miércoles, 15 de diciembre de 2010

No Creo En El Amor

Capitulo 4



Ya en la sala de profesores,Alice Cullen me miró intensamente y me ofreció sentarme en la silla que había frente a la suya. Sacó un gran puñado de folios y los dispuso frente a mí.
Todos eran pruebas de calificación, de los compañeros de la clase de Emily; de entre todos ellos, cogió uno, y me lo entregó con una sonrisa de suficiencia en los labios.
—Mira, Bella, esta es la prueba de conocimientos que le hice a Emily.—La observé, detenidamente, mientras me hablaba.—Es una niña muy lista, pero tiene insuficiencias en la base de sus conocimientos y si no te importa, me gustaría asignarle un profesor de refuerzo; claro está, esto no vincula al colegio para nada, es todo a cuenta del particular; ósea tú, Bella ¿Qué te parece?.—Todavía, no había mirado, la prueba de valoración de mi hija. Estaba ensimismada con aquella chica. Hacía breves segundos que había apreciado que el color de sus ojos, era de un tono dorado, extraño a mi modo de parecer. Hipnotizada como estaba, aparté la vista de su cara angelical y moví mis ojos al papel, escrito por Emily.
—Se hará como…tú has dicho, Alice Cullen.—Le dije sonriéndole.—Aquí, tú eres la profesora y por tanto, la especializada en estas cosas, si mi hija necesita un profesor de refuerzo; lo pagaremos...pero ¿Dónde puedo encontrar uno, que me dé garantías?.-Le indiqué, devolviéndole el escrito a sus manos.
Sentí un leve rechazo a su roce, su piel estaba extremadamente fría, y yo huía de las sensaciones heladas. Me estremecí, y ella me miró fijamente,dejandóme sin aliento.
—Yo, puedo ofrecerte lo que buscas, Bella.
Aquéllas palabras parecieron tener otro significado, en sus labios. ¿De qué me estaba hablando de mi hija o de mi?.
Me mordí el labio, con nerviosismo y entrelacé mis manos inquietas.
—¿Y bien?.—Le dije por fin.
Ella se levantó de la sillita y caminó hacia mi,poniéndose a mi altura, de rodillas, frente a mi. Cualquiera pensaría que me estaba haciendo una proposición o algo así.
—Mi hermano, podría ayudar a Emily.—La pequeña duende, buscaba algo en mi mirada.–Está estudiando su último año de carrera, será de gran ayuda para tu hija.
Me levanté de la silla azorada, cualquiera podría pensar que se me iba a echar encima de un momento a otro. Dí un paso hacia atrás y giré sobre mis talones para encaminarme, hacia la puerta.
—Está bien, que me llame, en la hoja de prescripción de Emily, está mi dirección,número de teléfono,etc. Adios Alice.—Le dije sin volverme…aquella chica me daba escalofríos.
No había cerrado la puerta, todavía, cuando la sentí a mi lado y me susurró al oído. “No te arrepentirás, Bella, te lo aseguro. Edward, estará encantado de ayudarte….con Emily”.
Salí de allí con pies en polvorosa. ¿Cómo era posible, que aquella chica, causara ese rechazo en mi?. Desde luego algo en mi cabeza, no andaba bien; y esa era buena prueba de ello.


Me dirigí a mi casa,a paso ligero,con la sensación que alguien me andaba siguiendo. Volví la cabeza, varias veces, pensando que al girarme, podía encontrar a la persona en cuestión que me seguía los pasos. Bella Black, estas paranóica, completamente.
El móvil,me sonó; miré la pantalla, era mi madre.
Sólo me faltaba ella, después de tener los bellos de punta con aquella muchacha. Mi madre me iba a exasperar, hablándome, de su recién adquirido, nuevo amante Edward….espera…¿No me había dicho Alice Cullen,que su hermano se llamaba Edward?. No. Debia de ser una casualidad.Tendría que haber decenas de Edwards en Forks. ¿O no?.
Me decidí a coger la llamada.
—¿Sí,mamá?.—Le contesté con ironía.
—Nena…no podemos estar así, yo soy tu madre y tu eres mi hija…
—Menudo descubrimiento,mamá.—Le inquirí, áspera.
—Bella, por favor, escúchame….tienes que comprenderme, tú eres una mujer al igual que yo, y sabes que en los asuntos del corazón, no se manda; me he enamorado de Edward como una colegiala y no puedo renunciar a ese sentimiento.— Miré el móvil,asqueada, decidí volver a la carga.
—Mamá ¿Qué edad tiene ese tal Edward?
—¿Qué importa la edad,Bella?.—La voz de Reneé, sonaba angustiosa.
—A ver mamá,en este caso si importa, el tal Edward ese, es mayor que tu hija mayor, ósea, yo, dime ¿Cuántos años tiene?.— Le urgí.
—23.
—Santo cielo, mamá…
Ya había llegado a la entrada de mi casa. Me volví hacia, la casa de mi madre, que la tenia justo enfrente y sonreí con amargura.
—No me juzgues, hija, sólo, te pido eso. Edward Cullen, aunque tenga aspecto de niño, tiene mucha experiencia en su haber.
Se me cayerón las llaves al suelo ,de la tremenda flojera que me entró por el cuerpo.
—¿Edward,quéee?.—Le chillé a mi madre.
Me sentí mareada, aquel tipejo,que ví, medio en pelotas, resulta que iba a ser el maestro de refuerzo de mi Emily…ni loca, ni harta de vino.
—Oye,mamá,¿sigues,ahí?.—Dije,intentado abrir la puerta de mi casa.
—Nena…¿Es que conoces a algún miembro de la familia de Edward?
Entré en mi hogar, al fin.
—Sí.He tenido el honor de entrevistarme, esta mañana con su hermana, supongo, Alice Cullen.
—Le dije, poniendo los ojos en blanco.
—Es magnifico, Edward, se pondrá contento.
Bella cuando te marchaste, me preguntó miles de cosas sobre ti, los niños, Jake.Está realmente interesado en que se lime la situación de ayer.
—No me interesa lo más mínimo socializar con tu amante, mamá. Es una cosa que me tiene sin cuidado. Adios mamá, ya no tengo más gana de seguir con esta charla.—Le colgué.
De repente oí un ruido detrás mio, que hizo que me volviera hacia él. Quise gritar, pero una mano fuerte y poderosa, me lo impidió.

1 comentario:

  1. holaaa que bueno el capii!!!! bella me parece que no se vaa a poder librar de los cullenn ajaj y que justoo que alice propusiera a su hermano edward para que ayudara a la hijaa de bella jeee!!! yy quiennn es el que le tapo la boca a bella seraaa edwardd ...mmmm me dejas intrigaadaaa!!!! besoss!!!!!

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