SON FLORES PARA BELLA
CAPITULO
13
-Bella…-Edward jadeó.- Quiero sentir tu aliento en mi cuello mientras te hago el amor, quiero explorar tu piel con la lengua hasta que me supliques que me detenga…
Bella tembló al escucharlo.
-Edward…tengo miedo..-susurró, ella mirándolo fijamente a los ojos.
Edward soltó una breve carcajada mientras le acariciaba la mejilla con los labios.
-Esto será maravilloso. Bella; estoy seguro que tú sentiras lo mismo que yo.
Bella respiró hondo al tiempo que la gravedad de la situación caía sobre ellos. Pero el ambiente de la habitación de ella, se habia llenado de serenidad, el aire estaba cargado de deseo. De magnetismo sexual.
Edward volvió a acercarse a sus labios, de forma seductora.
Ella dejó escapar un gemido mientras lo saboreaba no solo con los labios, sino también con el corazón. El hombre inavadia todos y cada uno de sus sentidos. Notaba como su cuerpo atlético se contraria bajo sus manos, mientras la devoraba con la lengua. Escuchó el gemido gutural y profundo que se escapó de su garganta; como el de una bestia que acabara de escapar de su jaula.
Bella le devolvió el beso con todo el ímpetu de una virgen y envolvió la cintura de él entre las piernas, quedando los dos tendidos en la cama de ella. Él encima de ella.
No habia tenido relaciones con Mike en sus cinco años de noviazgo y ahora se encontraba allí; con Edward, aquel que habia tachado de mirón y deslenguado.
Aunque por alguna extraña razón, nada de eso importaba. Sólo podia pensar en lo bien que se sentía entre sus brazos, en el magnifico aspecto que tenia tendido sobre su cama y en el hecho que le gustaba de verdad. Que lo amaba; como nunca amó a Mike, si es que lo amó alguna vez.
Fuera lo correcto no no. Queria compartir su cuerpo con él.
No lo quería; lo necesitaba. Lo deseaba con todo su corazón y la siempre y serena Bella desde aquel momento iba a seguir los dictamenes de él.
No habría remordimientos después. No se haría reproches.
Edward le quitó la ropa lentamente. Ella se estremeció al sentir las vestiduras de él sobre su piel, seguidas del calor de aquellas manos que se deslizaron por la cara posterior de sus piernas hasta detenerse sobre ya su desnudo trasero. Una vez allí; Edward dejó escapar un gruñido de placer; un sonido ronco y profundo.
-Me encanta el tacto de tu piel…Bella.
Se lamió los labios con expetación y le deslizó la mano por muslo en dirección a la cadera. Esa muchacha tenia el mejor culo que habia acariciado en la vida.
Sintió como ella cruzaba los tobillos por detrás de su espalda.
La cabeza comenzó a darle vueltas cuando sintió que lo rodeaba de este modo. El calor que desprendía la parte interna de sus muslos le quemaba la cintura y podia notar la humedad de su entrepierna contra el abdomen.
Volvió a asaltar sus labios , sin dejar de abrazarla, besándola ardorosa y profundamente mientras frotaba su hinchado miembro contra esa parte de ella en la que deseaba enterrarse cuanto antes. Saboreó la calidez de su boca y escuchó sus gemidos de placer.
Cuando cerró los ojos, inhaló su aroma único y personal, dejando que lo inundara.
Bella estaba a punto de echarse a llorar por lo mucho que le gustaba tenerlo encima. Los pantalones vaqueros de Edward la acariciaban de forma intima mientras sus labios la atormentaban. Y Las caricias de esas manos, que exploraban cada centímetro de su cuerpo, resultaban deliciosas.
Bella ofuscada por el deseo rodeó la cintura de Edward con las manos y de ahí bajó hasta la cremallera de sus pantalones. Habia un bulto enorme. Se echó hacia atrás y observó la expresión del hombre mientras que le bajaba la cremallera para tocarlo por primera vez .Él cerró los ojos y dejó escapar un gruñido al tiempo que comenzaba a mecerse con suavidad contra las manos de ella.
Bella no se conocía a ella misma. Pero suspiró excitada.
Esta duro como una piedra, preparado para hacerla suya.
Enterró los dedos en los cortos rizos de su entrepierna y deslizó la mano hacia abajo hasta que pudo ahuecar los dedos en torno al cálido miembro de él.
Edward gimió de placer. Era increíble sentir las manos de Bella a su alrededor. Habia tenido experiencias sexuales que podia recordar y pese a todo, esta experiencia le parecía absolutamente nueva.
Ella le bajó los pantalones con las manos hasta que pudo empujarlos con los pies para quitárselos del todo. Pero cuando llegó a los pies, Edward se dio cuenta que no se habia quitado el calzado.
-Espera.-le dio un rápido beso en los labios y se sentó en la cama para quitárselos.
Bella se puso de rodillas y se apoyó sobre su espalda, haciendo que él se estremeciera al sentir los pechos en su espalda.
Tuvo que aferrarse con fuerza al colchón cuando ella comenzó a explorar su espalda con su lengua. Cerró los ojos, y luego la miró por encima del hombro.
-Bella…si no estas segura de esto…luego no habrá vuelta atrás…
Bella le dio un mordisco juguetón en el hombro.
-Estoy segura de esto; Edward, mas segura de lo que he estado jamás, en hacer nada.
Edward bajó la mirada hasta sus pechos.
Se abalanzó sobre ella, dulcemente e inclinó la cabeza para capturar uno de sus pezones con la boca. Se echó hacia atrás sobre el colchón y lo arrastró con ella.
Él suspiró al sentir el tacto rugoso de la aureola bajo la lengua. Comenzó a bajar la mano por la curva de la cadera, por la piel suave del muslo y por encima del humedecido triangulo de rizos hasta acariciar la parte de la mujer de esa mujer que mas ansiaba.
Ella jadeó y se estremeció cuando le separó con delicadeza los pliegues de su sexo para acariciarla con mas profundidad.
Bella le aferró la cabeza con las manos para acercarlo mas a su pecho al tiempo que separaba mas las piernas y le facilitaba el acceso. Las caricias de las manos de Edward despertaban en ella un palpitante deseo. Y cuando hundió los dedos en su interior, no pudo contener un grito.
Él sonrió orgulloso, mientras le tapaba la boca con la otra mano.
-Tu madre, Bella…
Ella asintió con la mirada brillante de deseo y él le quitó la mano de la boca para poder demandarle los labios con fiereza.
El cuerpo de Bella ardia de pasión por ese hombre. Nunca habia deseado a Mike de esa forma. Queria sentirlo mas y mas cerca hasta que se fundieran en un solo ser.
Incapaz de esperar un minuto mas, introdujo una mano entre sus cuerpo para instarlo a que se hundiera hasta el fondo de ella.
En cuanto Edward lo hizo ella se sintió partir. Era una lanza solida y candescente lo que habia penetrado en ella.
Sintió un dolor apabullante que le nubló los ojos por las lagrimas.
-Eres preciosa, Bella. Te amo.
Ella parpadeó un par de veces y las lagrimas le resbalaron delicademente.
-Me he enamorado de ti, Edward ¿Lo sabes?
Él afirmó con la cabeza y le llenó la cara de besos como alas de mariposa, mientras se iba moviendo lentamente dentro de ella.
Bella sintió que el dolor la abandonaba suavemente para convertirse en algo que no podia controlar. Una cadencia solida que la envolvia en una espiral de placer sin limites.
Jadeó y eso fue suficiente para que Edward comenzara una marcha mas honda y placentera, mientras los dos se miraban a los ojos y respiraban el aliento el uno del otro en una placentera comunión.
Cuando el extasis explotó dentro del vientre de Bella, Edward gimió al escucharla mientras su cuerpo se entremecia en torno a él, quería seguir embistiéndola hasta que terminara su viaje; pero estaba tan duro y excitado que no podia prolongar mas el acto.
Se corrió mordiendo la almohada para aplacar el gruñido de placer inhumano de estar enterrado en el cuerpo de su amada y asi seria siempre. Porque Bella seria su esposa; mas pronto que tarde.
A despertar aquella mañana, Bella se encontró sola y completamente desnuda.
Se levantó adolorida y se duchó. Mientras lo hacia, pensó en lo que habia ocurrido la noche pasada , y en lo mucho que amaba a Edward. Le amaba como una mujer ama a un hombre, con toda su parte física, con toda su parte moral, con toda su potencia sentimental y pasional.
Era, además, la horma de su zapato.
Cuando apareció en la cocina a las nueve de la mañana en contra de lo que tenia por costumbre, que bajaba vestida y lista para iniciar su trabajo diario, bajaba en bata con el pelo mojado, la mirada ausente, sin maquillar, en zapatillas.
Reneé se le quedó mirando.
-¿Estas enferma?
-No, mamá.
-Entonces…¿Cómo que no te has vestido aún?
-No lo sé. Es decir, creo que no lo sé.No, no. Lo sé con seguridad.
-Bella..¿Que tienes, hija?
-Creo que me caso; mamá.
Reneé dio un salto y la bandeja que sostenía en sus brazos se tambaleó.
-Gracias a Dios. ¿Cuándo se decidió la madre de Mike a aceptar tu candidatura a la mano de su hijo?
-No es Mike mamá.
La dama cayó sentada con bandeja y todo.
Fue Bella a quitársela con las manos. La depositó en la mesa y se volvió hacia su madre.
-Bella.- decía Reneé.- ¿He entendido bien?
-Estoy enamorada de Edward.
Reneé del salto quedó en pie.
-¿Qué dices?
-Eso.
-Pero…
-Voy a citar aquí a Mike. Voy a decírselo todo. Siempre he pensando que me unian una serie de perjuicios para seguir con Mike. Pero he llegado a la conclusión…No puedo ser infeliz y con él voy a serlo. No me inspira nada; ni compasión si quiera. No importa los cinco años que llevamos de novios. No lo conozco, en cambio a Edward…Edward forma parte de mi, como una prolongación de mi misma…
Continuará…
holaaaaaaaaaaaaa siiiiiiiiiiii all finn estosss dos dieronn rienda sueltaa a la pasion jaaj...me gustooo muchoooo el capiii...guauu que hott...me encanto que edward le diga que la ama y ella le dijo que estaba enamorada de ell..fue tan tiernoo!!nos seguimos leyendoo!! besotes!!!!
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