MY LOVE IS OVER
CAPITULO 4
La cara de Edward era un poema; pero estoy segura que la mia, lo era mucho más.
Antes de que me diera cuenta todos nos habían rodeado.
Tanya; la perra multiorgásmica estaba al lado de Edward y le pasaba las manos por la cara; como intentando calmarlo; con aquellas uñas de gata que tenia pintadas de rojo anaranjado.
El tal Jasper se habia quedado como embelesado mirando a Alice y ésta a él. Parecia como si todo lo que estaba ocurriendo no se hallara en su misma sintonía .
Emmet y Rosalie se miraban cómplices y asentían. En sus bocas se dibujaba una ténue sonrisa, medio diabólica que me puso la piel de gallina.
Y Edward…el maldito Cullen no me quitaba la vista del rostro. Parecia que habia quedado como de piedra; allí plantado.
-Angela…voy a buscar a Angela…- susurré girando sobre mis talones.
Caminé intentando no tropezar con nada; ya que el suelo estaba plagado de piedras como mi puño y tenia muchos puntos para caerme y terminar de hacer el ridículo.
-¡Bella!.- la vocecita apagada de Alice; me hizo volverme y mirarla con absoluta frialdad.- ¿Dónde vas? …- preguntó algo avergonzada.
-Voy a buscar a Angela. Con ustedes no pinto nada. No quiero estar a menos de 15 metros de tu hermano. Me repugna.- Volví a caminar; sin despedirme y sentí que se habia quedado parada allí; sin mover un músculo.- Oye Alice.- le dije, volviéndome a girar.- Que no se te escape el rubio…esta de muerte…..- ensanché mis labios en una sonrisa sin dilación y ella me imitó volviéndose y caminando hacia sus hermanos.
No miré más hacia ellos.
Si no encontraba a Angela, me marcharia mas pronto que tarde y nadie se enteraría.
Me coloqué de nuevo en la cola.
Me sentí un poco cohibida. Casi todas las chicas iban del brazo de sus novios y las que no; esperaban rezagadas, en un lugar aparte para que alguien se lo pidiese.
Cuando llegué al gigantón de seguridad; me miró extrañado.
-¿Una entrada?.- me preguntó.
-Sí.- volví los ojos.
-No se te ocurra hacerle pagar a esta belleza; su sola presencia debería de ser un recurrente para captar clientes. Es una Diosa.
Cuando miré hacia mi lado vi un cuello fornido. Quien quiera que fuera aquel hombre. Era descomunal. Alcé mas la vista me encontré perdida en sus ojos. Verdes…azulados.
Una sonrisa idiotizada cruzó mi rostro y parpadeé varias veces.
¿Quién era aquel hombre?
No lo habia visto en mi vida.
Desde luego; rozaba la cuarentena. Si no la tenia ya . Pero no importaba. Rezumaba seguridad. Y sobre todo…aquellos ojos expresaban bondad.
Su cabello rubio oscuro ; ligeramente ondulado caia sobre su frente en un gesto muy natural. Su boca casi perfecta enseñaba unos dientes completamente blancos y bien alineados. Su mandibula fuerte; destacaba por la suave barba de alrededor de una semana que cubria su rostro.
Era realmente tentador…muy tentador.
-Soy Gerald…¿Tú?.- Me ofreció su mano cuadrada y fijé mi vista en ella. ¡No habia anillo de casado!. Capturé su mano. La mia se veía infinitamente minúscula al lado de la suya…y me sentí tremendamente femenina en aquellos momentos. La forma de mirarme y su manera de rozar el pulgar por el dorso de mi mano…me sentí excitada y extrañada.
-Bella…Bella Swan.- Me presenté, sin perder la sonrisa y miré aquellos ojos que me tenían al borde del precipicio.
-He quedado aquí con unos amigos…yo lo mismo que tú; no tengo pareja…pero si quieres..tan sólo si tú quieres; podemos alterar ese pequeño problema.
“¡Pues claro que si…!” pensé.
Dentro de mi ensimismamiento; no oí las voces que eran colindates a mi.
-¡Queremos entrar! ¡Movimiento en la cola, ya!.
El monumento que yo miraba se apostó a mi lado y me dio la mano con una naturalidad nada fingida. Pagó la entrada, como pareja, y nos entregaron dos botellas de Champaña .
Dentro la música pitaba en en los oídos; pero no importaba.
Iba de la mano de un Dios…..
…Atisbé a ver a Carlisle y a Esme que se hallaban sentandos en una de las mesas que habia dispuestas; les sonreí y los saludé alegrememente con la mano.
- Mira; son ellos.- me dijo él.
-¿Ellos?.- pregunté.
-Sí. El doctor Cullen y su esposa.
-Vaya…el mundo es un pañuelo…- dije sin perder la sonrisa.
-¿Porqué?.- él paró en seco y me miró interrogante.
-Yo también conozco al matrimonio Cullen. Trabajo para ellos.
La música alteraba gravemente nuestra conversación y nos hablábamos a voces, literalmente.
-Vaya….- sus ojos como pozos de tranquilidad; me volvieron las piernas de gelatina.
Nos acercamos a ellos y tanto Esme como Carlisle se levantaron y me miraron con misteriosa persuasión.
-Gerry…que gusto.- saludó Esme.- Pensabamos que al final no vendrías…y menos de la mano de nuestra Bella.- Esme sofocó una risita y miró hacia nuestra espalda.- ¡Hijos! Venid…mira Tanya…
Me volví junto con el hombre que me sujetaba la mano con tanta ansiedad como yo se la daba.
Allí estaban todos…absolutamente todos…
-¡Papá!
No podia creerlo…no…Gerald era el padre de Tanya…
-Nena.- le dijo , abrazandola, mientras yo me quedaba absorta, encontrando alguna similitud entre aquel hombre y aquella ninfómana.- ¿Y Edward?.- preguntó.
“Mierda, mierda,mierda”
¿Es que no podia tener al menos; un poco de suerte?
Alabado sea Dios. Ví a Angela y me desubiqué de allí como bien pude.
Corrí hacia ella. Estaba con Eric.
La abracé .
-Bella estas lindísima. ¿ha sido obra de Alice?
-Sí.
-Bueno; tienes muy buena materia prima.- Se rió y Eric se acercó a saludarme.
Me sentía francamente incómoda.
Angela estaba con su cita. Los Cullen estaban con él.
Y yo, que habia entrado con un Dios…resulta que era el suegro de su odiosa majestad Edward Cullen.
-¿Bebes champaña, Bella?.- Eric, me llenó una copa y yo asentí.
Estuve bastante tiempo, allí plantada. Mirando a hurtadillas como los Cullen hablaban con Gerald y mantenían una conversación de lo mas amena. Pude sentir las miradas de Alice y las sonrisa insinuantes de Rosalie….
-Vamos a bailar Bella. – Angela ya habia bebido mas de dos copas y estaba “ mas alegre” de lo normal.
-Yo no..
Era de todos bien sabido, que mi negación al baile no era una pura banalidad. No…. Yo era funesta para eso.
Tenia dos pies izquierdos que tropezaban entre si, y caia a la menor oportunidad.
Pero el empujón a la pista de baile de Angela; no me dio opción.
Bailaba con la copa de champaña en la mano y bebía pequeños sorbos, que poco a poco me iban deshiniviendo de todo y de todos.
Llegó un momento en que no me acordé ni de los Cullen ni de nadie; solamente dejaba mover mi cuerpo al compas de la música.
Mi cuerpo parecía crear movimientos fantásticos siendo victima del alcohol y me carcajeé.
Sentí unas manos fuertes que rodeaban mi cintura y me pegaban a su pecho.
Mi espalda; sintió una especie de estremecimiento y miré hacia arriba; girando levemente la cabeza hacia atrás….era Gerald…
-Eres lo mas bonito que hay en la fiesta..y puedo apostar que del mundo entero…- susurró en mi oído.
Reí. Me gustó. Me gustó tanto, lo que decía.
Dí media vuelta y mi torso se pegó al suyo. Su mirada se perdia en la mia y su boca, clamaba por ser besada; por mis labios…si; deseaba a ese hombre; lo deseaba como una condenada loca.
En mis 20 años de edad; juro que nunca me habia atraído sexualmente tanto un hombre. Nunca.
-¿ Puedo invitarte a cenar, mañana?.- sugirió de una manera que debería de estar prohibida.
-Si; puedes.- no tenia vocabulario.
Él miró mis labios y me dio un giro que me mareó.
-Pues bien. Dime tu teléfono señorita Swan, que yo mañan…
-Dejala… está mareada…- fruncí el entrecejo y miré hacia la voz.
-Tú…- susurré.
Edward Cullen se entrometía en aquella burbuja que habia construido y me envolvía de absoluta felicidad.
-Es mejor que lleve a Bella a su casa; Gerry. No está en condiciones.- Me apartó de un brusco movimiento de sus brazos y me cogió por el codo, arrastrándome casi; literalmente hacia fuera de la carpa.
Yo intentaba luchar con él: pero el maldito tenia tantas fuerzas que no podia con él.
-Dejame; Edward.- alcancé a decir. La verdad es que tartamudeaba un poquito y estaba la mar de graciosa.
Él me miró; con aquella mirada suya inalterable y no me habló. Siguió empujándome hacia su coche .
Una vez allí; me sentí tremendamente mareada y debí de perder el color de la cara.
-Bella.- susurró de una manera agónica.
¿Por qué tenia que estar tan pegado a mi?
No me dio tiempo, y le eché todo el vómito encima.
Me dio tanta vergüenza; miré su chaqueta y estaba hecha unos zorros.
-Pareces un muerto ; Bella.- espetó, abriendo la puerta del copiloto y metiéndome dentro a trompicones. Se quitó la chaqueta y la echó en el asiento de atrás con una mueca de desdén.
Descansé la cabeza en el asiento y cerré los ojos. Tenia sueño…mucho sueño; pero eso no me quitaba la mala ostia que le tenia a Edward.
-Debias de haberte quedado en la fiesta. ¿A que viene esto?.- le dije con los ojos cerrados y mi cabeza reposada en el respaldo del coche.
-Alguien tiene que hacerse cargo de ti ¿no?.- dijo arrancando el coche ; como un loco.
-De todas las personas que habia ahí dentro. La ultima persona que quiero que se haga cargo de mi; eres tú.- le dije con la voz pastosa.
Me llevé la mano a la frente. Queria estar en mi casa…en mi cama.
-¿Hubieras preferido que te hubiera traido Gerald Denalí?
Mi boca se ensanchó en magnifica sonrisa.
-Por supuesto.
Edward pegó un frenazo y me miró con los ojos encolerizados.
-¿Porqué?.- preguntó con la mandibula apretada.
-Me gusta.- dije , cerrando los ojos. Rememorando sus rasgos y su cuerpo de guerrero.
Sacó aire por la nariz como si de un mihura se tratrase.
-Es muy mayor para ti.- inquirió mirando la carretera.
-Mejor. Experiencia. Yo no tengo ninguna…Ademas…bien que te ries de eso ¿no? Pues ahora la tendría…y de la mano de quien…ah…..- solté un suspiro apasionado.
-¿Eres…eres….?.- Alcé una ceja. ¿Edward Cullen se trababa al hablar? ¿Era aquello posible?. Me miraba sin pestañear y su rostro habia adquirido un tono rosado que me hizo reir, sin poder evitarlo.
-Sí soy virgen….y todavía no comprendo como estoy hablando de esto contigo..si no te soporto…y después de lo que me has dicho esta noche….
El absoluto silencio embargó el auto y lo miré; ansiosa. Tenia ganas de llegar a mi casa y a mi cama.
-Tanya no va a aceptar que tengas una relaccion con su padre.- espetó serio y con la mirada vidriosa.
-No me comas la olla; Edward. Ahora no.
-Tiene suficiente edad para ser casi tu padre; Bella.
Lo miré con autentica mala ostia.
-¿Y a ti; que coño te importa?
Él negó con la cabeza y miró su ventanilla . Respiró unos segundos pausadamente y arrancó de nuevo el volvo. Gracias a Dios íbamos hacia mi casa.
El poco trayecto que quedaba fue en silencio.
Al llegar a la casa de Charlie. Edward se bajó del volvo , me abrió la puerta y me alzó con cuidado para no darme con la cabeza en el borde de la puerta. Yo sonreí.
-¿Tienes las llaves a mano?. Preguntó.
-Pues claro. Que preguntas; Cullen. Ya puedes marcharte. Vete con tu Tanya.
-Sí; Claro.
Me dejó en el umbral de la puerta con las llaves en la mano y luchando porque entraran en la cerradura.
No lo oí llegar a la puerta; y antes de que me diera cuenta ya lo tenia a mi lado. Me habia quitado las llaves y habia metido éstas dentro de la cerradura.
-Ya está Swan.- dijomuy bajito.
-Gracias; Cullen.- le contesté; sin cambiar el tono de mi voz.
Y antes de que cerrara la puerta de mi casa; ya habia metido una patinada con el auto y se habia marchado de allí como un loco…
Continuará…
holaa ahhhhhhhhhhhhh ell padre dee taniaa noooo ajajajja ....yo creo que a edward le dioo celos por eso se puso asiii y se la llevo a bellaa ....yy creo que le va a agarrar mas ataques de cloes pues parece que a bella le gustaa jee...bueno tal vez asi se da cuentaa edwarddd que siente algo por ella o noo...veremso que pasaaaa...para mi que el siente algo por ella sino por que se iba a poner asiii...besoss y nos leemos en el que vieneee!!adios!
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