Capitulo 6
Reneé,paseaba inquieta por la salita de estar. Yo me había sentado en una de las silla y le preguntaba a Jared,que tal había ido la mañana escolar. Edward jugaba con Emily, pero de vez en cuando sentía su mirada fulminante en mi ser. Moría de ganas por que se largaran de mi casa ya.
-¿Qué es eso de que han entrado en tu casa ,hija? ¿No te han hecho nada? ¿Has visto quien fue?.- Mi madre se retorcía las manos inquietas y me miraba preocupada.
Yo sonreí y mandé a Jared que se marchara al jardín.
Me levanté para acceder a Emily.
-Emily, cariño.- Me puse a su altura, Edward se había quedado justo detrás de la espalda de ella, y me miraba serio, impertubable.- Ve,con tu hermano, quiero hablar con la abuela.
La nena, asintió con la cabeza y se despidió de Edward con un beso en los labios….
Se acercó a mi madre y le propinó un fuerte abrazo y un beso sonoro en las mejillas.
-Mamá. ¿Tiene que estas él aquí?.- Le pregunté, haciendo un gesto en dirección a Edward.
Él, se acercó a mi madre; le susurró algo en el oído y mi madre se marchó en dirección al jardín, a encontrarse con los niños.
-¿Qué coño le has dicho? .- Le pregunté mirando por la ventana, incrédula . Mi madre iba como hipnotizada.
Me volví hacia él y me asusté, lo tenía a escasos centímetros de mi.
Habia algo en su mirada que era desconsolador, parecía estar sufriendo algún tipo de castigo. Dí un paso hacia atrás y él bajó la cabeza y negó cerrando los ojos. Pude apreciar un atisbo de sonrisa en sus labios.
-Tengo que hablar contigo…Bella, tú madre está sufriendo mucho con todo esto. No te lo imaginas. Ella te quiere. Y creo que por mi culpa ,vuestra relaccion está haciendo aguas.- me dijo sin dejar de mirarme fijamente a los ojos.
Yo me llevé una mano a mi frente y suspiré.
Él cambió su expresión y me dio miedo.
-No respires,así, Bella …
-¿Hum?
-Piensa en tu madre.- Me dijo alejándose levemente de mi.
-Pienso en mi madre… por eso no me gusta esta relación enfermiza que tiene contigo ¿Tú crees que es sano, que esté con un chico que le lleva un monton de años? Santo dios,Edward si hasta yo soy mayor que tú.
-La edad, no me importa. A veces eso parece un obstáculo. Pero hay personas que mentalmente no aparentan la edad que tienen, Bella, yo tengo apariencia de un chico joven,pero en realidad, me siento viejo y cansado y he creido ver en Reneé una posible compañera de trayecto.
Entrecerré los ojos.
-¿Creido?
Él carraspeó y me evaluó con la mirada, haciendo que subieran miles de ardores a mi rostro.
-Alice, me ha dicho.
-El mundo es un pañuelo.- dije en un susurro, casi inaudible.
-¿Y?
-Está bien, esto no tiene nada que ver con la niña. Tu hermana me ha dicho que estás en tu último año de universidad-¿Qué horario te iria bien, lo digo para no importunar tus citas con mi madre?
-No me importa. La casa de tu madre, está al cruzar.- Me dijo sonriéndome de una manera seductora.
-A las cinco de la tarde me va bien.
Me ofreció la mano para sellar el pacto.
-¿Honorarios?.- le pregunté extrañada.
-No los necesito ¿Trato hecho?
Él seguía con su mano tendida.
Le apreté la mano levemente y dí un paso hacia atrás.
-Frio..- susurré.
Él me miró y dio un paso hacia a mi.
-Bella…
El sonido de unas llaves, que intentaban abrir una puerta hizo que se volviera a poner en su sitio.
Era Jake. Los niños venían colgados de é como si fueran una percha. Mi madre iba detrás de ella sonriente y hablando con jake de la manera más natural.
-Nena.- Miró a Edward, me sonrió y besó mis labios con un beso fugaz.- Vengo reventado.- Dejó el maletín en el suelo y se giró hacia Edward.- ¿Tú debes ser el novio de Reneé?.- Le dijo el maldito sonriente.
Edward lo miró serio y noté en sus facciones una especie de control, apretó la mandibula y le sonrió forzosamente.
-Sí.- Esa fue su única respuesta.
Jake me cogió por la cintura y me besó la mejilla.
-Oye Reneé, ¿Por qué no venis a cenar esta noche ,aquí a casa? Hace mucho tiempo que no tenemos una cena familiar como dios manda. Y claro hay que conocer a Edward.- Le pegó un golpecito en el pecho a modo de broma.
-Sí,claro. ¿Qué dices Renée?- Inquirió Edward sin apartar la mirada de mi rostro.
Mi madre se acercó a él y le atrajo el rostro a ella, y lo besó. Él no se inmutó. Algo había molestado a Edward Cullen y no tenia idea de lo que había podido ser. La verdad tampoco me importaba.
-Claro, cariño. Estoy encantada. ¿Tu que dices Bella? No has dicho nada.
-Está bien. De todas maneras me voy a tener que acostumbrar a esta situación.- dije mirando a Jake sonriéndole.
-Estupendo.- dijo él.- Los esperamos a eso de las nueve. – Mi madre cogió a Edward de un brazo y lo guió hasta la entrada,antes de marcharse ella, me dió un beso y su novio imitó su movimiento, pero con una seria diferencia, sus labios frios,aspiraron mi mejilla,y un gemido apenas audible le salió ronco de su garganta, abrió lo suficiente los labios para notar su carne fría sobre mi piel. Me estremecí nerviosa. Cuando se separó de mi,me devoraba literalmente,sus pupilas se posaron en mis labios y se relamió los suyos. Fué excitante. Tanto que me dio pánico. ¿Qué quería decirme con aquellos gestos? Él sabia de sobras que yo no los estaba pasando por alto. ¿Pero porque?
La voz de Jake, me regreso con los pies en tierra.
Anduve por la casa nerviosa, le conté el altercado con el visitante misterioso. Él no le dio ningún tipo de importancia. Obvié que lo había llamado dos o tres veces a su celular. No merecía la pena.
Estaba arrenglándome y me miraba en el espejo de cuerpo entero de mi habitación. Aquel vestido negro, de blonda con cuello en pico,dejaba al descubierto, el principio de mis senos. Era tan ajustado que dí gracias, que llevase una obertura en la parte trasera; apenas podía andar. Me calzé mis zapatos de tacón y me miré de nuevo, orgullosa. Mis ojos despojados de las gafas, que siempre llevaba se veian jóvenes y vitales. Mi pelo castaño,lo había cepillado hasta la saciedad. Me gustaba ponerme de pefil y ver lo largo que lo tenia ya. Me llegaba a la cintura.
Recuerdo que cuando tuve mi primera relaccion sexual con Jake, se le enrolló mi cabello en su reloj….
En aquel momento entró en el dormitorio y un silbido de aceptación le salió de sus labios.
Me cogió por la cintura y me atrajo hacia sí.
-Así me gusta verte,Bella,estas bellísima. Si te conociera esta noche no dudaría en hacerte mia.- Me susurró en el oído con la respiración agitada- Quiero que follemos ahora Bella,ahora mismo. Te deseo.
Me cogió por la cintura y me tiró a la cama. Levantó mi vestido hasta la cintura y bajó mis bragas sin ningún tipo de sensibilidad, se bajó la cremallera del pantalón y me metió la polla en mi coño hasta que se corrió sin inmutarme.
Jadeante, se levantó de mi cuerpo y me guiñó un ojo con descaro.
-¿Te ha gustado nena?
Yo sabia perfectamente lo que debía decirle.
-Sí Jake,me he corrido, si es eso a lo que te refieres.
-Ven Bella, pon en orden tus ropas,ya mismo están aquí nuestros invitados.- Al decir esto alzó las cejas con sorna.
-Fantástico,Jake,fantástico.
Estaba terminando de colocar mi vestido en su sitio, cuando él cerró la puerta y se marchó.
Sofoqué un lastimero gemido con mi mano. ¿Por qué mi vida era asi de triste? Mi marido me usaba cuando quería, y yo tenia que aguantar ponerle la buena cara a un tio que se estaba tirando a mi madre.
Retoqué mis labios y salí con la cabeza erguida de mi habitación. Oyé voces, debían de haber llegado ya.
Cuando los ví, mi madre se abalanzó a mi risueña.
-Oh,Bella ,cariño, estas preciosa.- Me besaba la cara.- Mira Edward, mira mi hija, ¿Es o no es una belleza?
Edward se volvió y me quedé sin aliento. Iba totalmente de negro al igual que yo. Su camisa levemente abierta,dejaba al descubierto un torso,nivéoy fuerte. Se acercó a mi y me besó fugazmente,sonriendo.
-De tal palo, tal astilla, Reneé.
Aspiré profundamente su olor y cerré los ojos. ¿Qué clase de perfume era ese? Mis hormonas de mujer, se habían vuelto locas y se agitaban convulsas.
Mi corazón latía desenbocado y mi respiración era agitaba.
Le sonreí con nerviosismo y me puse colorada.
-Mira,Edward, se ha ruborizado,ejejeejejj,esta Bella no cambiará nunca. Le ha dado apuro tu piropo, Edward.
-No que vá.- dije,casi sin voz.
Me aparté de ellos para estar lejos de él. Me estaba excitando terriblemente.¿Qué mierda me pasaba? Esto no me había sucedido desde que era una adolescente y ni mucho menos de aquella manera. ¿Qué poder tenía Edward Cullen sobre mi?
La noche pasó sin mayores sobresaltos. Edward era un hombre que sabia hablar de cualquier tema, me fascinó su manera de hablar pese a la edad que tenía. Parecía un alma vieja embutida en un cuerpo joven,aquél pensamiento me estremeció y volví la vista hacia mi marido, él fumaba un puro y bebía una copa de coñac, mientras contaba a Edward el tipo de trabajo que tenia en la empresa. Bufé por lo bajini y me levanté con el pretexto de ir a la cocina a por los postres.
Estando en ella, abrí el cajón de las recetas de cocina y allí, guardado como un tesoro; estaba mi paquete de tabaco. Mi cuerpo necesitaba nicotina por un tubo. No aguantaba la situación, no aguantaba a Jake, ni a mi madre. Sólo pensaba en Edward… y la manera en la que podía arrojar hacia él y follármelo encima de la mesa sin vacilaciones. Mientras habíamos estado comiendo, lo había devorado en mis pensamientos,pasado la lengua por todo su cuerpo y con cada pensamiento, mi sexo, se contraía de placer. ¡Dios mio si eso no lo había sentido ni por Jake,cuando me la metia!
Aspiré el humo desperada y me apoyé en el mármol de la cocina.
-¿Fumas?
La voz hizo que el cigarro se me resbalara,debido al respingo que dí y que cayera la suelo, sin remedio…
-Toma, pero debo decirte que es malo para la salud.- Me dijo él muy cerca de mi rostro,ofreciéndome el pitillo que había cogido al vuelo.
-Gracias.- Lo miré como quien ve el sol por primera vez .
Miró hacia los lados y sonrió ladinamente. Pensé que se marchaba,porque esa la intención que me dio al girarse, pero antes de darme cuenta , me aprisionó con sus brazos en la pared y susurró a muy pocos centímetros de mi boca.
-Me lo estas haciendo pasar muy mal esta noche…Bella,estoy oliendo tu excitación en todo momento. No me he echado encima de ti, por no hacer una desgracia esta noche. Sé que me deseas,y no dudes que yo te deseo mucho más. Te deseo hasta la locura desde el mismo momento que te ví. Me muero de ganas de follarte, Bella Swan.
Yo tragué en seco y atrapé sus labios duros y frios entre los míos, que ardían como el mismo infierno.
-Pues,hazlo Edward, aquí…ahora…
Continuará.
holaaa extrañabaa esta historiaaaa...el capiii estuvo espectacularrr...guauu estoss doss estan super acaloradossss...que dejee a jacobb por dioss lo detestooo...solo piensa en el y e bellaa ni ahii...yy bela esta re contra atraidaaaa por edward al igual que el...bueno nos leemos en el proximo besotes!!!!
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