martes, 18 de enero de 2011

Casanova

CASANOVA
CAPITULO 5

Alice Brandon habia conseguido un vestido que armonizaba perfectamente con el color cremoso de la piel de Bella y su cabello.
La pedida de mano habia pasado hacia varios días y ambas rieron ante, las expresiones que Bella imitaba de su futuro esposo.
Yacían en la cama de la habitación de Bella. Se retorcían pegadas a las almohadas, riendo hasta que la barriguita les dolia.
-Te lo juro Alice; si hubieses visto su cara.- volvió a reir echando la cabeza hacia atrás.- Su mirada, apuntaba a todos lados menos a mi rostro…tuve que morderme un lateral de la boca para no estallar en risotadas.
Volvieron a reir; si es que habían parado en algún momento.
-¿Y dices que se puso lívido?.- preguntó Alice con socarronería.
-¿Livido? No querida, livido, no. Verde.
-Tengo un talento natural para trasformar a las personas, Bella. ¿Lo dudas?.- Alice, se miró las manitas y alzó la nariz en un gesto altanero. Sonrió a su amiga.- Bien ahora, vamos a maquillarte, querida. Hoy es tu despedida de soltera. Y nos vamos a ver chicos sudorosos y con taparrabos .- Carcajearon nuevamente, dejando vencer a la gravedad y rebotando con sus cabecitas en la almohada.
De repente Alice se puso tensa.
-¿Tienes miedo de él, Bella?.- preguntó Alice, mirando el techo, observando las estrellitas de colores que se formaban, al reflejarse la luz en la bola de cristales que colgaba del techo.
Bella se removió, tocando el hombro de su amiga con el suyo y giró la cabeza para verla frente a frente.
-No. No me inspira ningún tipo de temor ese hombre. Pienso hablar con él en la ceremonia.
Alice se giró levemente y miró a su amiga asombrada.
-¿Si?
-Si.- apuntó Bella.- Quiero pactar algo con él. No soy tonta y sé que me desprecia, ósea que si le doy un plazo para acabar la pantomima; creo que no se negará. Yo quedaré libre y él también.
-Fantástico, Bella.- una sonrisa ancha se formó en los labios de Alice.
Bella saltó, semi incorporándose y cogió a su amiga de las manos.
-Quiero ver hombres semi desnudos, Alice. Ya.
Volvieron a reir y apresuraron a vestirse. La noche era joven y ellas también.




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Edward Cullen arreglaba los puños de su camisa.
Los tios, le habían mandado desde Italia unos gemelos con la inicial de la familia en el escudo.
Miró el cuello de está y suspiró, viendo su reflejo en un espejo.
Tenia una cara de amargado que se la pisaba.
Se revolvió el cabello nervioso y giró su cuerpo al notar la presencia de su madre.
-Hijo….
-Mamá.- Edward, avanzó hasta ella, dándole un suave beso en la mejilla.
-¿Dónde vas hijo?.- Esme miraba a su hijo conciliadora. Sabia la dura batalla que habían emprendido padre e hijo, desde que Carlisle se habia enterado de su pacto con el padre de su prometida.
Carlisle prácticamente habia obligado a desposar a Edward con Bella y aquello al hombre le revolvía las tripas.
-Me voy a divertirme…ya sabes… la semana que viene es el gran dia y quiero desfogarme por ahí.- Edward se arrepintió en segundos de su falta de cortesía, en referencia a su madre y le sonrió tierno.- Perdona, mamá. Ya sabes que opino de esto. Me marcho.
Edward arrastraba los pies hacia el portón de salida y Esme lo miró con rostro afligido.
Unas manos imponentes y cálidas la abrazaron desde detrás, recorriendo su cintura.
-No sufras por tu hijo, Esme. Le estoy dando una lección. Eso sin mencionar, que también le estoy haciendo un favor.
Esme se volvió hacia su marido y se recargó en su pecho.
-¿Crees que funcione?
-Quiero creerlo, Esme, quiero creerlo.




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Cuando Alice metió a Bella en el taxi a fuerza de empujones con una venda en los ojos; para no ver el recorrido del trayecto, un sentimiento dormido embargó a la muchacha.
Pasaria tiempo hasta que volviesen a estar juntas.
Su matrimonio con el Casanova de Edward Cullen la haría estar atrincherada en su casa ; por un tiempo ilimitado…por ahora.
Mientras Alice, le susurraba en los oídos cosas sucias sobre los chicos que iban a ver; Bella no pudo hacer otra cosa que suspirar.
El taxi paró unos minutos después. Alice dejó un par de billetes en la mano del conductor y sacó a Bella de la mano, quitándole la venda.
-¿Men´s and Girl´s, Alice? .- dijo ella, frotando los ojos. La luz de la fuerte luz de neón le hacia daño en sus oscuros ojos.
-Siiiiiii.- Alice, comenzó a dar saltitos y la cogió de la mano, tirando de ella.
Bella negó con la cabeza. Era casi imposible que les dejaran entrar.
Men´s and Girl´s era una de las discotecas mas chics de toda la península. La gente hacia colas interminables para poder entrar, enseñando una invitación, firmada por alguien que conocía a un promotor de ésta o un camarero, de los que hacian malabares en la famosa barra del fondo.
Bella bajó su rostro y sonrió…..acabarian en un burguer o algo parecido.
Se dispusieron al final de la larga cola y Alice apretó la mano de su amiga; que todavía no habia soltado.
-Ya veras….
Bella no perdió la sonrisa. Alice era la mejor amiga del mundo, estaba viviendo aquello como si fuese ella la que iba camino de la horca… matrimonio. Se suponía que aquella noche seria “ la gran noche para ella”
De repente la mano de su amiga se desasió y comenzó a alzar los brazos.
Bella sintió vegüenza ajena y puso una de sus manos en la frente. Desviando la mirada.
De nuevo Alice agarró sus dedos y comenzó una correntilla insoportable, ya que la habia obligado a llevar unos tacones de vértigo.
Aquella noche, Bella se sentía bonita.
Alice habia elegido un vestido de tubo azul turquesa que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel.
El escote de palabra de honor; le hacia parecer elegante, pero a la misma vez, terriblemente sugestiva.
El cabello ondeando al viento; habia sido tratado y olía maravilloso,aunque tenia un tacto aún mejor.
El maquillaje de Bella no era artificial; solamente se ajustaba a ensalzar sus rasgos mas hermosos. Alice habia enfatizado mucho en su mirada y parecía una leona, con aquellos ojos y cejas tan pintadas.
Pero se sentía bella; y por consiguiente segura de si misma.
Los tacones eran subliminalmente altos; pero aquello le hacia ver unas piernas esbeltas, cuando caminaba; ya que habia una terrible obertura en uno de los laterales y cuando caminaba, se veía demasiada piel; demasiada carne.
-¡Jasper!.- gritó Alice.
Un hombre rubio se giro y sonrió a las muchachas.
Casi sin aliento, Alice llegó a la puerta y se detuvo de frente al chico.
-Alice, estoy encantado con volver a verte…-sonrió y le dio un beso demasiado lento en la mejilla.
Bella, frunció el ceño; dejando escapar una media sonrisa.
-Mira, Jasper.- Alice carraspeó.- Esta es Bella, la amiga de la que te hablé…esta noche tiene que ser especial; de aquellas que no se olvidan.
Jasper evaluó a Bella con la mirada y sonrió.
-Sin duda lo será.- Firmó unas tarjetas y les dio paso, abriendo la gruesa cadena que accedia a la entrada de la discoteca.
Bella sonrió a su amiga.
-¿Cómo lo has conseguido?
-Jasper es muy amable.
Bella propinó un codazo a Alice y esta suspiró cerrando los ojos.
-Bella, ¡Jasper es el amor de mi vida….!
Ella se rió; se rió mucho.
Entraron al local.
A Bella se le desencajó la mandíbula al entrar. Miles de chicas gritaban deseperadas a los muchachos que bailaban en lo alto del escenario.
Bailaban muy sensualmente, vestidos con trajes de cuero negro y uniformes de todo lo que daba la imaginación.
Se perdieron en la multitud y antes de que se dieran cuenta; ya estaban gritando y jaleando como si aquello fuera un virus letal.
Bella reparó en que la sala estaba compartida; ya que habia un enorme toldo que no podían traspasar más allá de los lavabos.
Un chico , que podia compararse con Thor…aunque solo le faltaba el martillo…aunque….ante la ocurrencia se llevó la mano a la voca y emitió sonora carcajadas. El chico comenzó a hablar por un micrófono.
-Y ahora chicas…..es ¡La hora de las novias!
Bella se llevó las manos a la boca y miró a Alice horrorizada.
-¡Te mato!.- le gritó mientras su amiga se destornillaba de risa.
Aquel chico tan musculado, hablaba y Bella habia comenzado a ponerse terriblemente nerviosa.
-Vamos a abrir el area de los chicos ¿No creen que ya es hora?
-¡SIiiiiiii!.- gritaron todas al unísono. Bella miró a Alice y la pequeña duende le guiñó un ojo.
El toldo comezó a subir y Bella contempló horrorizada como una masa aglutínate de hombres, se unia con ellas.
En el escenario de ellos; habia chicas muy bien formadas y siliconadas.
-Es la hora de las novias….- dijo el presentador, al cual se le acercó una rubia muy sugestiva y se pegó a su boca queriendo devorarla.
-…Y la de los novios……- sentenció muy sensualmente.





Edward Cullen aún se preguntaba que hacia en el Men´s an Girl´s. Emmet lo habia convencido, casi arrastrándose por el barro. El muy gilipollas se habia colgado por una de las chicas y andaba medio enbobado, besando el suelo por donde pisase la rubia.
La verdad; y si debia de ser sincero. Aquello era un paraíso.
El escenario estaba lleno de chicas que se contoneaban con la presicion de una puta dispuesta a calentarte hasta soltar humo por las orejas.
Cuando comenzaron a subir el toldo; para unir a todos los clientes del local, alucinó.
-Es la hora de las novias .- miró al hombre con cuerpo musculoso ; pero con una voz demasiado cuidada para ser “ hombre”.
-……Y la de los novios…- aquella mujer de la que no podia quitar la vista aunque quisiera, se movia como si tuviese un consolador en el coño. Cada paso era una mirada sinuosa y muy, muy prometedora.
Edward bebió de su cerveza y sonrió. Buscó a Emmet ; pero el muy maldito ya habia desaparecido.
Queria olvidar, olvidarse de todo. De él , de Isabella…del destino y sus malas pasadas…del tiempo….
A sus 29 años de edad, no se habia fijado en una mujer el tiempo suficiente; porque siempre esperó que Isabella creciera…y por Dios que mal lo hizo.
-Vamos a dar el nombre de novios y novias y van a tener que subir al escenario y ¡Hacer lo que vosotros mandéis, chicos, sois los amooooooos!!.- el hombre gritaba desesperado junto con la mujer siliconada.
Edward rió como si aquello no fuera con él y dio otro trago a la cerveza. Elevando una ceja esperó pacientemente a que la muchedumbre se calmara y el presentador sacó una hoja impecablemente doblada. Elevó los ojos a la multitud y sonrió. Cedió la nota a su partenaire y ella sonrió también.
-¡Edward Cullen y la señorita X”.- gritaron ambos con devoción descontrolada.
Edward escupió la cerveza entre los dientes y buscó a Emmet. ¡Maldito!
Bella que sonreía, frunció el ceño al notar el codazo de Alice.
-Bella mira tu tarjeta.- gritó su amiga.
-¿Qué tarjeta?
-La que te firmó Jasper.
Extrañada, Bella miró la tarjeta y sus ojos salieron de sus orbitas literalmente.
“ Señorita X”
-Mierda Alice. ¿Qué pretendes?
-Disfruta.- le gritó su amiga, propinándole una palmada en el trasero.
Ambos buscaban el camino hacia el escenario y cuando las manos de ambos presentadores los ayudaron a alcanzarlo. Bella miró a Edward y se mordió el labio nerviosa, negando con la cabeza y mirando hacia otro lado.
En cambio él se quedó embelesado mirando la mujer mas maravillosa que habia visto en su vida….

Continuará….

1 comentario:

  1. holaa estoooo esta cada vezz mas buenooo...jeee...me encantoo el capiii lo que sonn las casualidadesss y ahoraa edward quedooo hipnotizadoooo...yy alice conn ese disfrutaaa...mmmya quiero leer el proximo capiii para ver que sucedee edward obviiamenteee no la reconocioo por que vioo a bella la disfrazadaaa...y bellaaa mmm que haraaa!!!!!!! besos me encanto!

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