martes, 1 de marzo de 2011

My Love Is Over

MY LOVE IS OVER
CAPITULO 5
Oí el rechinar de la silla de ruedas de papá en el pasillo. Abrí lentamente los ojos y ví la claridad del dia afectándome en mis pupilas.
Levanté mi torso como un resorte y me llevé la mano a la frente; victima del fatal dolor de cabeza que me asistía.
Arrastré los pies hacia las zapatillas de casa y las calcé.
Papá estaba contento ya que silbaba animosamente. Sonreí mentalmente; porque no podia hacerlo físicamente; me dolían todos los huesos de mi cuerpo.
¡Menudo cogorza! ¡De las que hacen historia! Como una revelación, me vino la imagen de la chaqueta del idiota de Edward Cullen toda poteada, y me llevé la mano a la barriga. Habia estallado en carcajadas, aunque con cada sacudida; me dolían hasta las pestañas.
-¿Bella?.- La voz de mi padre, hizo que abriese la puerta de mi habitación y salí a darle los buenos días.
-Papá.- dije sonriéndole, alisando aquel cabello ; que parecía un nido de pajaros.
-Nena…¿Se puede saber a que vienen esas carcajadas?.- La voz de Charlie también era divertida.
-Nada, papá. Me acordé de algo y no pude evitar reirme; eso es todo…¿Qué hora es?
-Las 10 de la mañana; dormilona. ¿A que hora volviste del baile?
-Ni lo recuerdo papá. – Me pasé una mano por la frente y rogué a Dios que no me preguntara si no habia venido sola.
-¿Viniste sola?.- Oh…vaya…¡Bingo!
-No papá. Me trajeron a casa.
Papá bajó los ojos y se frotó la nariz , pude vislumbrar una sonrisilla traviesa debajo del grueso bigote.
-Han traido algo para ti.- dijo sin mirarme.- Está en el recibidor, viene con tarjeta.- Charlie alzó la vista y algo debió de ver extraño en mi rostro; porque su ceño se frunció y su expresión cambió de repente.- nena…¡Respira! ¡Te estas poniendo como un tomate!
Me abalancé perdiendo las zapatillas de casa por el camino al bajar las escaleras. La casa no era muy grande y no tardé mucho en ver la esplendida cesta de mimbre con rosas rojas en su interior.
Busqué entre los tallos verdes; alguna nota que me revelara el remitente de las mismas; aunque me decantaba a pensar que no habia sido el caballero de la oxidada armadura que me habia acompañado a casa, la madrugada anterior.
Alcancé a ver un pequeño sobre y lo abrí con las manos temblorosas.
“ A la recepcion de estas flores; te ruego que me llames, confirmando si existes de verdad.
Porque la Diosa de la que mis ojos pudieron jactarse anoche; dudan de tu existencia y credibilidad. ¿Fuiste un sueño o una realidad, Bella Swan?
Sigue en pie mi oferta. Por favor; hazme saber que no fuiste una aparición de mi cruel mente,que fantaseó contigo con imperiosa necesidad toda mi vida…
…Siempre tuyo .
Gerald Denalí”
“Psdt: He cortado personalmente todas las espinas de estas rosas; para que ninguna te haga daño; para que te acaricien como si fueran mis manos; suave y delicadamente.
Mi mobil:66655437.”
Me llevé el pequeño sobrecito a los labios y lo besé; acalorada. ¿De donde habia salido aquel hombre?
Un carraspeo me hizo volverme en redondo y ví a papá en busca de respuestas.
-¿Y bien, Bella? ¿Algo que deba saber?
Caminé hacia él y me puse a la altura de sus ojos; clavando mis rodillas en el suelo de parquet.
-Es un hombre que conocí anoche papá. Le intereso; al parecer.- No pude evitar, decirle todo aquella a papá sin que se borrara la sonrisa de mi rostro.
-No quiero que te hagan daño, Isabella.-
Lo besé y acaricié su rostro.
-Papá tengo 20 años. ¿no crees que ya es hora que tenga algún tipo de relaccion con algún chico? Como siga a si voy a ser la solterona de Forks,- Ambos reimos ante mi ocurrencia, y me fijé en aquellos ojos tan parecidos a los míos.- Debo de hacer una llamada papá. Es de vida o muerte.
Chalie me empujó levemente ; haciendo un mohín de indiferencia y me encaminé hacia mi habitación.
Busqué entre mis cosas el mobil y marqué los números del paraíso.
Un tono.
Dos.
Tres.
-¿Si? Al habla Geral Denali.
Mi corazón comenzó a bombear con fuerza y mis manos segregaron mas sudor de lo normal. Aquella voz sensual, me acariciaba los oídos e imponía ondas de magnetismo por todos los puntos vitales de mi cuerpo.
-Hum…Soy…
-¿Bella? ¿Eres tú?.- Casi podia imaginar su rostro, podia notar que mi voz habia hecho variar su cadencia en la voz y ahora tenia un matiz mas alegre y prometedor.
-Si…He recibido las rosas…no debiste hacerlo…son preciosas.- Parecia una imbécil; pero es que no tenia palabras para enfrentarme con aquel hombre.
-No son nada frente a ti. Neutralizas cualquier hermosura con tu presencia….¿Sabes?.- esto ultimo lo dijo en un susurro.- Estaba hecho un manojo de nervios; hace una hora que debiste recibirlas y esperaba tu llamada con ansias adolescentes…
Reí.
-Hace nada que me levanté. Anoche bebí mas de lo necesario…
-Estabas preciosa.
-Me abrumas con tus palabras.- dije sonrosada.
-Bella…¿Cenamos juntos? Tengo entendido que mañana comienzas en la casa de los Cullen como interina…
-Sí…
-He estado hablando con Esme y Carlisle; espero darte una sorpresa si cenas conmigo. ¿Lo haras?
-Si.- rotunda.
-Voy a buscarte ¿ No te importa?
-No…veras …papá, Charlie…si no te importa no quiero que mi padre tenga ideas equivocadas al verte, yo….
-Está bien. Tranquila. ¿Te parece bien quedar en casa de los Cullen?
Bufé.
-Si es estrictamente necesario…
-Lo es. Creo que si. Debo poner algunos puntos sobre las ies…si no te importa.
-No..no comprendo..
-No te preocupes Bella; no sufriras mas desplantes de mi hija; hasta ahí puedo llegar. Lo que haga Carlisle con su hijo, es asunto suyo; pero lo que no voy a permitir es que Tanya te mire por debajo del hombro ni un segundo mas.
Suspiré. Aquel hombre hacia que me derritiese, literalmente.
-Gerald..
-Bella; ¿quedamos a las 8? ¿Te va bien?
-Si, me va estupendo.
-Hasta luego preciosa.
-Hasta luego..
Colgué y me tiré a la cama presa de una felicidad que no conocía limites.
Cenaria con él, hablaría con él…y quizás aquella noche…me besara…..

Algo nerviosa y azorada intenté hacer la faena de casa y mantener un dia con Charlie ameno.
Saqué toda la ropa de la lavadora y la puse en las cuerdas del patio trasero. Cociné algo de pasta; la preferida de papá y puse un poco de pescado en adobo para la cena.
A eso de las seis de la tarde, vinieron los amigos de papá; para ver el partido de rigor de los domingos.
Mientras papá cogía unas cervezas de la nevera; pensé en armarme de valor y decirle a papá que debia de ir a casa de los Cullen ; omitiendo que iba a salir a cenar con un hombre que me doblaba la edad.
-Papá.-le dije,algo nerviosa por su reacción.- Esta noche debo de ir a casa de Esme. Ya sabes, mañana dormiré allí y quiero tener bien claro todo lo que debo hacer.
Charlie me miró relajado y sonrió.
-Esta bien, Bella. Ve. Te voy a echar de menos estos días, hija. Pero este trabajo tuyo nos va a dar un respiro a nuestra escasa economía familiar.
Sonreimos ambos , le dí un cálido abrazo y un beso.
Fui hacia el salón y allí apostados en el sofá; estaban Billy,Larry y Bob. Los saludé amistosamente y corrí hacia mi habitación.
Mi sencillez al vestir; me hizo sentirme incomoda. Aquella noche; Gerald , iba a ver a la autentica Bella, sin maquillaje y sin vestidos de Barbie.
Me sentí insegura y resoplé con disgusto. ¿Se suponía que tenia que conocerme como era en realidad, no?
Cogí unos jeans una camisa azul marino de algodón y me calcé unas manoletinas con una moñita en forma de lazo en el empeine.
Recogí mi cabello en una coleta suelta y puse en mis oídos ; los pendientes de mamá. Unas estrellitas brillantes de tonos azulones, que hacian juego con la blusa que habia elegido.
Bajé con una chaqueta en mi mano y me despedí amigablemente de todos.
No me hicieron mucho caso; ya que estaban vitoreando a los jugadores y hablando entre ellos.
Caminé hacia mi camioneta y encendí el motor . Iba en busca de mi cita; la cita con la que habia fantaseado todo el maldito dia.
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Debieron de escuchar el ruido del motor de mi viejo trasto; porque al llegar ; ya habia una figura recargada en la puerta fumando.
Bajé de mi destartalada chevy y caminé hacia la entrada. Conforme me iba acercando pude vislumbrar de quien se trataba y mascullé una serie de improperios mentalmente.
-Hola Edward.- dije, algo molesta.
-Swan.- dijo el interpelado con un deje ronco.
Caminé dejándolo atrás y toqué el timbre para que me abrieran la puerta.
-No hay nadie.
Me volví hacia la figura que se envolvía entre las sombras y caminé hacia ella, algo nerviosa.
-Pero…yo…Gerald….
-Tranquila. Han ido a despedir a mamá. Papá tenia turno en el hospital y no la ha podido llevar al aeropuerto. El padre de Tanya la ha llevado.
-Ah…ya veo…Pues me voy entonces.
-No. No te vayas. – Azorada y con el alma por los suelos, suspiré. Todo aquello habia sido una dulce fantasia…Gerald, yo..la cena…y aquel beso que soñaba que me daría.
No lo escuché y caminé hacia mi auto.
-¿No me oyes? Swan. Gerry me ha dicho que te esperes. Volverá a buscarte.- Edward Cullen habia salido de las tinieblas de la noche y estaba plantado detrás mio; haciendo sombra junto a la gran farola que alumbraba su gran casa.
Me volví para mirarlo y crucé mis brazos.
-¿Me abres la puerta entonces? ¿O me vas a dejar aquí a la intemperie?.- siseé entre dientes. Aquel hombre me ponía de los nervios.
-Quiero hablar contigo primero. Advertirte, mas bien.
Elevé una ceja. ¿Edward Cullen, advertirme? ¡Ja!
-No me hagas reir; Cullen.
-No seas gilipollas Isabella. No sabes donde te metes con Gerald. Te dobla la edad…
Lo miré sorpendida y algo molesta por su actitud.
-¡Esto si que es bueno!¡Y a ti que mierda te importa!.- inquirí alzando un poco la voz.
-Es el padre de mi novia. Me preocupo por él.
Me dieron ganas de abalanzarme sobre él y abofetearlo; hasta borrar la cara aquella de amargado que tenia.
-Eres un déspota . ¿Crees que no soy buen partido para él? ¿Demasido vulgar tal vez, Cullen? Claro…yo no cumplo tus expectativas y piensas…que todos piensan igual que tú. Te aborrezco ¿lo sabes? Tanto o mas que tú a mi. Pensar que voy a tener que verte a todas horas en esta casa durante días me revuelve el estomago.
Tiró el cigarro con furia al mullido césped y sentí sus pasos aproximarse a mi persona, cogió una de mis muñecas y apretó con fuerza.
-Por supuesto que es reciproco, tonta. .- Me acercó mas a su cuerpo y pude sentir su aliento muy cerca de mi boca.- Hoy he visto como cortaba cada una de las espinas de esas rosas que crecen a ese lado del jardín. Una por una…lo has vuelto loco…¡Maldita seas!
Sonreí altanera y elevé mas el rostro; si cabía.
-Nunca habían hecho nada de eso por mi. Me halagas. Aunque sé que eso no es lo que pretendes. Creo que Gerald es el hombre por el que he esperado por tanto tiempo…pero eso a ti no te importa…no sé que hago hablando esto contigo. No eres nada para mí.
-Yo considero que si lo soy.
Su agarre se hizo mas fuerte y miré su mano, haciendo un gesto de dolor.
-Me haces daño; Cullen.
Me soltó y se dio la vuelta con violencia.
Lo miré algo intranquila por su actitud de psicópata y camine hacia la puerta, para alejarme lo máximo posible de él.
Despues de un rato de un incomodo silencio, caminó hacia la entrada y abrió la puerta con su llave. Lo seguí y me senté en unos de los sofás del salón; mordiendo mi labio inferior, victima de los nervios.
La figura de Edward estaba apostada de frente mio, apoyado en la pared, mirándome sin descanso.
Habia algo indescifrable en su mirada que me incomodaba y me hacia ruborizarme. Era insistente, voraz…
-Perdona por lo de anoche.- dijo de pronto, haciendo que mirara sus ojos verdes y profundos.- Creo que no estoy acostumbrado a verte vestida de mujer…y me sorprendiste.
Bajé la cabeza tragué en seco. Me estaba ruborizando, si…como un tomate…
-¿Esto es una tregua, Cullen?.- pregunté sin mirarlo.
-No.
Alcé la mirada y pude ver claro lo que trasmitían sus ojos. Me estremecí ante aquella mirada…de absoluto deseo.
-Hummm
-Me gusta cuando te ruborizas. – se acercaba lentamente.- Me hace imaginar como podrías estar después de un buen polvo, sudorosa y ruborizada hasta la raíz de tu pelo, tus labios hinchados de besos ardientes y las pupilas ciegas de deseo compartido…- Ya estaba a mi lado,y yo solo podia escuchar el tronar de mi corazón.
-Eres un cerdo Cullen. Tú en tu línea.- escupí asqueada.
Sentí su cercanía a mi lado y me moví un poco mas; para acortar distancias.
-¿No te has hecho una paja ninguna vez, Bella?.- me habia hablado tan cerca del oído, que sus labios habían rozado levemente éste.
Salté del sofá,c ompletamente sofocada y le grité furiosa.
-¡Dejame en paz! ¡Eres un asqueroso!!¿Tu siempre con lo mismo! ¡Arhhhggg!!!
Se irguió y caminó hacia a mi sin prisas.
-Seguro que se te quitaría esa cara de amargada que tienes Bella. Si no tienes idea; yo te podría enseñar…¿sabes? Creo que podría hacer una buena obra contigo..
-No te acerques más Cullen, que te marco la cara: Te lo advierto.-siseé
Aquello era una maldita pesadilla.
Comenzó a carcajearse llevándose una mano a su cabello revuelto. Lo miré alucinada y me relajé. Al parecer se estaba cachondeando de mi; como siempre.
El timbre de la puerta, lo alejó de mi . La abrió y unos brazos largos envolvieron su cuello y unos labios feroces se estamparon en los suyos.
-Chicos…
La voz de Gerald…era él ,Habia venido mi sueño otra vez…se acababa mi pesadilla.
Se paró observándome detenidamente y sonrió abiertamente al encontrarnos con nuestras miradas. Caminó hacia mi y se paró a una cercanía considerable.
-Hola Bella.- me dijo, mirándome a los labios.
-Hola.- dije, apenas sin poder respirar.
-Te voy a besar.- dijo con los ojos entrecerrados.
-Bésame…
Y lo hizo..y de qué manera…

1 comentario:

  1. holaa ahhh por diossestee edwardd es tremendooo por dios se le va la lenguaa y con gerald no tengo nada en contra de el mientras que sea alguien pasajero en la vida de bellaa jajajaj ya me conoces soy ciento por cient oedward /bella ajjaja!!! no lo puedoo evitar!!!!! bueno noss leemos en el proximoo!! me re gustan todas tus historias!!!! besotes!

    ResponderEliminar