pareja?
Miré hacia los Cullen y sonreí orgullosa, mientras no despegaba la mirada de Edward Cullen.
-Paga.
-¿Qué quieres que pague?.- preguntó el infeliz.
-Ni dos minutos. Paga.
-¿Qué coño dices Emmet?
-Bella ya tiene pareja.
Un silencio…
Pasos sobre el césped…
Alguien que me sujeta del brazo para volverme violentamente.
Edward Cullen
-¿Qué haces Cullen?.- espeté.
Me miró de una manera extraña; sin dejar de explorar todos los angulos de mi rostro y mi cuerpo y me soltó como si le quemara.
-Pareces una puta.
No pude reprimirme y lo abofeteé….
Continuará….

1 comentario:

  1. holaa me encantoooo aunque edward se paso tres pueblos con lo que le dijo a bellaa a lo ultimoooo...bueno encima van a convivir en la mismaa casaa uhhhhhh estoo es la guerra jajjaajja!!! esta buenisimaa la historiaaa...y alice me gusta su personalidad...besos y nos leemos !!!!

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