viernes, 18 de marzo de 2011

THE PRIEST

THE PRIEST
CAPITULO 2
-La música de violin, es preciosa. Bella. No deberías negarte a ir a esas clases.- Charlie, miraba a su hija con desaprobación.
Bella estaba creciendo demasiado rápido y tanto ella como Esme, no podían tomar la riendas de la vida de ésta.
Despues de que Edward la comulgara. Todo pasó extrañamente rápido.
Aro, Zafrina y la hija de estos: Rosalie. Pasaban interminables tarde en su casa. Acompañando a Bella…Despues, Esme fue uniéndose al grupo y de allí al enamoramiento y el casamiento de ella y Charlie solo pasaron unos cuantos meses.
Forks, era localidad demasiado pequeña y aquello fue un hecho que conmocionó al pueblo. Ya que el jefe de Policia Swan, hacia relativamente poco tiempo que era viudo.
Bella llevó bien aquello; hasta el punto de estar feliz. Esme le recordaba a su madre y era tan cariñosa y protectora, que se sentía segura entre sus brazos.
Los años pasaron; tan fugaces como pasó todo.
Y ahora en la actualidad, tenían que lidiar con una adolescente que su palabra favorita era “no” para todo.
Bella miraba a su padre enfurruñada; haciendo un mohín, propiedad de Alice Cullen.
-Ya hablé con Esme. Papá no quiero ni oir hablar del violin. Es amargante. Cada vez que oigo a Rosalie tocarlo me da depresión..
-¿Rosalie? Tengo entendido que Rosalie toca el piano igual que Edward.- Charlie miró a su hija interrogante.
-Tambien toca el violin, papá. Los Cullen-Vulturi son perfectos. No como tu común hija. Te estas acostumbrando demasido a sus perfecciones. ¿Recuerdas? .- Bella señaló las venas de sus brazos.- Yo no llevo sangre Cullen; soy una Swan- Dwyer.
-¡Oh Bella!.- Charlie se llevó las manos a la cabeza.
-De oh Bella; nada, papá. Llevo razón.
-De acuerdo.-claudicó. -¿Con el instituto te basta?
-Por supuesto. Ya tengo que lidiar con varias materias y calentarme la cabeza con eso. ¿Qué quieres meterme clases extraescolares? ¿Quieres agotar mi escasa vida social?
-Eres muy joven para tener vida social.- sentenció Charlie, serio.
-¡Venga papá! Todas mis amigas salen a Port Angeles, han tenido algún noviete o se han ido de farra alguna vez. Yo soy santa Bella..creo que ya hay hasta cachondeito con eso.
-¿Y Rosalie?
Bella permaneció callada.
Rosalie…¡menudo puton estaba hecho! Se las daba de niña buena; pero en cuanto tenia oportunidad, se largaba con el coche a alguna discoteca y se tiraba al primero que se le ponía a tiro.
-Yo no soy Rosalie.
-Pues me gustaría que fueras como ella.
Bella se echó la mano al vientre y estalló en carcajadas.
-¿En serio papá? ¿Te gustaría que fuera como Rose? ¡No gracias! Me quiero mucho. Y mi madre me inculcó valores….
-¿Qué quieres decir?.- Charlie alzó una ceja interrogante, y Bella se llevó la mano a la boca algo angustiada. Quizas habia hablado de más, o quizás su padre tenia una venda en los ojos igual que todos los de su familia.
Charlie bajó la mirada y se llevó la mano a la cara; acarició su incipiente barba y miró a su hija por enésima vez.
Isabella ya no era una niña. Su cabello con una mezcla extraña. Algo parecída al caoba; pero predomindando el castaño heredado por su madre; era un marco delicioso en aquel conjunto de su rostro.
Ojos chocolates; profundos e hipnoticos, mejillas sonrosadas, nariz algo respingona y aquella boca sutilmente provocadora….A Charlie le daba dolor de cabeza.
A veces intentaba no mirar la realidad. Queria seguir viéndola como una niña…como la niña que se agarraba a sus piernas cuando llegaba de un duro dia de trabajo.
-Nada, papá. Cambiando de tema.- Bella cruzó los dedos para que el tema quedara zanjado y se dirigió a la cocina en busca de Esme.
Caminó mirando sus bonitas zapatillas nuevas regalo de Edward. Eran muy bonitas; pero algo infantiles para su edad.
-Bella… ¿Qué haces aquí? ¿ No te ha dicho tu padre que tenemos visita esta noche?
Bella miró a Esme confundida y negó con la cabeza alzando las cejas.
-¡Dios mio! Mira que se lo dije. Edward, ha recibido visita en su casa. Un amigo de adolescencia.
-¿Y?.- Bella no cabia en si de asombro. ¿A que venían tantos nervios?
Esme se acercó a Bella con una sonrisa picara en el rostro y le susurró con la pala llena de harina en la mano.
-No es sacerdote Bella…
Bella miró a su madrastra con una sonrisa deslumbrante. Le dio dos fuertes besos y subió las escaleras como alma que lleva al diablo.
-¿Qué pasa, Donde vas con esas prisas?.- Charlie gritó al ver a su hija, correr zumbando escaleras arriba.
-¡Me voy a preparar para la visita!
Charlie bufó y fue hacia la cocina para recriminar a su mujer.
-Se lo has dicho…
Esme caminó hacia él; que estaba apostado en el umbral de la puerta.
-Tienes que aceptar la realidad… Bella ya tienes 17 años; pronto cumplirá 18. ¿Qué esperas? ¿Tenerla metida en una urna de cristal de por vida?.- le dio un suave beso en los labios y suspiró.- Entre tú y mi hijo, no dejais que Bella sea una chica normal.
-Rosalie también lo es y no pasa nada.
Esme miró a su marido con desaprobación.
-¿Rosalie?...Charlie..tu hija vale cien mil veces mas que mi sobrina…estas tan ciego como Aro y Zafrina, que creen tener a la hija perfecta.
Charlie hizo un gesto severo e invitó a Esme a proseguir.
-Mira; sé de muy buena tinta que Rosalie tiene escapadas nocturnas. No te engañes mi amor. Detrás de ese dulce rostro lleno de rizos rubios se encuentra un devoradora de hombres en potencia.
Charlie formó una perfecta “o” con su boca y Esme la cerró de un golpecito.
-Si; si…no pongas esa cara. Tu hija es una chica modelo. Es más, creo que hasta lo es demasiado. Cuando salga del cascaron será demasiado mayor y le van a dar mas palos que pelos tiene en la cabeza.
Charlie se revolvió el cabello intranquilo. Hábito que habia cogió de su hijastro Edward.
-¿Y entonces amor, que hago?
-Debes darle su espacio. Dejarla crecer…..y también se lo diré a Edward. Esta empecinado con ella…..”Vigila a Bella. No le pierdas de ojo, es demasiado hermosa para dejarla sola, cuidado con los chicos que rondan a Bella…..” Es increíble ¡Vaya dos!
Charlie sonrió, recordando a Edward.
-Es normal. La quiere como su hermano mayor. Piensa que le lleva muchos años y saben como piensan los hombres; porque aunque nos olvidemos de eso…él también lo es.
La cara de Esme se transformó en una mascara adusta .
Edward…
Nunca debió permitir que se preparara para el sacerdocio.
Su hijo estaba teniendo serios problemas últimamente con ello. Y no lo culpaba.
Era un hombre. Tal y como habia dicho Charlie, y ella no se habia olvidado de ello.
Edward intentaba por todos los medios de camuflar aquel sentimiento que creía perverso; pero sus instintos de hombre, a veces , eran demasiado evidentes para ella.
Nunca le habia sugerido nada. Pero ella habia observado sus miradas; hablaban por si mismas….
La pena la corroía. Su hijo se habia enamorado perdidamente de aquella muchachita de ojos chocolates, y solamente ella se habia dado cuenta del secreto que él, albergaba en su corazón.
-¿Qué te ocurre, querida?.- Charlie le acarició el rostro y cogió unas de sus manos, besándola.
-Nada. Ahora deja que termine de hacer el pastel preferido de Edward. No se prodiga mucho por casa y quiero darle una buena sorpresa.
Charlie sonrió y se alejó para ponerse uno de los delantales que colgaban del perchero de la puerta.
-Soy mal respostero. Pero me encantaría ayudarte.
Esme sonrió y besó a su esposo con adoración.
-Yo te enseñaré.
……………………………………………………………………………………

-La verdad Edward. No sé como te las apañas. Cuando eramos adolescentes, eras tú el que te llevabas las chicas de calle. – Emmet bebió de la copa que sostenía y volvió a mirar a su amigo, que se habia quitado la sotana y vestia común y corriente.
-La llamada de Dios. Emmet. La llamada de Dios.- Edward, le quitó la copa de las manos y su amigo alzó las cejas interrogante.- Vamos, ¿No querras hacer esperar a Esme? Ya sabes que la puntualidad es lo suyo. Ósea que levanta de ese sillón, que nos vamos.
-¿Cojeremos tu coche?.- Emmet se levantó y caminó detrás de su amigo.
-Si.
Edward frunció las cejas; Hacia días que no habia ido a ver a su madre.
Y cuando lo hacia; procuraba que fueran horas lectivas para no encontrarse con la tentación de su mal: Isabella Swan.
La última vez que la vió fue de lejos, en la puerta del instituto. Él pasaba por allí con su coche y la divisó hablando con el hijo de los Newthon.
Al chico se le caia la baba literalmente por la chica y la pobre de Bella no se daba ni cuenta.
Aquel dia, de camino a Seattle, se paró en una bonita zapatería y le compró unas conversse negras; sus favoritas; cuando era mas pequeña.
Se las llevó al dia siguiente cuando ella no estaba en casa.
La voz de Emmet lo sacó de sus cavilaciones.
-Ya sé que no he de preguntarte a ti estas cosas…¿Pero hay alguna mujer que merezca la pena por estos lares? Desde que me dejó Claire, no me como un rosco…y después de todo voy a establecerme en este pueblo…
- ¿Quieres asentarte o quieres ir de flor en flor?.- Emmet no comprendió las palabras de su amigo y le miró interrogante.- Si quieres una arpía con la que acostarte sin consideración, sé quien te puede ser ultil y si quieres una novia que lleves al altar…
-Pues si estas bien enterado de todo…
-Soy sacerdote. Y los secretos de confension son lo mio.
Emmet se carcajeó y miró por el rabillo del ojo a su amigo.
-¿Oye tú nunca…ya sabes, no has sentido la tentación del ser mas hermoso del mundo; ya sabes: la mujer?
Edward apretó muy fuerte el volante y los nudillos se le pusieron blancos.
Emmet comprendió el gesto y procuró ignorarlo.
Se pararon frente a la casa de Charlie Swan, el buen hombre que habia conseguido que su mamá volviese a sonreir.
-Llegamos.- dijo serio, y tragando la saliva que se agolpaba en su garganta.
Bajaron los dos a la vez y tocaron a la puerta esperando que su mamá abriese.
Un silbido escapó de los labios de Emmet.
Edward alzó la vista para encontrarse con una de las maravillas del mundo: Isabella Swan.

Continuará.

1 comentario:

  1. holaaaa excelenteeee capii jajajaj este charliee se estresaaa con bella jaaj!!! yy asi que edward tambienn es re cuidaaaa con bellaa y emmett es el maigoo mmmm yo creo que a emmett le va a gustar bella yy a edward igual no le va a hacer ni graciaaaa...yy edward esta enamoradooooo de bella y esme se dio cuentaaa ahhhh"!!! me gusta muchjo esta historia!! besotes!

    ResponderEliminar