sábado, 15 de enero de 2011

Marionetas del Destino

CAPITULO 4

Bella Pov

Habia conducido por mas de ocho horas, mis pies y mis manos estaban entumecidas, pero quería llegar cuanto antes mejor.
Hacia ya bastantes tiempo que no veía a mis abuelos , y la sola idea de pasar unas semas con ellos, me devolvía las ganas de vivir de nuevo.
No había sido fácil para mi aquellos meses, separada se Jake, lo amaba y él no había hecho ningún caso a mis advertencias… quería que se olvidara de mi. Despues de haber despachado a Sue de mi casa, sin contemplaciones , me sentí vacia ante la idea de vivir sola en aquella casa, tan enorme para mi.
Habia pedido una excedencia en la revista donde trabajaba, y me la habían concedido. Por un año, nada mas y nada menos…mi cabeza no estaba para trabajar, no después del palo recibido por Jake.
Es por eso que me planteé volver a Forks en las vacaciones, me haría bien, volver a ver a Angela, Mike, Eric…todos mis amigos estaban allí, después de tantos años de no vernos,los iba a pillar con muchas ganas.
Pude ver a lo lejos la casa de mis abuelos, y mi corazón cabalgó de felicidad.
Tantos años , volviendo de vacaciones y los había abandonado, por la idea de Jake.
Él no se sentía bien, viviendo puerta con puerta con ellos. Decia que se sentía observado,continuamente…maldito cabron, yo si que lo tenia que haber observado mas continuamente, y no fiarme de sus falsas promesas de amor.
Desheché aquel pensamiento de mi cabeza y aparqué debajo del gran olivo que había delante de mi casa.
Al oir el coche, mi abuela salió de su casa, acompañada pocos segundos después por mi abuelo, pude ver como se hechaba las manos a la cabeza mientras salía del coche.
-¡Isabella!.- chilló medio histérica, mientras corria lo poco que podía en mi dirección.
Los ojos se me empañararon de lágrimas y fui a cobijarme en sus brazos.
-Abuela..como te he hechado de menos.- dije, apretando mi cabeza a la suya.
La piel de mi abuela, pese a sus arrugas, era suave; y cuando la tenia piel con piel, rememoraba mi niñez, cuando me mecia con la silla para hacerme dormir.
-Niña…que bien que hayas venido.- me dijo con los ojos llenos de lagrimas.
La miré enternecida y le pasé los dedos por sus mejillas, para limpiarle todo el rastro salino.
-No llores, abuela; ya estoy aquí. No llores, por favor.
Me abrazó aún mas fuerte y la voz de mi abuelo me hizo desprenderme de ella.
-Isabella,gracias a dios que te dignas de venir a vernos. Eres la única que tiene vegüenza de toda la familia; nos teneis completamente olvidados. Si no fuera por tus tias, no sé que seria de nosotros.
La voz de mi abuelo , ruda y poderosa ; era una copia casi perfecta a la de mi padre.
-Hola abuelo.- le dije con una sonrisa timida. James Swan, tenia cerca de 83 años, pero era como una viejo árbol, poderoso y robusto, e implacable.
Se acercó a mi apoyándose en su baston y me dio dos besos secos en las mejillas.
-Tu tia ha limpiado la casa, ósea que la encontraras bien. Ahora mismo la llamaré para decirle que has llegado, tiene muchas ganas de verte.
Para mi tia Irina, yo había sido siempre la niña de sus ojos. No tanto para mi tia Jessica con la que me llevaba tan solo cinco años y me había hecho la vida imposible de todas las maneras conocidas y las que están por conocer.
-No, no la llames abuelo, quiero descansar. Necesito hacerlo, he conducido durante todo el trayecto sin descansar.
-¡Pero que estas diciendo, estas loca! ¿Cómo se te ocurre hacer un viaje tan largo sin hacer ninguna parada! Eres hija de tu padre, Isabella…
-James..deja a la niña, acaba de llegar..¿que quieres, que salga huyendo de nosotros?.- mi abuela me miró cariñosa.- Venga,Isabella, te ayudo con las maletas, toma la llave de la casa.
-No abuela, dejame a mi. Tú ves a tu casa y descansa, yo lo organizaré todo y cuando esté descansada, subiré a ver a tia Irina…y tia Jess…¿Cómo esta?
-Bien.- dijeron los dos al unisono, mirándose.
No quise preguntar más. Era bien sabido por todos que mi tia Jessica no me tragaba..
Mi abuela Marie, me dio dos fuertes besos en las mejillas y volvió a su casa sobre sus pasos.
Miré hacia aquel cielo, gris, con tristeza. Era verano en Forks, pero poco importaba, allí no salía el sol ni queriendo, ni siquiera para recibir a una de sus hijas predilectas: Isabella Swan.


Edward Pov


-¿Lo llevas todo, Edward?.- gritó Alice desde su habitación.
Yo puse los ojos en blanco por enésima vez… aquella muchachita iba agotar mi paciencia, en aquel viaje y durante las vacaciones…
-Sí ,lo llevo, todo Alice..- Cuando la ví trasponer por el umbral de su habitación, me llevé las manos a la cabeza.
-¿Pero se puede saber…que es todo eso, Alice?.- dije entre dientes.
Ella miró sus dos maletas,llenas a rebosar y soltó una sonrisa cantarina.
-Las chicas necesitamos muchas cosas, Edward, vosotros con unos pocos trapitos teneis suficiente, recuerda, soy Alice Cullen.
Volví la vista a mi maleta y la cerré, visiblemente, mosqueado.
-Voy a tener que decirle a Jazz, que llevemos los dos coches…con tus cosas, no cabe nada mas,en el maletero del volvo.
-Pues llamalo.- me dijo ella, tendiéndome el teléfono sin borrar la sonrisa de su rostro.
Cogí el aparato y marqué con fúria.
-Te lo juro, Alice, ya me estoy arrepintiendo de salir de viaje….Jazz…oye, mira, creo que vas a tener que sacar tu coche también..mi hermanita cree que se va un año de vacaciones…
-Sin problemas Edward, ya contaba con ello. Es lo mejor,si no llevamos los dos coches, ¿Qué haremos cuando tengamos planes por separado, querido?.- preguntó con ironia.
-Ok, Jazz, me quitas un peso de encima. Oye ¿Qué te queda?
-Nada, en diez minutos estoy en tu casa.
-Te esperamos.
-Diez minutos, Alice…ni uno mas ni uno menos, no hagamos esperar a Jazz.
Mi hermanita se sentó en una de sus maletas y suspiró sarcástica.
-Hace dos días que tengo las maletas preparadas, Edward, no como tú que lo dejas todo para el final, ¿para todo eres lo mismo, hermanito?
La miré con desden contenido, Alice lograba hacer lo que nadie conseguía: sacar el animal que llevaba dentro.
-Y…¿tú conoces a la hermana de tu amigo?.- me dijo ella, mirándose las uñitas perfectas.
-No. Pero seguro que te llevas fenomenal con ella. Si es como Jazz, será una balsa de aceite.
-Bueno..es mayor que yo… y eso me pone un poco nerviosa..¿no será una típica separada amargada, repulsiva y odiosa?
-¡Alice!.- grité.
-Edward, no me grites, yo solo me limito a expresar en voz alta, tu manera de pensar. ¿Es asi o no, hermanito?
Alcé la ceja interrogante. A veces la suspicacia de Alice, me enervaba y otra me descolocaba completamente.
-No la conocemos, tengamos una mente abierta. Jazz también ha pasado una mala racha, y es un tio fenomenal.
-Hermanos y hermanas…suena bien..¿como era aquella película que le gustaba tanto a mamá?
-Siete novias para siete hermanos.- dije suspirando.
-Pues eso.
Una idea recorrió mi cerebro y dí un respingo.
-Ni se te ocurra fijarte en Jazz como hombre ¿entendido? No quiero mandar a tomar por culo, una amistad tan franca como esta.
La risita cantarina de Alice, me provocó nuevamente.
-Hagamos un trato,Edward.
-¿Un trato?.- dije suspicaz.
-Sí, yo no me fijo en Jasper y tú no te fijas en Bella.
-Ni loco, por suspuesto, prometo lo que sea. Pero por favor. No quiero que te fijes en Jazz.
Mi hermana me brindó su delicada manita y sonrió.
-Trato hecho, hermano.
El pitido de un coche hizo que corriéramos hacia la ventana exterior de la casa.
Jazz, salió del coche y se apoyó comodamente en una de las puertas traseras. Miré a Alice y esta se volvió agitada y cogió las maletas, dispuesta a marcharse ,cuanto antes mejor.
-¿Lista, hermanita?
-Lista, Edward.
La miré nuevamente, extrañado, la sonrisa había desaparecido de su rostro y en su lugar una mueca de preocupación se había plasmado en sus finos rasgos.
Salimos hacia la entrada y Jasper cogió las maletas a Alice, en un acto de total caballerosidad.
-Hola.- le dijo.- Soy Jasper Swan.- se presentó, con una de aquellas sonrisas, con las que embelesaba al personal.
-Jasper.- le dije entre dientes.- pon eso donde puedas.- y le tiré uno de mis bolsos de deporte a la cara.
Él lo cogió al vuelo y me sonrió con sarcasmo.
-Yo iré en mi coche con mi hermana, tú ve adelante, pues debemos seguirte.
ÉL asintió mientras metia la ultima de las maletas en su Audi.
-Lleva el mobil a mano, por si te pierdes, Edward. Aunque pararemos para la hora de comer.
-Muy bien .- le dije, metiéndose en el coche y girando la llave para arrancar. Miré hacia al lado y Alice no había despegado la boca en todo el rato y aquello me parecía muy…muy raro.
-¿Estas bien, hermanita?.- le pregunté serio.
-Si.- me dijo cabizbaja.- Muy bien.- Alzó su rostro y pude ver como sus mejillas habían adquirido una tonalidad carmín. Estaba realmente preciosa.
Jazz salió del parking hacia la carretera y yo lo seguí, con la mirada fija en el asfalto.
-Espero llevarme bien con Bella Swan.- dijo Alice con los labios temblorosos.
Sonreí a medias.- Si, hermanita, seguro…quizás hasta te enamores este verano…

Continuará….

1 comentario:

  1. holaaa me encantooo el caìpii parece que alice ya quedooo flechadaa por jasperr jee...ya quiero ver cuando edward vea a bella creo que ese trato que se hicieronnn no lo van a poder cumplirrrrr...jee...y pobree bellaa jacobb es un idiotaaaa ...nos leemos en el que siguee...a ver que tal les va estosss en sus vacacioness...besos!!

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