CAPITULO 8
Edward Pov.
Mientras subia los peldaños de mármol de mi ilustre mansión, no podía pensar en nada ; porque la visión de su cuerpo, pequeño y tibio, enardecido por la pasión de sus palabras, me obnubilaba el pensamiento. ¿Qué clase de reacción estaba teniendo mi cuerpo y mi mente,ante aquella pequeña mujer, que me estaba haciendo replantearme mi relación con Victoria?
El portazo de su habitación, llegó a mis oídos y recuperé, la cordura, parándome en seco y llevando la mano a la barandilla de roble macizo que Tanya había dedicado gran parte de sus ratos de ocio en pulir y abrillantar, la acaricié y un suspiro involuntario abandonó mis labios. Llevé una de mis manos a la sien derecha y la masajeé, suavemente.
“¿Dónde te crees que vas, imbécil?”
Me pregunté.
Bajé de nuevo los peldaños de aquellas suntuosas escaleras, y mis hijas, aún seguían allí.
Alice, lloraba y Rosalie la consolaba con Carlie en sus brazos, Bree y Renesmee, me miraron con el ceño fruncido, mientras sentía que algo se me escapaba dentro de aquellas cuatro paredes.
Rosalie, volvió la vista hacia mi.
-No la dejes marchar; papá. Ya se fue mamá, por tu c..
El rostro se me descompuso.
¿Mis hijas, ,mis propias hijas, me hechaban en cara la muerte de su madre? Yo, que había amado a Tanya con todo mi ser…con todo el dolor de perder a la mujer de mi vida…a la madre de mis hijas…
-¿Me acusas, Rosalie?.- bramé, con voz ronca.
Mi hija bajó la vista y volvió a levantar su rostro, lentamente, vislumbrando en él, una lágrima cristalina que viajaba por su pómulo, hasta llegar a su cincelada mandíbula .
-Perdona..papá…- No pude contenerme y fue hacia todas ellas y las abracé…me sentí lleno, y mi corazón palpitaba de felicidad y comunión con ellas. Todas ellas eran mi vida, la razón de mi existir. No podia hacer oídos sordos a sus mudas objeciones ; que con una simple mirada me hablaban, desde que había muerto su madre.
Tanya murió cuando nació Carlie, ya estaba delicada…pero era tanta el ansia de un varón, que no le importó, por hacerme feliz.
Se consagró a la virgen del buen parto en todo momento…Pero a ella la abandonó en medio del camino.
Habia estado tan solo y abrumado durante tanto tiempo… me había vuelto un amargado, feudal y despiado con toda mi familia.
Pasó cerca de un año, hasta que conocí a Victoria. Su belleza me cautivó de sobremanera. Era elegante, sublime y emocionalmente apasionada..algo que yo parecía haber olvidado.
Era viuda, y le pedí relaciones, en una brevedad casi demencial. Era el ángel que necesitaba. Un ángel, que me hacia volverme a sentir vivo y respirar.
Todo comenzó a cambiar cuando viajé hacia la abadía.
Tanya, siempre había tenido muy buena relación con todas ellas; en concreto con la madre superiora del convento: Sor Reneé.
Absolutamente todas las cuidadoras de mis hijas, habían huido despavoridas a causa de mi mal carácter o de las travesuras de todas ellas… claro, menos Carlie…
Mandé una carta a la abadía y solicité a una de sus monjas para ayudarme en el cuidado de las niñas…a cambio yo haría todo lo posible, para que Victoria , no vendiera aquellos terreros donde se ubicaba ésta y las pobres monjitas, se vieran completamente abandonadas a merced de quien sabe quién.
Ella me citó un dia en concreto y allí estuve esperando a que ella tuviera la decendia de darme paso, depues de casi una hora de espera.
Me comentó que había una monja, que era especial atenta con los niños de la comunidad vecina, cariñosa y afectiva; eso es lo que mis hijas necesitaban, el cariño que yo les había negado por tanto tiempo…al no poder mirar sus rostros porque sencillamente… me recordaban demasiado a mi difunta mujer.
Cuando la puerta se abrió y apareció ella, sonriendo y hablando a voces , como si yo no me encontrara allí, casi se me escapa una sonrisa física; porque mentalmente, casi me carcajeé.
Era pura fantasia; una aparición de frescura y alegría, que a mis hijas les consoloria el alma.
Traté de mantenerme impasible; y creo que lo conseguí, hasta que aquellos ojos color cafés, se prendieron en los míos…y allí comenzó todo.
Su lengua incontenible, su risa cantarina, y los rostros iluminados de mis hijas al hablar con ella, me hacian verla como en realidad era. Simplemente perfecta… para ellas.
Y ahora me encontraba en la delicada situación de no permitirle que se fuera de aquella casa, mi casa, hacia la que había sido la suya por tantos años…la abadia.
Consolé a la niñas y las mandé a sus habitaciones, prometiéndoles que haría todo lo posible para que Isabella no se marchara de mi casa.
Esperé pacientemente, que bajara de su habitación, sentando en una de las sillas de la sala.
Fumé ,tanto, que me dolia el pecho, y cuando ya había perdido la esperanza de que apareciera, oí el sonido de una puerta cerrarse.
Miré hacia arriba, esperando que hiciera su aparición de un momento a otro y apareció…
Manteniendo mi mirada en todo, momento.
Volvia a vestir como la novicia que era, y tan solo llevaba en una de sus manos, la lúgubre maleta de cartón, que había traido en su momento.
Me levanté nervioso y tiré el puro al suelo.
-Haga el favor de recoger, eso..luego vendrá Jessica y tendrá que recoger sus inmundicias.- me espetó, haciéndome sonreir, ante su amabilidad hacia los demás. Recogí el puro y lo dejé delicadamente en uno de los cenicero de granito tallado que había en una mesa de centro brocada.
-Isabella, no te vayas..yo…las niñas te necesitan.- le dije rogando, acercándome a ella, mas de lo que pertimitia la ley. Su pecho y el mio casi se tocaban y podia sentir sus pechos, menudos pero firmes casi rozar mi torso. Un estremecimiento, incurrió en mi columna y me sentí embargado de una emoción, tan nueva para mi, como una carcajada fresca y pura en mis labios.
-Sabe que eso es literalmente imposible…- susurró,desviando la vista de mi rostro y dirigiéndola a otro punto del salón, dio un corto paso hacia atrás y carraspeó.- Yo no soy de su agrado, Coronel, pero ahora que me marcho, pienso decirle sin paños calientes… que usted tampoco es del mio…asi es que ya estamos en paz. Dejeme marchame, solo le pido una cosa. No arrastre a sus hijas a un internado cuando se case con la señora Victoria…
Fruncí el entrecejó y me rasqué levemente la mandibula ante sus palabras.
-¿Un internado? ¿De donde has sacado eso, Isabella?
-Lo piensas ellas. No les gusta la señora Victoria. Y la verdad creo que no se equivocan. A mi tampoco me gusta. No le veo atisbo ninguno de intenres por ninguna de sus hijas, Coronel, las mira como si fueran un estorbo entre ella y usted.
“Vaya..si que estaba deslenguada…” pensé.
-No se me ocurriría nunca de abandonar a mis hijas de una manera tan ruín, ¿tal mal padre, te parezco, Isabella?
-Yo no estoy aquí para juzgar.- dijo severamente, fijando sus orbes chocolates en los míos.
-Vaya..ahora me dices que estas aquí para juzgar…pues si que has sido puntillosa entonces…porque no ha pasado ni un solo dia, que no desautorizaras ordenes mias, querida mia..- un ardor nuevamente desconocido, se entrelazó en mi pecho, al vocalizar aquella palabra y sentirla a fuego en mi pecho “querida mia”.
-No tendrá que soportar mi presencia nunca mas…- dijo dando grandes zancadas hacia la puerta sin mirarme a la cara, yo corrí hacia ella y la intercepté, enjaulandola en mis brazos,cuando se disponía a coger el pomo de la puerta de la entrada y huir de mi presencia, como una palomita, de las fauces de un lobo hambriento.
-Te ruego que no te marches, Bella.- ese nombre adquirió un nuevo sentido en mis labios y miré los suyos tembloroso, ante mi cercanía.- ¿Tiemblas, palomita?.- le dije, con una sonrisa ladeada. Sus ojos se desviaron hacia mis labios y yo miré los suyos.
¡Dios mio, quería besarla!, quería fundir mi boca en aquella boca virgen y cálida que clamaba sin saberlo que la penetrara con mi lengua igual que hice con su dedo.
Dios, cuando sentí su piel, en mi boca aquel dia, creí estallar complacido, ante la reacción de mi propia cuerpo a ese simple roce…¿Como seria besarla, devorarla…tenerla debajo de mi cuerpo y deslizar mis manos por su suave cuerpo de novicia virgen?
No pude retener más aquellas preguntas dentro de mi cerebro y rugí impaciente, al estampar mis labios en los suyos, agarrándola por la cintura y pegando su cuerpo hacia el mio, en una explosión de sensaciones, nada comparable a los besos de Tanya…Bella era como si hubiese sido creada para besarme, para seguirme en todo…Comenzó a corresponderme al beso y emitió un gemido sensual, sin ella ser consciente de ello.
Aquello me enardeció mas y subí mis manos hacia su espalda y nuca ,apreté su rostro más hacia el mio. Mi lengua comenzó a explorar su boca y delinear cada contorno de ésta, cegandome completamente, aquellos gemidos sordos, que me estaban impidiendo pensar con claridad.
Cuando ya comencé a perder el sentido, por la falta de oxigeno, me aparté de ella, mirando sus ojos, queriendo ver en ellos; en su profundidad el mismo deseo que a mi, me embargaba…y me sentí feliz, eufórico, afortunado, dichoso…todos los calificativos eran pocos…
-Coronel.- susurró, casi imperceptiblemente.
Yo sonreí ante aquella palabra y acaricié su lóbulo con mi lengua, apartándome un momento después para soltar un risita nerviosa y caliente en él.
-Dime Edward, querída…creo que hemos superado todos los formalismos posibles.
Ella se envaró y quiso apartarme de un empellón, pero yo le retení, sus hermosas manitas trabajadas y las besé con devoción.
-Isabella Swan.- le dije, clavando una rodilla en el suelo y acariciando levemente sus dedos finos.- ¿Quieres casarte conmigo?
Ella abrió mucho los ojos y apretó la boca, tensa.
-Bravo…Edward…¿Te vas a casar con la monjita sin haber roto primero con tu prometida?.- Levanté mi cuerpo, cogiendo a Bella hacia mi; protegiéndola de Victoria….
-Es la madre perfecta para mis hijas…Victoria.
holaa guauuu me re gustoo estee capii y saber todo lo que piensaa edwarddd... yy el besoo ahhhhhhhhhhhhhh yy le pidioo que se case conn elll esteee chicoo esta locoo primeroo se pelean todo el diaa y de una le pide que sea su esposaa yyy justoo tienee que entrarrrr esa victoria que no me la bancooo...yo creo que bella le va a decir que noo o le va a dar un buen golpee ajajaaj!!!! voy a estar espereando ansiosaaaa el proximo capii!!! yy la ultima frase de edwardd guauuuuu...bueno noss leemos en el que vieneee..besossss!!!!
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