CAPITULO 8
Allá abajo se veian las luces de la ciudad. Las calles iluminadas como si formaran riesgos esplendorosos. Muchas chimeneas apenas vislumbradas en las penumbras que formaban montones de sombras.
-Nunca me pareció, tan bello Forks.- dijo Bella ahogadamente.- Si he de serte sincera…no he venido aquí, mas que una vez.
-¿Cuando?
Y la silueta alta y vestida de negro, cubierta con una pelliza de piel de un color indefinido, se situaba cerca de ella, tras su espalda, como si pretendiera protegerla del frio.
-Hace tiempo. Estudiaba segundo nivel.- sonrió apebas y añadió con cierta oculta nostalgia.- en aquella época estaba enamorada de nuestro profesor de historia. Una tarde nublada cogí la bicicleta y pedaleé hasta aquí. Me detuve en esta misma esquina y miré hacia el fondo…. Me entró como un respingo.
Se respingó también en aquel momento, cruzando el impermeable por el pecho.
Edward se apresuró a subirle el cuello de la prenda de abrigo.
-Deja… no tengo frio.
-Me gustaría protegerte.
-¿Qué dices?
-No sé. Siento que me gustaría. Ya sé que es una bobada. Que yo soy un niño; según tú y que tú eres una mujer madura. Yo no sé a lo que tú llamas madurez. Yo con mis “ amigas con derecho a roce”, y tengo varias, soy todo un hombre. En cambio para ti soy un imberbe.
Sus dedos al hablar, como si no se percatara de lo que hacian, habían mantenido alto el cuello del impermeable femenino y la vez también como al descuido, aquellos dedos se introducían dentro del cuello como hurgantes en la garganta femenina.
Bella no daba cuenta de nada. Nocabia en su mente malicia en Edward.
Ni ansiedad sexual ni pasión ni amor. Jamás se le hubiera ocurrido. Sabia,eso si, que tal le parecía estar empezando a vivir y que le agradaba estar allí con Edward, porque con su ayuda y el mudo y nocturno paisaje que contemplaba, se disipaban sus tremendas inquietudes de novia de cinco años.
Era como si todo se purificara y no tuviera ni la más pequeña experiencia de la vida y estuviera dispuesta a salir uno de aquellos días para cualquier otro país.
Sintió la respiración de Edward en su garganta y los dedos le sujetaban el mentón y el cuerpo de Edward pegado a su espalda.
-Pero, Edward.- respiró como si despertara.
-Dan ganas de besarte.- rió Edward como si se le ocurriera una tontería.
Bella giró sin moverse y se vió casi pegada al cuerpo de Edward.
-Que niño eres.
Edward apretó las mandíbulas.
No era un niño.
Sentía como un hombre, porque realmente era un hombre, pero pensó,cuerdo como era, sensato y real como era,pese a lo que de él opinara Bella, que besarla en aquel instante, era o seria como si un cazador se apostara tras un matorral y viese la liebre y lanzara un silbido antes de tiempo y la liebre huyera del blanco de su escopeta.
Por eso dio un paso hacia atrás.
Miró a lo alto como si de repente todo dejara de existir para él, excepto el firmamento despejado por las nubes y cubierto materialmente de estrellas.
-Vamos a casa, Bella.Hoy se me ha evaporado la clase.
-De aquí a casa.- respondió Bella en alemán.- podemos practicar algo.Pero te digo que no me pesa haber venido.Hacia siglos que yo no me despejaba de mi realidad.
-No entendí mas que lo ultimo y te voy a contestar como mejor me sea posible. Si algo pronuncio mal y seguro que será todo, rectifícame. No hay mejor realida que la misma naturaleza y ante ella estamos. Olvida tu realidad personal. La que vives y la que sientes. Te aseguro que no ha ynada mas bello en este mundo que iluminar e idealizar la dura realidad de cada dia.
-Lo haces casi bien, Edward.- y sin transición.-¿vamos?
-Me da pena.
Pero la asió del brazo y al hacerlo inclinó su alta talla.
Bella era mas baja. La semioscuridad de aquella cima. La soledad del lugar, tal vez la proximidad de un hombre, le hizo a Bella sentirse mas ella. Menos sojuzgada a los perjuicios de cada dia.
Se detuvo, miró hacia arriba y se topó con los ojos verdes de Edward.
-No me pesa haber venido.
Lo dijo con voz tenue.
Edward se acercó más a ella.
-A mí me gusta haber estado aquí contigo.
Y súbitamente la besó en la mejilla. Fue un beso fugaz, un beso raro, un beso con los labios abiertos, que produjeron en Bella un estremecimiento interior. Como una sacudida en lo mas intimo de su ser.
-Perdona.- dijo la voz ronca de Edward.
Era una voz distinta, así lo sintió Bella. Como distinto fue aquel beso que aún parecía calentar su mejilla. La impresión recibida fue rara, pero ella trató de controlarla, de superarla.
Por eso dijo:
-Juegas a ser un hombre o un amigo.
-Las dos cosas. Ninguna de ellas esta reñida con la otra¿verdad?
-Creo…creo-…que no
-A veces,cuando hablas…-La voz de Edward era baja y vibrante a la vez.- da la sensación de que tu incomensurable experiencia te hace ver a tu alrededor todo menguado, deformado o chiquitito.
-A tu lado, si.- rotunda.
-Mejor para los dos.- enigmático.- Creo que es mejor,si, vamos, Bella.
Y ya en el auto, tras un silencio tal vez embarazoso, Edward murmuró.
-A veces, da la sensación que estas harta de vivir.Desengañada de todo. De vuelta de todo.
-Es posible que sea asi.
-¿Por qué?
-Olvidemoslo.
-Soy tu amigo ¡No?e eso creo. Eso quiero considerarme y que tú me consideres. A veces una persona está rodeada de gente y se siente mas sola que si no viese a nadie en torno suyo. Siento la sensacion de que a ti te ocurre algo de eso.Por eso, porque yo opino que una persona cuando esta sola, necesita un amiga para desahogar su inquietudes…aquí estoy yo.
-Gracias, Edward, pero yo…- el auto corria cuesta abajo.- No tengo esa clase de inquietudes que necesitan un confidente.
-¿Estas segura?
-Si.- rotunda.
-De acuerdo. No te intereso como amigo espiritual.
-No es eso Edward.
-No sé lo que es…
-Dejame en mi casa…pero quiero que sepas que ha sido un paseo delicioso, y que me hizo mucho bien…
Reneé iba tras ella, mientras Bella se quitaba el abrigo, lo colgaba en el perchero, iba a la salita a dejar los libros
-¿No ha venido Edward, Bella? ¿Esta enfermo?
La madre salió de la salita, mientras Bella se acercaba al aparato.
-Pues no. Tuve miedo que el chico burlara la clase y luego tuviera problemas con Esme.
Bella abrió el mueble bar y se sirvió una copa. Se sentía desasosegada, que nadie le preguntaraa las causas. Le hacia bien la charla con Edward. Era distinto. Como un desahogo a tanta tirantez.
-¿Le regaña Esme?
-Oh, no, Esme considera asu hijo muy competente para inmiscuirse demasiado en su vida.
-Es mejor.
-¿Decias, Bella?
-Nada importante.- bebió el contenido del vaso.
-Hija ¿Qué bebes?
-Whisky,mamá.
-Dios nos ampare.
En aquel instante sonó el timbre del teléfono.
-Deja maá,ire yo.
La madre salió de la salita, entre tanto, Bella se acercaba al aparato telefónico y levantaba el receptor.
-Diga.
Un silencio.
Despues…
-¿Estas segura de no tener inquietudes intimas?
-¡Edward!
-Diras que soy un entrometido…pero yo, pese a lo que tú opinas, le echo toda la culpa a tu novio.
-¡Edward!
Y con las dos manos como si quisiera hacer mas fuerza, apretó fuertemente el receptor.
- Perdona. Bella.Me gustaría que supieras lo que yo haría si fuese tu novio.
-Pero no lo eres, ni lo serás.
Lo seria.
Edward sabia que lo seria.
Cuanto más la conocía, mas seguro estaba de que aquella muchacha era la que necesitaba su vida espiritual, su vida sexual, su vida física.
Él no era como Bella lo veía.
Era así, pero además distinto y siendo asi o distinto, estaba haciendo su papel, con su careta puesta, con su medida exacta para cosquistar y atraer a Bella.
-Pero si…soy tu amigo.
-Pero no para inmiscuirte en mi vida, Edward. En mi vida privada.
-Un amigo…tiene derecho a velar, ayudar y preocuparse por su amiga del alma.
Le emocionaba.
Nunca ni siquiera Mike, se preocupó demasido de lo que ella pensaba o sentía y era casi enternecedor saber que alguien pensaba en ella y trataba de ayudarle.
Pero no lo admitiría.
-Gracias, Edward. Ven mañana.- era como soslayar bruscamente todo cuanto en realidad deseaba de ella comentar con Edward, porque le consideraba o empezaba a ha verlo como un buen amigo.- a la hora de siempre.
-Estaré ahí..
-Buenas noches.
-Buenas.
Colgó.
Al dar la vuelta vió asu madre que entraba en la salita.
-¿Era Mike no?
-No.- secamente.- Era Edward.
-Ah…¿Y que le ha ocurrido esta noche?
-Se ha ido con un a chica a la periferia del pueblo y estuvo allí soñando…mirando el paisaje.
-Vaya….que romantico…. Es este Edward.
-No sé mamá..- se llevó la mano a su cabello apartándolo de la cara.- Tengo apetito mamá.
-Venga, si, hija mia, vamos a cenar. Hoy se nos ha hecho tardísimo.
Reneé la miraba de soslayo. Esta triste, Bella, triste o simplemente apagada.
holaa fascinantee el capiii...edward es muy lindooo ajaajaj...peroo bella es duraaaaa jajaj bueno pero paso a pasoo primero que sea su amigoo y despuess la conquisteee jeee...y mikee que lo mandeeeee a volarrr....me encanto el capiii nos leemos en el que sigue besotesssss...
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