jueves, 20 de enero de 2011

Son Flores Para Bella

CAPITULO 9




-Mike, hijo que forma de toser. Tomate esto. Eso es. Te hará muy bien.- se sentó en borde del lecho, esperando que su hijo se tomase el vaso de leche.- ¿Sabes lo que pienso, Mike? Deberias de tomarte unas vacaciones. ¿Cuándo te corresponden?
Mike pensó en Bella.
Estaba distinta.
Desde aquella tarde que abordaron el tema del “matrimonio”, Bella de dio la culpa a su madre. ¿La tendría?.
Calro que no, ¡Pobre mamá!, tanto como ella se desvivía.
-¿Estaba rico, hijo?
-Si mamá.
-Ahora te arroparé y dormiras. Piensa en las vacaciones que te dije. ¿Cuándo me has dicho que te correspondían?
-Es que querria disfrutarlas para mi boda.
-Oh, claro que tonta soy. Bella no me perdonará mi descuido. ¿Cuándo has dicho que vamos a ir a pedir su mano? En realidad no conozco a la madre de Bella, ni a ella misma…de cerca.
Mike, sintió que se le inflaba el pecho de satisfacción. Que dijera después Bella, que su madre, era una egoísta y él, otro.
-Es una chica estupenda, mamá.
-¿Sabe cocinar y todo eso?
-Bueno, ya sabes que es una señorita distinguida. No tiene dinero, eso no, pero su padre era todo un señor y su madre es toda una dama.Pero estoy seguro que Bella sabrás cosas de casa.
-Eso es bueno ¿sabes? Un dia de estos, cuando yo tenga libre, iremos a visitarlas ¿te parece?
-Y nos casaremos en mis vacaciones. Pienso llevar a Bella de viaje de novios a Mónaco
-Esta bien, hijo.- lo arropó de nuevo.- Ahora duerme, necesitas descansar. ¿Tienes frio? ¿te pongo otra manta? ¿Quieres una bolsa de agua caliente?
-No, no mamá. Estoy muy bien. Este catarro es solo de fumar.
-Si tengo prisa que te cases; es para que dejes de fumar.
Mike dio un salto.
-¿Y por que no voy a fumar en mi habitación, o en la cama?
-Hombre, Mike, no es estético . Ademas cuando llegan los niños, como es lógico, duermen en la alcoba de los padres y el humo es nocivo, ya sabes.
-Pero yo soy un gran fumador, mamá.
Mamá iba hacia la puerta. Apagaba las luces, y su voz cariñosa y amable le decía:
-Tu padre también era un gran fumador, pero después de nacer tú; ni un cigarrillo. Espero que Bella piense igual. Entiende hijo, cuando un hombre se casa, deja de ser él, para ser solo padre y consagrarse a lo deberes de su hogar. Te advierto incluso que incluso,no debes ni fumar en la oficina. Al llegar a casa hueles y eso también en nocivo para un hijo. Ya te lo diran los médicos y tu propia esposa. Buenas noches, querido mio.
-Buenas…mamá.
Se cerró la puerta.
Dejar él de fumar…pero si era su único vicio. Si trató mil veces de dejarlo y no pudo. Si casi reventó de rebia intentando quitarse el vicio.
Su madre estaba loca. Se arrebujó en el lecho. ¡Se sentía tan bien!
Era grato vivir sin preocupaciones y ahora, de repente, su madre quería casarlo.
Claro que tendría que casarse…pero…pero…






-¿Crees que una vez casados podría fumar en la cama?
Bella no le oia.
Estaban en una discoteca. Era domingo.
En la pista había una veintena de parejas. Tambien estaba Edward.
¡Que muchacho!
Era divertido de verdad.
Como bailaba con aquella chica morena y como la oprimía contra si. ¡El muy tunante!
-Bella…
-Si, dime.
-Te hice una pregunta.
¿Cuál seria?
Dejó de pensaren ella.
Pero pensó en si misma. En años antes, cuando era una estudiante de bachillerato, cuando se fue a España e iba a las fiestas de los estudiantes se sentía tan feliz…como aquellas parejas que bailaban en la pista.
¡Que días quellos! E incluso cuando empezó a salir con Mike.
Entornó los parpados y su cabeza giró despacio para que sus ojos pudieran ver a Mike.
Era distinto.
Aquel hombre, era distinto al Mike, muchacho que ella conoció.
Opuesto, diría mejor.
Bailaba como lo hacia Edward en aquel instante y decía cosas bellas y todo le parecía estupendo y la vida hermosa…
-Bella…me miras como si no me conocieras…
Y lo deconocia. Era lo peor de todo, que empezaba a desconocer a Mike.
Al fin y al cabo ella solo tenia veintitrés años y de repente sentía el imperioso deseo de dar vueltas en la pista, al lado de un hombre, pegada a un hombre, oyendo al hombre, besando al hombre…estaba pensando en …Edward.
Seria grato, sentir la fuerza de aquella ansiedad y vivirla y olvidarse de todo lo demás. Pero no, se sentía vieja. Pensó que ya no sabria bailar, ni escuchar arrobada las tonterías que dicen los enamorados. ¿enamorados?
¿Estaba pensando en Edward y en el amor?..
-Bella…tal parece ue estas a miles de leguas de distancia.
Bella sacudió la cabeza. No , no estaba demasiado lejos, solo en la pista; al lado de Edward, la chica que bailaba con él, tendría su edad, mas o menos.
-¿Bailamos?.- preguntó de pronto.
Mike la miró asombrado.
-¿Ahí?
-¿Por qué no?
-Hace siglos que no bailamos en una pista asi, tan pequeña y tan poco iluminada.
-Tienes,,,tienes razón.- y con un movimiento de cabeza que parecía forzar sus labios a moverse.- ¿de que me estabas hablando?
-Pues…te perguntaba si una vez casados, yo no podría fumar en la cama. Es que me gusta ¿sabes?
-¿Y por que no vas a poder?
-Por los hijos, el humo es nocivo ¿sabes?
-Ah.
Y se quedó mirando al frente, de nuevo, hacia la pista, Edward la miraba a su vez, sin dejar de moverse graciosamente. Agitó la mano en el aire y la saludó con alegría .
-¿Quién es?.- preguntó Mike, olvidándose de su tabaco.
Bella no le oia. Pensaba, estaba imaginándose a Edward pegado a ella y bailando…algo extraño, le recorrió la columna y le infló el pecho de un dolor exquisito, parpadeó un par de veces y se mordió el labio, inquieta. Sonrió cerrando los ojos y se pasó la lengua por su boca, evocando imágenes, clandesticas encerradas en su cerebro. Habia pasión y desenfreno…y todo era con Edward…absolutamente todo.
-¿Quién es?
La voz de Mike era algo vibrante.
Por eso Bella le miró con rápidez, como olvidándose que estaba sola con sus pensamientos, clasificados x.
-¿Quién?
-El que te saluda.
-Ah.
-¿De que lo conoces?
-Le doy clases de alemán.
-¿A ese grandullón?
-Pues si. Tambien le doy clases a un señor casado que tiene una sociedad en Alemania, y aotro que es viudo y trata de rehacer su vida en Berlin. ¿tienes algo que objetar Mike?
-No…claro que no.
Edward aparecia en aquel instante, llevaba a una chica cogida de la cintura; muy pegada a él, y se detuvo apenas un segundo para saludar a su profesora.
-Hola Bella.- la miró a los ojos intensamente.
Ella le miró con los parpados entornados ligeramente.
-Hola Edward. (tum, tum…tum, tum…tum,tum…)
-Hasta mañana.- le sonrió él, con su sonrisa ladeada.
Nunca le pareció a Bella esa sonrisa tan sexy y perturbadora.
Ya no lo veía como un niño de teta, lo veía como un hombre…y que hombre. Sintió como un ardor desconocido le inundaba la cara.
-Hasta mañana.
Lo vió alejarse. Hubo un silencio en la mesa. Mike encendió un cigarrillo con precipitación, después con mucha prisa dijo:
-Mi madre me habló hoy de nuestra boda.
Estaba harta.
Hasta las narices.
Que lo dejara todo como estaba. Empezaba a odiar aquel matrimonio radiado, que cada dia le parecía mas irrealizable…Empezaba a odiar a la queridísima mamá de Mike y a él mismo si la apuraban.
-Es tarde.- dijo por toda respuesta.
-Bella…me gustaría hablar de nuestro futuro.
¿Qué futuro?
Se alzó de hombros.
-Vamos Mike, seguro que tu madre te está esperando, y la mia igual.



Abrió la puerta sin ruido. Eran las diez y media. Nunca tenia prisa por llegar a casa un dominfo, pero es Mike la tenia harta, sacudida, mareada…asqueada. Queria volver al calor de su casa junto a su madre. Por eso llegaba tan temprano.
-Bella .- gritó Reneé.- Mira…
Como aquella vez.
Pero muy distinta, porque ella aquella mañana, ni aquella tarde no había salpicado a nadie de barro.
-Que hermosas, Bella. Cuando llegó el repartidor y me dijo “ Son flores para Bella” me sentí ¿Cómo te diré? Algo emocionada. ¿De Mike, no Bella?
No.
Mike nunca tenia detalles así.
¿Edward?
Pero…¿Por qué?
¡Que detalles tenia aquel chico!
Metió la mano en el ramo enorme de flores rojas,todas rojas,c omo si la salpicara la sangre.
Los tallos verdes…las hojas verdes…
-Son bonitas..- dijo algo nerviosa.
Buscó, hurgó con ansiedad….y allí estaba la tarjeta, la abrió con manos temblorosas y la leyó con una sonrisa en el rostro.
“ Soy yo. Te las mando. Mete en ellas tu ara, hemedecela y confunde tus lagrimas intimas con ese rocio, que aún tienen sus petalos. Mañana te dire…porque te las mando. Por favor…no me riñas” Tu discípulo.”

Continuará…

1 comentario:

  1. holaaaaaaaa buenisimooo el capiii me encantooo...mikeee es un tontoo y aparte aburridoo y a la madre tampoco me la bancoo bella por dioss que lo dejee y edward es un encantoo je con esas floress que le mandaa es un divinoooo a ell le encantaa bella pero ella igual esta empezando a sentir algooooo....nos leemos en el proximo besotes!!!

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