domingo, 20 de marzo de 2011

Plugged

P L U G G E D
Capitulo 2
Algo desorientada caminé hacia el ascensor y esperé pacientemente a que se abriera. Una vez que lo hizo me metí dentro de él, oyendo unas fuertes pisadas que caminaban con rapidez hacia la puerta abierta de la cabina del ascensor. Pude ver los ojos del jodido dueño de las Rayban ; luchando por meterse dentro del ascensor. Sonreí y le hice el típico gesto de Fuck, con el dedo; sonriendo de forma muy, muy insolente. Se quedó allí parado; mientras me miraba con ira en los ojos.
-Jodete, maldito gilipollas…aún llego yo antes que tú….
Me sentí fantásticamente bien; con aquel gesto. Diria, incluso que liberada.
Miré como los botoncitos del ascensor iba iluminándose; mientras subia a la planta 3.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, ví un gran pasillo que me hizo tragar en seco.
“No, Bella. Nervios, otra vez. No”
El vigilante me miró, interrogante y yo sin despegar mis labios le dí el papel que me habia dado la tal Jane en recepción.
- Bienvenida a Cullen. Ltd, señorita. Siga este pasillo y a la izquierda, pregunte por la señorita Tanya Denalí. Ella le informará de todo.
-Gracias.- le dediqué una sonrisa nerviosa y caminé el largo pasillo, hasta llegar a las indicaciones que me habia dado el agente de seguridad.
La puerta, lacada de un blanco perfecto, me hizo suspirar y bufé, para espantar los males que llevaba en el cuerpo. Rocé con los nudillos ésta y esperé contestación; como un pasmarote.
Los nervios me estaban dando arcadas y volví a a tocar la puerta con un poco mas de fuerza.
-¡Pase!.- una voz ronca y sensual de mujer, me dio valor para girar el pomo de la puerta y abrirla.
Miré aquel pequeño cubículo, lleno de cuadros postmodernos, paredes color butano y estadísticas pegadas a la pared como si fueran obras de arte.
Deparé en la mujer que me observaba entrar, intimidada.
-¿Y usted….es?
Que tal si le dijera ….soy Isabella Swan y no tengo ni idea que hago aquí, y para que he sido empleada…pero no…
Volví a sonreir tímidamente y alcé mi mano para saludarla; una vez que la tuve tan cerca que me pegaba con las caderas en el escritorio que nos separaba.
-Soy Isabella Platt. Tome. Esto me lo han dado en recepcion.
La mujer, extremadamente bella, me hizo un reconocimiento general en un momento y cerré los ojos, nuevamente con aquellas arcadas de nerviosismo palpitándome en el vientre.
-Tienes muy buenas referencias, Isabella. Espero que no nos decepciones….- dijo pensativa, dejando la hoja que yo le habia dado en un lado del escritorio y cogiendo otra.
“¿Buenas referencias? ¡Dios mio, abuelo! ¿En que lio me has metido?
-Gracias.- susurré, muerta de miedo.
-Bien.- Analizó mis ojos, con aquellos suyos de un azul cristalino y me sonrió sinceramente.- Soy Tanya Denali y de momento seras mi asistente.
-Bien, señora.
-No…Por favor, señora no. No lo soy y no quiero serlo por ahora…Ademas, Isabella; no nos llevamos tanta edad de diferencia. Veo aquí que tienes 21 años.
-Bella. Si no le importa. Me gusta que me llamen Bella. Isabella es…demasiado largo.
Me volvió a sonreir.
-Muy bien; Bella. El señor Cullen se está retrasando esta mañana. Cuando lo tenga todo organizado te lo presentaré. Pero mientras tanto quiero que me hagas estos balances y ajustes estas graficas con las de los dos últimos años. En base a esto, haz un lectura estimada de las ganancia de los próximos meses. ¿Te será complicado?
Me habia llevado a un bonito escritorio y ambas, mirábamos la pantalla del ordenador de sobremesa , del que ella abria carpetas; para ubicarme en el programa.
-¿Estas familiarizada con el uso del pc, no?
La miré a los ojos y sonreí.
-Por supuesto.
Me dió un par de golpecitos en la espalda y volvió hacia su mesa. Mientras yo, me quitaba la chaqueta y la ponía cuidadosamente en uno de los percheros de la estancia.
Mis braguitas de la suerte; me la habían dado sin duda. Por lo que podia ver; solamente estaríamos ella y yo, en aquel despacho, y por lo poco que habia hablado con ella, parecía una mujer inteligente y amistosa. No me seria difícil estar ocho o nueve horas allí metida.
Me dispuse a comenzar mi trabajo y de repente un fuerte golpe , hizo que ambas nos miraramos.
Ella por lo visto ya sabia a lo que se debia aquel golpe , y se levantó rápidamente de su silla; para pasar al despacho de al lado; por la puerta que teníamos continúa a él.
Comencé a escuchar una voz que se alzaba y gritaba a Tanya de malas maneras. Recordé a la muchacha de recepción y aquella frase: “Suerte con el ogro.”
Abrí mucho los ojos y trague, llevándome la mano a la garganta.
Las voz del hombre, seguía alzándose y Tanya entró, dando fuertes pisadas y dando un fuerte portazo.
Como si hubiera olvidado que estaba allí comenzó a soltar toda clase improperios.
-Menudo hijo de puta. “No tengo un buen dia”, dice. ¡Como si nosotros lo tuviéramos, teniendo a él de toca cojones”.
Carraspeé de manera involuntaria y ella se giró a mirarme contrariada.
-Se me habia olvidado que estaba ahí. Bella. Lo siento. Pero he de decirte que te prepares para las malas maneras del jefe. Es voluble y bipolar, ósea que abróchate los machos.
Me sentí pequeña y quise volar de allí.
“Abuelo…¿Dónde coño me has metido?”
-¡Tanyaaaaa!.- el grito foribundo del hombre, me hizo dar un respingo y miréde nuevo a Tanya,presa del horror.
Ella se levantó alisándose la falda de tubo que llevaba y caminó tranquilamente, de nuevo hacia el despacho continuo.
Esperé ansiosa y encogida. Parecia que ya no se oian voces. Poco a poco me fui tranquilizando y suspiré entrecortadamente.
Volví a sumergirme en mis tareas y no eché de menos a mi compañera, que parecía no acordarse de volver.
El tiempo se me pasó volando y miré la hora en mi reloj del señor Jack, esperanzada. El estomago ya me rugía y tenia la firme esperanza de volver a ver a mi caballero andante de la Harley. Me reí ante aquel pensamiento.
La puerta contigua al despacho se abrió y ví a Tanya que intentaba acomodarse bien la falda y el cabello.
Alcé una ceja mirando la pantalla con una sonrisilla…”¿Lo habría aplacado, dándole una sesión continua de sexo?” Era ol más obvio…
-Bella, querida. Puedes ir a comer. Hay un restaurant el la planta cinco. Sube hasta allí. Nos veremos.
Me levanté de la silla y ella alzó la mano, en señal de espera.
-Un momento. Espera, que te lo pondré.- Se acercó a mi con una tarjetita plastificada en la que ponía mi nombre.- Necesito que te hagas unas fotos de carnet. Todo ha sido tan rápido… Pero con esto bastará. Nos veremos allá. Corre. Por lo visto has adelantado mucho el trabajo. El señor Cullen estará contento contigo.
“Y si no ya estaras tú para conformarlo”.- pensé.
Rozó levemente sus dedos con mi pecho y nos quedamos mirando un momento a los ojos.
-Vaya, Bella…¿Dónde escondes esas tetas? Nadie diría que las tienes….
Sentí que reventaba literalmente. El ardor de mi cara se hizo presente y las palabras no me salian de la boca. Me aparté delicadamente de ella y notó mi rubor, riéndose de manera ronca.
-Corre, ve a comer algo. – Me miró de una manera que no quise ponerme a analizar en aquellos momentos, y salí de allí asintiendo con la cabeza y cogiendo rápidamente la chaqueta del perchero.
La planta cinco. Al caminar hacia el único ascensor, volví a acordarme del gilipollas de las Rayban y la sonrisa volvió a aparecer en mis labios.
Varias personas esperábamos el elevador y una de ellas carraspeó y me tocó el hombro, algo timida.
-Hola.- giré mi rostro; pero las puertas del elevador se abrieron y un tumulto de gente nos metidos dentro para focalizarnos todos en la planta cinco.- Soy Angela. Tú debes ser la asistente de Direccion. Se ha especulado mucho sobre tu llegada.
Miré a la chica como si me hablara en chino. “Asistente de dirección, ¿Qué coño?”
-No…te equivocas…
La chica sonrió y me señaló la tarjetita que colgaba de mi camisa.
La miré con ojos de autentico terror. “¡Abuelo!”
Y allí ponía. “Isabella Platt. Asistente de dirección Cullen. Ltd.”
Alcé la vista para volver a mirar a la muchacha; pero habia desaparecido, todos habían desaparecido, y yo me habia quedado allí como un pasmarote mirándome la teta y con cara de gilipollas.
Salí corriendo del ascensor; con el temor a que las puertas se volvieran a cerrar y caminé hacia la gran sala de donde se oian una multitud de murmullos y de cubiertos sonando entre si.
Me entró el pánico total, al entrar al comedor y bajé la mirada, sintiéndome completamente violenta.
Creía que todas las miradas estaban clavadas en mi. Y al alzar la vista; pude comprobar que en gran parte mis pensamientos estaban en lo cierto.
-Hola. ¿Isabella, no?.- La voz de un hombre me hizo volverme y sonreir.
Era un chico rubio de ojos azules con cara afable. Guapo y de buena presencia.
-Si.- admití algo azorada.
-Soy Mike Newthon. Encantado de conocerte. ¿Quieres sentarte con nosotros?.- me señaló una mesa alargada donde habia una cara conocida. La chica que me habia hablado antes de quedarme sola en el ascensor.
-Encantada.- le dije.- Si, por supuesto. Ya es bastante malo no conocer a nadie, ósea que gracias por la invitación. Espero no molestaros.
El chico sonrió abiertamente.
-No imagines si quiera que molestas. Ven vamos.- Me ofreció su brazo en cabestrillo y yo lo tomé gustosa.
Caminamos hacia la mesa y la chica llamada Angela, me ofreció una vancante a su lado.
Miré todos los rostros que me miraban impacientes.
--Bueno chicos, ella es Isabella. Él es Tyler, Eric, Jessica, Lauren,Angela.- nos miramos ambas y nos sonreímos.- y yo, bueno ya sabes. Mike.
Les ofrecí a todos ellos la mejor de mis sonrisas
La comida fue amigable; hasta que comenzaron los postres y comenzaron las preguntas sobre mi trabajo.
-¿Y bien que tal el primer dia, Isabella?- la voz nasal de la que se hacia llamar Jessica, irrumpió en mi cerebro como una aguja.
-Bella. Si no os importa. Isabella es demasiado largo.
-Un nombre muy adecuado para ti; sin duda.- la insinuación de Mike no me pasó por alto y me hice la desentendida.
-Bien. Tanya es una buena jefa.- sentencié sin mirarlos.
-¿Jefa?.- la pregunta de Angela tenia un cariz decepcionante.
-Si,claro.- dije mirándola a los ojos.
-Tenemos entendido que ella desempeña el mismo trabajo que has de hacer tú. El señor Cullen necesita varias secretarias de dirección , ósea que tú estas como en un segundo nivel ahora mismo, pero a la larga haras lo mismo que Tanya.
“Ni pensarlo” “Yo no me meteré a aplacar su carácter insoportable”
-Mmmm…- solo pude decir eso. Estaba colapsada.
Mi abuelo me habia metido un lio de aúpa. Seguro que quería que saliese de la empresa con el rabo entre las piernas, acobardada y con unas ganas de estudiar de nuevo tremendas, pues se iba a comer un colín. Haria lo posible por aguantar lo inaguantable.
-¿Has conocido a Edward?.- La voz de Lauren, tenia un deje de malicia, que supe reconocer inmediatamente.
-¿Edward? No. ¿Quién es Edward?.- los miré a todos y se echaron a reir,ante mi falta de compresión.
-El señor Cullen. Por supuesto. Hay algunas que tienen la suficiente confianza con él, como para llamarlo Edward. Bella. Pero creeme que te sentiras mucho mejor contigo misma si sigues llamándolo señor Cullen hasta el final de tus días en la empresa.- Esta habia sido Angela, que miraba a Lauren tajante y con una mueca de desdén en su rostro.
-Ah…no. No lo conozco. Tanya me ha dicho que hoy me lo presentaría…pero no tengo ningunas ansias por conocerlo.- dije sin pensar.
-¡Bella!
Alcé la vista.
-¡Jacob!
Me levanté de la silla a trompicones y dejé descansar en su pecho mi cabeza.
-Princesa. Te dije que daría contigo. – miró a los presentes que observaban la escena atónitos.- Hola chicos, ya veo que habeis hecho lo posible porque Bella se sienta como en casa. Negociaré incentivos.- volvió a mirarme y sonrió.- ¿Vienes a tomar un café a la mesa de los grandes jefes?
No entendí ni papa.
“¿Grandes jefes?” ¿Eso quería decir que él era un pez gordo?
Me temblaron las piernas y él debió notarlo.
-No te inquietes Bella. Yo te cuidaré. Ven.- se separó de mi y me cogió la mano, posesivo, mientras con la otra, se despedia de mis compañeros.
Yo hice lo mismo y marché con él.
Pude ver la cabeza de Tanya ,con aquel cabello suyo largo y rubio rojizo como se movia y gesticulaba con las manos.
Jake me separó una de las sillas e hizo que me sentara caballerosamente.
-No tengas miedo. Aquí nadie se come a nadie…todavía…- susurró en mi oído, mientras se acomodaba a mi lado y me miraba intensamente a los ojos.
-Mira Edward. Aquí está Bella. ¿Dónde te habías metido pequeña? ¿Y Jake, que haces tú con mi Bella?
Alcé la mirada para encontrarme los ojos azules de Tanya y su sonrisa de revista Playboy, luego mis ojos volaron hacia la persona que habia al lado de ella.
“¡Mierda, mierda, mierda, el imbécil de las Rayban!”
Nuestros ojos se encontraron y percibí un destello de odio en sus ojos verdes, inmensos.
-No puedo decir que sea un placer…..- sentenció él con voz grave y apartando la mirada.
-…¿Pero qué…?
Tanya y Jake nos miraban confundidos y yo mantenía la mirada del mamonazo aquel que resulta por habilidades del destino era el ogro de mi jefe.
-Lo mismo digo.- inquirí alzando la barbilla.
Me importaba un bledo el trabajo, el abuelo y la puñetisima madre del cordero. A la mierda Cullen. Ltd y a la mierda todo…
-Vamos Bella. No sabes lo que estas diciendo…- Tanya se habia puesto a mi lado e intentaba sacarme del foco de la discordia.
-No.- corté tajante.- Jake me ha invitado a esta mesa. Y no voy a hacerle un desagravio.
Jake me cogió de la cintura ; en una acto de posesión, algo incoherente y me susurró.
-¿De qué conoces a Edward?
-Él, fue el imbécil que me quitó el taxi.
Jake miró al gilipollas y maldeció entre dientes.
-¿Sabes que vas a tener que trabajar codo con codo con él?.- volvió a susurrarme.
-Me están dando ganas de vomitar; Jake. Sacame de aquí.
Jacob se levantó alzándome de un codo y sin volvernos si quiera nos alejamos de aquella mesa; hacia un lugar desconocido. Otra vez, me habia sacado de un apuro , Mi caballero andante….

Continuará…

1 comentario:

  1. holaa jajajaj sii edward era el de los raybann y a bella no le va aquedar de otra quet rabajar con el asi que se vaya haciendo una ideaaa...yy taniaa mmmm y edward si que es un ogrooo....y jacob el que siempre la salvaa igual no me gusta jacob aajajajaja ya me conocessss ....haber que pasa en el proximo beostes!!

    ResponderEliminar