Marionetas del destino

CAPITULO SEGUNDO

Edward Pov

Despues de enviar muchas solicitudes a la empresa Swan Corp. Había sido admitido,¡Por fin! Para mi era como si me hubiese tocado la lotería, el premio gordo. Llevaba años intentando entrar en aquella empresa y ahora como una bendición divina allí estaba, entregando los últimos papeles para dar por finalizado el contrato laboral.
-Perfecto.- me dijo el gerente de personal.- Usted es el perfil que necesitamos, trabajará junto al hijo del jefe, supongo que esto no será una dificultad para usted ¿no?.- preguntó el hombre, ajustándose sus gafas sobre la nariz.
-No. Yo haré mi trabajo, me es indiferente trabajar conjuntamente o individualemente. Y no, no me importa que el hijo del jefe, este a mi lado.
-Bien, deberá de llevar los paneles de rendimiento. Venga conmigo.
La Swan Corp. Hacia una de las mejores cervezas de todo el estado.
Rellené miles de solicitudes para poder entrar aunque fuese solo por una temporalidad reducida: veranos, fines de semana.. y nada nunca había tenido la suerte de que me reclamaran, por lo visto un ingeniero informatico, no daba con el perfil que ellos buscaban.
Ahora todo había cambiado y tenia un contrato fijo. Estallaba de alegría.
Llegamos al panel de mandos.
Era una cabina con distintos ordenadores. Embotellado, fermentación. Grados, distintos niveles de cebada, lúpulo y otros cereales.
Todo aquello estaría bajo mi supervisión. Aquel trabajo iba a ser mucho mas fácil de lo que yo pensaba.
-Este panel.- me dijo el hombre.- Es importantísimo. Los grados de alcohol tienen que llegar a 0, ya que en este tanque se fabrica la cerveza sin alcohol.
-Entendido.
-Jasper Swan, le dará todas las observaciones que necesite; no se preocupe hijo. Es un buen chico. No es el típico hijo de papá…Podia estar arriba, vestido de corbata y prefiere estar aquí, con el mono azul y reclinado en el sofá, sin perder de vista los paneles. ¿Sabe que un dia se durmió y embotellaron cerveza con alcohol etiquetada como sin?
Ante aquello no pude hacer otra cosa que negar con la cabeza. ¿Por qué me contaba aquel hombre eso?
- Salió en estampida y paró el camión antes de que saliera de las cocheras. Él mismo hizo el etiquetaje adecuado. Es un chico maravilloso. Lastima que no este pasando por un buen momento, ahora.
-Vaya…¿Y porque está enfermo?
-No. Aunque estos males de amores, también se pueden tachar de enfermedades. Lo ha abandonado su pareja después de cinco años. La muy … ¿sabe que la familia Swan y la de su pareja tenia un parestesco lejano? Por lo visto ella lo acusa de un monton de infidelidades y amigo… yo sé como es Jasper y sinceramente eso no va con él.
-Ósea que no esta de muy buen humor, en estos días.
- No, compañero, no. El trabajo es el trabajo y él como su padre no mezcla las cosas, pero si anda un poco distraído. El otro dia iba por la sección de cocción y casi lo matan con una grua. Paso por donde no debia.
No quería seguir enterándome de la vida de mi futuro compañero de trabajo. Corte al hombre con un:
-¿Cuándo puedo incorporame?
-Mañana mismo.- me dijo el hombre sonriente.
-Estupendo. Entonces mañana nos vemos Señor Jenkins.
-Hasta mañana entonces, chico. Suerte en la Swan Corp.
Me tendió la mano con camaradería y asentí gustoso la acción .
Giré sobre mis talones y caminé hacia la salida.
Risueño, miré el sol resplandeciente y sonrié jubiloso. Mi vida, como había vaticinado mi hermanita Alice, había dado un giro muy subtancioso y yo estaba henchido de dicha.

Bella Pov
Cuando llegué a casa de Emmet, la pintura de mis ojos, corria junto con mis lágrimas. Parecia sacada de una película de terror.
Al picar al timbre y verme Rosalie; abrió mucho los ojos y se llevó las manos a la boca. Seguidamente, me abrazó y me dio paso hacia su hogar.
-Emmet…- gimoteé.
-Sí. Esta en su despacho. Hoy no ha ido a trabajar. No se encuentra muy bien. Está haciendo lo que puede desde aquí. Sube.
Subí las escaleras de mármol de , con paso quejumbroso, apoyada en la barandilla. No tenia fuerzas siquera y temía que si no me sujetaba a algo no tendría el temple suficiente para seguir erguida.
Toqué en su despacho y él me dio entrada; pensando que era Rosalie.
Al abrir la puerta, se sorprendió.
-Bella…¿Qué pasa?.- preguntó cerrando el portátil y levantándose de la silla donde se hallaba sentado.
-Ay… Emmet…. ¿Por qué, porque no me lo dijiste…Porque?.- estallé en un llanto desquiciado, y mi hermano me abrazó con su poderoso cuerpo, sintiéndome como en casa.
-Mi pequeña Isabella… hermanita… no quería que sufrieras… lo siento , el tiempo es un aliado demasiado complejo. Tenia la certeza de que algún dia te enterarías, pero no me sentía en la obligación de abrirte los ojos. ¿Me hubieras creido? No. Para ti Jacob siempre ha sido lo primero; antes de papá , mamá , Jasper o yo. Estabas tan ciega…. No hay peor ciego que el que no quiere ver hermana y eso es lo que te ha pasado a ti… Quise esperar el tiempo necesario para que no te dolise hasta morir. ¿Entiendes? Te conozco demasiado bien. Si él lo hubiera negado, hubieras perdido a tu familia. Él era lo único importante en tu vida hasta el momento.
Lo miré con deseperación.
-¿Qué me estas diciendo, hermano? No, ¿Cómo puedes pensar eso? Me hubieras sembrado la semilla de la duda y hubiese comenzado a ver cosas que no alcanzaba ni a imaginar…. ¿Tú sabias lo de Sue?
-Sí.
-¿Y también sabes que es la misma Sue, que me ayuda en las tareas domesticas?.- le dije impaciente.
-¡No! ¿Qué dices Bella? ¿Te la ha metido en casa, a su amante? ¡Lo mato!, juro que mato al maldito..
Lo agarré fuertemente para que siguiera abranzandome y me abandoné en su pecho como lo hacia con papá cuando era pequeña.
-No… Emmet ya está … ya todo ha pasado. Cuando vuelva a casa. Él no estará . Lo he echado. No quiero volver a verlo nunca mas. Se ha burlado de mi amor demencial. ¡Dios Emmet! He perdido tanto tiempo con él, que ahora no sé que hacer.
-Tranquila, hermanita. La vida te dará una nueva oportunidad para amar…
-Callate, no quiero hablar de eso. No voy a confiar en nadie nunca más y eso sin pensar en como me siento…. Mi ego a descendido a niveles que no puedes ni siquiera imaginar. Me siento mal. Me han estado cambiando por otra. Seguro que han hecho el amor en mi cama… en mi casa….- Un sollozo ahogado se escapó de mi garganta y Emmet me apretó mas fuerte si cabia.
Estuve así por un rato. Perdi la noción del tiempo. Adormilada y aturdida, miré sus ojos chispeantes y una sonrisa se dibujó en sus labios.
-¿Mejor. Hermanita?.- dijo dándome un suave beso en la nariz.
-Sí.
-¿Te quedaras a cenar? Te hemos echado de menos Rosalie y yo. Si quieres llamamos a Jasper y a Maria.
Otro jarro de agua fría. Japer. Él había sido el detonante de todo aquello. Era hora de contarle lo que había ocurrido a Emmet. ¿O no seria justo que lo contara yo? La verdad es que era él, el que tenia que decirle aquella terrible verdad a mi hermano, no yo.
Como una aparición. Jasper apareció por la puerta. No lo habíamos oído entrar y nos miraba como si no entendiera los motivos por los que nos encontrábamos en ese estado.
Emmet se separó ligeramente de mí, asiéndome por la cintura y siguiéndole el paso,fuimos hacia donde estaba parado Jasper.
-Hermano.- le dijo sonriente.- Estabamos hablando de ti. Le había dicho a Bella que podíamos llamaros para cenar todos juntos, ¿Y Maria, esta abajo con Rosalie?
Jasper, me miraba fijamente y sus ojos se volvieron vidriosos, sus manos temblaban y se llevó la mano al cabello nervioso.
-¿Y Jacob, Bella? .- preguntó Jasper sin parpadear.
-No vamos a hablar del malnacido ese hermano. Ya sabes lo que pienso al respecto del cabronazo, ese….En fin… ahora Bella no vivirá en la mentira que estaba envuelta.
Jasper caminó hacia mi y llevó sus manos blancas y suaves hacia mis mejillas.
-¿Has llorado hermana? ¿Qué ha pasado?.- preguntó con la voz entrecortada.
-Jacob…y yo hemos roto, Jazz. Me era infiel, un infiel muy reincidente para ser correctos.- dije con una ironia propia de mi padre.
Jasper se pegó a la pared y arrastró su espalda hasta llegar al suelo . Allí se quedó sentado, mirando algún punto perdido del despacho de Emmet.
-Estamos malditos Bella, Y tú Emmet, andate con ojo con Rosalie…aunque ella siempre te miró de una manera que siempre envidié… Maria se ha marchado Jasper, me ha dejado una carta de despedida y de coaccion. Es una manipuladora y una hija del gran puta. Me ha llamado hace un momento, me pide dinero, todo lo que ella ha invertido en nuestra casa. Mi casa. Doy gracias al cielo por tener la hipoteca a mi nombre; si no me hubiera sacado hasta las entrañas. La maldigo una y mil veces, nunca… nunca pensé que podía ser tan perversa…
Emmet y yo nos pusimos a la altura de Jazz y nos abrazamos los tres. Eramos lo único que teníamos, a nosotros mismos.
Sollozamos como si fueramos uno solo y cuando terminamos de compadecernos de nosotros mismo, nos dirigimos al salón.
Allí hallamos una Rosalie inquieta, que se retorcía las manos y nos miraba con los ojos como platos.
-¿Qué pasa chicos? Estoy muy preucupada.
- Se quedan a cenar, Rosalie. Ya no habrá pajaros agueros entre nosotros. Se han marchado para siempre.
Rosalie, tardó unos momentos en comprender y entoces asintió ligeramente.
- He hecho raviolis con setas para Bella y Lassaña para ti y Jazz; sé que os encanta. Bienvenidos chicos.
Entrelazamos los tres las manos y fuimos a darle un fuerte abrazo a mi hermana Rosalie; porque eso era lo que era ella para nosotros ; Lo que siempre fue. HERMANA.
Continuará…